Caminos
Generales y Señales de Coquet en el sudeste bonaerense |
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Caminos |
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Desde
diciembre del año pasado he estado intentando desentrañar el
misterio de los viejos carteles viales (ver:
carteles de
hierro) y de a poco me fui metiendo en una historia que a la
luz de las investigaciones resulta para mi fascinante y que
aún no tengo muy claro en que va a terminar.
Parece ser
que antiguamente y mas o menos hasta la llegada del
Ferrocarril del Sud a Chascomus en 1865, los caminos de la
Provincia de Buenos Aires no eran otra cosa que huellas |
apenas
existentes, cruzando extensos campos sin alambrados y muy
escasamente poblados.
El primer
pueblo fundado al sur del río Salado fue Dolores en 1817, al
que se llegaba desde Buenos Aires cruzando el río por el paso
de La Postrera y desde esta verdadera avanzada de la
civilización se seguía por aquellas tortuosas huellas hacia
los campos despoblados junto a las Sierras del Vulcan o
aún mas allá, en la Lobería Grande.
La fundación
del Fuerte Independencia en 1823, que diera origen al pueblo
de Tandil permitió correr la línea de frontera mas al sur,
siguiendo una línea imaginaria que desde el Cabo Corrientes
pasaba por las sierras del Vulcan, las de Tandil, la Laguna
Blanca en Las Flores, 25 de Mayo hasta Junín y que años mas
tarde se iría corriendo hacia bahía Blanca. |
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Las
tierras arrebatadas al indio se fueron poblando en suertes
de estancias y luego, como en Tandil, a la sombra de los
fuertes y fortines que jalonaban aquella endeble frontera,
nacieron pueblos como Azul en 1832, Las Flores en 1856 y
luego entre otros, a veces para darle una cabecera a los
partidos ya creados, Tapalqué, Ayacucho, Rauch, Juárez,
Balcarce y Necochea, en ese orden.
Lógicamente, estos pueblos y estancias se fueron
entrelazando con aquellos precarios caminos que se
trazaban por donde la circulación resultara mas fácil,
buscando |
Una
posta junto al camino: portada del libro Rastrilladas,
huellas y caminos de Enrique M. Barba. |
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esquivar los
accidentes naturales como hondonadas y cañadones y cruzando
los múltiples arroyos solo por vados naturales, caminos que
con el tiempo se poblaron de tropas de carretas y galeras que
con itinerario mas o menos fijo asistían el comercio de la
zona.
A lo largo de
aquellas tortuosas huellas había, estratégicamente ubicado, un boliche o almacén de ramos
generales que en general fueron la base de la fortuna que
hicieron los iniciadores de nuestra sociedad rural y muchas de
estas primitivas poblaciones se convirtieron en postas de
aquellas galeras que constituyeron el primer servicio
organizado de transporte en la vastedad del territorio
bonaerense. |
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Hasta
aquí aquellos viejos caminos, olvidados de las autoridades
provinciales y sin mantenimiento alguno, cumplían aunque
con una gran dosis de precariedad, su función
civilizadora, pero la llegada del progreso fue de a poco
modificando aquella realidad, no mejorando su viabilidad
sino en muchos casos haciéndolos desaparecer.
En
1845 Richard Newton, estanciero de Chascomús, importa de
Inglaterra un alambrado con el que rodea la |
Vadeando un arroyo: foto
museo
histórico regional de Ayacucho. |
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quinta de
su campo y 10 años después, Francisco Halbach, cónsul de
Prusia
en Buenos
Aires,
es el primero en cercar totalmente su estancia Los Remedios,
alambrado histórico que desapareció cuando se construyó el
Aeropuerto de Ezeiza.
Otros diez
años y el alambrado comienza a extenderse por la provincia,
cerrando caminos y obligando a las tropas de carretas y
diligencias a realizar un rodeo por lugares no siempre aptos
para circular. El enfrentamiento entre estancieros que ponen
cercas y troperos que cortan alambres muchas veces se dirime a
tiros y el gobierno provincial se decide a actuar tímidamente,
dictando el “Código Rural” que tras tratar otros temas que
hacen a la vida y al orden en la campaña, en su sección quinta
se refiere a los “Caminos Generales”, definiéndolos y
reglamentando el alambrado de los mismos. |
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Estancia Cinco Lomas y los
vehículos de transporte:
foto museo
histórico regional de Ayacucho. |
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Sin embargo
muchos propietarios de campos hacen caso omiso al dictado de este
código, es que el estanciero es en su partido, un personaje
poderoso, muy relacionado con la justicia y la política nacional y
no existe en los pueblos de la campaña, autoridad de aplicación
capaz de hacerle cumplir las leyes.
