Recolección de datos:
técnicas de investigación documental
Fichas d referencia y de
trabajo
Roxana Loubet Orozco
Revisión de literatura y el tema de investigación
Revisión de literatura
En unidades anteriores a ésta, ya hemos visto que toda
investigación parte de un problema, de una duda que el investigador
descubre y construye. Los problemas de investigación se encuentran en los
diversos campos de la realidad y del conocimiento.
Cuando el tema ya se ha elegido o cuando está aún en
proceso de definirse, será necesario revisar la literatura
existente. Esta es una de las fases del proceso de investigación (ver
primera unidad).
Conocer los estudios, investigación y trabajos
anteriores permitirán al investigador precisar la idea de investigación
y también definir el enfoque u orientación del estudio (Hernández
Sampieri et al., 1993:3).
¿En qué consiste la revisión de literatura?
Hernández Sampieri, et al. escriben que revisar la literatura
"consiste en detectar, obtener y consultar la bibliografía
y otros materiales que pueden ser útiles para los propósitos del
estudio, así como extraer y recopilar la información
relevante y necesaria que atañe a nuestro problema de
investigación" (Hernández Sampieri et al., 1993:23).
Elegir el tema
La elección del campo de estudio, generalmente, es
orientada por los propios intereses del investigador o por las
circunstancias y necesidades del medio en que se desenvuelve.
Para ayudarnos a elegir el tema más adecuado, Melissa Walker (2000)
propone algunas actividades previas a todo plan de investigación. Entre
éstas podemos destacar las siguientes:
1. Guiarse por su propios intereses
Seguramente hay muchos temas que sean del interés del
estudiante investigador. Para elegir el más adecuado, es útil detenerse
a pensar acerca de aquello que ya sabes y de lo que no
sabes. Recuerda que la formulación de un problema de investigación o
las dudas acerca de un tema o campo específico de la realidad, surgirán
con mayor prontitud y claridad a mayor conocimiento tengamos del tema o
del objeto de estudio.
Melissa Walker (2000) propone la elaboración de tres
listas para facilitar el proceso de selección del tema:
Una lista acerca de aquellos temas de los que ya se
sabe algo, por ejemplo, de las actividades que realizas: lecturas que
hayas hecho, práctica de algún deporte, actividad artística, laboral o
de entretenimiento.
Una segunda lista de nuevos temas que te gustaría
explorar. Melissa Walker escribe:
Tal vez - le gustaría aprender más acerca del
alcoholismo, de la rehabilitación a la adicción a las drogas, o de
los programas de reducción de peso; usted podría estar considerando
estudiar psicología y le gustaría saber algo acerca de Sigmund
Freud, B. F. Skinner o Carol Gilligan; podría querer tener una mejor
condición física y aprender acerca del aerobismo, la nutrición y el
yoga" (2000:46).
Por último, una lista de ideas relacionadas a los
temas considerados en las dos listas anteriores y que sean las más
apropiados de acuerdo a la tarea que se tiene por delante. Esta lista es
una primera selección.
Toma en cuenta que si debes cumplir un tiempo límite
para investigar, lo mejor es seleccionar aquel tema que además de ser
interesante para ti, también tengas ya nociones de él o, por lo menos,
sea accesible y cuentes con los recursos suficientes para investigarlo.
2. Permitir que las ideas fermenten
Discute las ideas que tengas con tantas personas como
sea posible. Compañeros, amigos, familiares, maestros. En lo posible,
habla con personas relacionadas con los temas de interés y con expertos.
Revisa tu biblioteca personal para saber con que
información cuentas. Date una vuelta por las bibliotecas de tu localidad,
navega en Internet, asiste a conferencias, lee la prensa y revistas
especializadas.
Es decir, infórmate de las posibilidades de los temas
que tengas identificados.
Una vez que llegues a un tema, date tiempo para
determinar si quieres dedicarte a él por el tiempo que sea necesario:
tres semanas, dos meses, seis meses, un año, etc. "Viva con sus
ideas por un tiempo; permítales fermentar", son las palabras de
Melissa Walker (2000:47).
3. Hacer las preguntas correctas
Hacerse preguntas respecto a un tema ayuda a precisar
la idea de investigación. La autora mencionada nos da algunos ejemplos:
¿Qué se sabe acerca del planeta Júpiter y sus
lunas?
¿Qué prácticas agrícolas dañan el medio
ambiente? ¿cómo pueden modificarse?
¿Qué es lo que un empleador potencial puede