Quince años
después, el problema se ha agravado por ser mas los campos
totalmente alambrados y mas las tropas y diligencias que surcan
los caminos, ya no son solo los troperos los que reclaman por
caminos transitables, ahora es el periodismo, el comercio y los
jefes comunales quienes exigen al gobierno una solución efectiva.
En mayo de 1880
el Gobierno de la Provincia sanciona la Ley de Cercas de Estancias
que establece que es lo que se entiende por caminos generales,
municipales y vecinales. Determina que los caminos generales
tendrán 50 metros de ancho entre alambrados y establece la
prohibición de cerrarlos o desviarlos sin la debida autorización
del Poder Ejecutivo que podrá acordarlo previo informe del
Departamento de Ingenieros.
El artículo 38 de
esta Ley autoriza al Poder Ejecutivo a invertir hasta $ 500.000.-
anuales en el trazado y mantenimiento de los caminos generales. |
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Arroyo Napaleofú en el partido de
Balcarce: Por aquí estuvo el histórico Paso de Sánchez
del camino general de Ayacucho a
Necochea. |
En
junio de 1881 un Decreto provincial, basado en la Ley de Cercas,
reglamenta todo lo referido a estos caminos, estableciendo que se
tomará como base de la red de caminos generales los tres
principales que parten de Buenos Aires hacia el norte, el oeste y
el sur y los que desde estos se dirigen a los pueblos, a las
estaciones de los ferrocarriles y hasta los confines de la
provincia.
Ordena al
Departamento de Ingenieros a trazar en un plano de la provincia
estos caminos generales, acotando los pueblos, vías y estaciones
ferroviarias, la red del telégrafo y los accidentes geográficos
relevantes, además del estudio y determinación del sistema de
amojonamiento que ha de usarse, todo ello sometido a la aprobación
del Poder Ejecutivo.
El responsable
de estos trabajos fue el Ingeniero Jorge Coquet quien además de la
red caminera diseñó los famosos mojones que se conocieron como
Señales de Coquet y que tras varios años de trabajo, jalonaron
durante mucho tiempo, los principales caminos de la provincia
No solo el
alambrado modificó la traza de los viejos caminos, otro elemento
de la modernidad, el telégrafo, tendía sus cables a veces sobre
los caminos.establecidos
y otras en línea recta por los campos |
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uniendo los pueblos, lo que obligaba a los
dueños a habilitar tranqueras a la entrada y salida de sus
campos para el uso del personal de mantenimiento. Estos pasos,
luego caminos, se hicieron de uso corriente y tanto a ellos
como a los que ya estaban y recibieron postes y cables se los
conoció como “Caminos del Hilo”, convirtiéndose con el tiempo
en nuevos Caminos Generales en reemplazo de las viejas
trazas. |
Paso de la Loma Partida, antes
del puente, vadeaba el arroyo Langueyú, el
primer camino que llegó a Tandil. foto: Google Earth. |
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Las líneas
férreas que en aquellos años estaban en franca expansión,
muchas veces interceptaron y obligaron a desviar los caminos
que desde entonces pasarán por las nuevas estaciones y luego
seguirán paralelos y alambrado de por medio, a la vía del
ferrocarril.
Cuando ya
entrado el siglo XX comenzó a construirse la red vial actual,
los ríos y arroyos se cruzaron por puentes de hormigón, los
desniveles se emparejaron y los pantanos se rellenaron,
resultando caminos asfaltados o entoscados mas directos,
abandonando la mayoría de aquellos caminos |
Arroyo Las
Piedras, por este vado cruzaba el camino de Tandil a Balcarce. |
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generales
tortuosos y con frecuentes vados o pasos para poder salvar los
cauces de agua. Así muchas “Señales de Coquet” quedaron en medio
de los campos amojonando caminos que ya no existían y fueron
retirados de su emplazamiento original para adornar los parques de
las estancias o para ser donados a los museos regionales y hoy se
los pude ver en el de Lomas de Zamora, Tandil, Pigué o en el de
Juárez y seguramente en muchos otros museos de los pueblos de la
provincia a los que aún no llegué. |
Señales |
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En realidad, sobre esta primitiva señalización vial de la
provincia, tengo mas conjeturas que certezas, ya que es poca
la información que encontré sobre ellas.
La primera referencia apareció en una nota de la revista
Vialidad, edición número 10, del primer trimestre de 1960. En
esta publicación de la Dirección de Vialidad de la Provincia
de Buenos Aires, en una nota titulada Comentario sobre
señalamiento, su autor, Albino A. Pozzi dice:…en 1885, la
Provincia de Buenos Aires dicta un Decreto ordenando el
trazado definitivo y amojonamiento de los caminos de
jurisdicción provincial.
El artículo 60 de ese Decreto dice así: “Los
mojones que se coloquen serán postes kilométricos, que no solo
servirán para |
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indicar las distancias de pueblo en pueblo,
sino
también para que el viajero pueda saber en que camino se encuentra
y a que categoría pertenece el mismo, por lo cual, en la parte
superior del mojón se colocará una placa que indique todo esto y
el nombre del camino” y después de fijar distancias y formas
de colocación, termina diciendo: “En el punto donde se verifiquen
varios caminos se indicará con un mojón especial los nombres de
los pueblos a que conducen”.
… el
(Decreto) correspondiente al año 1885 fue el que dio principio de
ejecución al señalamiento de nuestras rutas con las señales
conocidas con el nombre de “Señales de Coquet” dado que el
ingeniero Jorge Coquet fue el materializador de los trabajos.
Este
fue realmente el primer sistema de señales camineras de
orientación aprobado en el país, pues establecía forma de
colocación, alturas, tipos de placas, etc. |
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Aunque sigo buscando, aún no pude dar con este Decreto.
La segunda referencia la encontré en el libro Historia del
partido de Lobería de José M. Suárez García, tomo primero,
editado en 1940; en su capítulo 60
referido a Vías de comunicación, su autor dice: Hacia
1883, bajo la dirección del Ingeniero Jorge Coquet se
amojonaron algunos caminos de la Provincia utilizando altos
postes redondos, de hierro, terminados en una cartelera del
mismo metal fundido, con leyendas en letras de alto relieve.
Cada uno de esos mojones indicaba el punto de partida y el
destino del camino y los metros recorridos hasta ese lugar.
Una de las leyendas era: “C.G.” (Camino General) “De Ayacucho
a Necochea por Santa Rita 90.000 metros”. Aún existe este
poste.
Indudablemente Suárez García describió la señal de memoria, ya
que la placa original diría en realidad: C. G (la letra
G no llevaba punto) abajo AYACUCHO y una flecha
indicando la dirección; abajo NECOCHEA y otra flecha,
abajo POR SANTA RITA en letra mas pequeña y finalmente
al pie 90000 M.
Y
aquí surge la primera duda, fue el Decreto de 1885 el que dio
origen a las señales o ya en 1883 estaban siendo colocadas?
Otra incógnita es el lugar donde se fundieron las placas, se
dice que se encargaron en Francia y es probable que se hayan
hecho en el extranjero, prueba |
Señal de cruce de
caminos,
San Fernando-Gral.
Rodriguez, Moreno-Pilar.
foto:
www.alepolvorines.com.ar |
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de ello es que en alguna el nombre de uno de los pueblos está mal
escrito (ver BARACAS por BARRACAS) . |
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Parecen haber sido fundidas en mas de una tanda, ya que
difiere parcialmente la tipografía de algunos ejemplares, tal
vez aquellas que se fundieron años después para remplazar las
perdidas se hicieron incluso aquí usando una vieja placa como
modelo y cambiando los textos con la tipografía disponible.
Cuantas de ellas se hicieron?, entre que años se colocaron? Y
cuales fueron los caminos generales que llegaron a amojonarse
con ellas?
En fin como verán es mas lo que desconozco de ellas que lo que
realmente se, si alguien tiene mas información sobre estas
antiguas Señales de Coquet, le agradeceré me lo haga saber.
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Baracas en lugar
de Barracas. foto: Gustavo Tombesi |
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Distintas
tipografías y ubicación
del
punto. |
Señal con
tipografía muy descuidada. La Carda era un
importante
comercio en el partido de Azul. foto: Claudio Marcos |
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La estación
Saavedra del FC Sud se llamó Alfalfa hasta 1896. Esta señal
está
en el museo
regional de Pigué. |
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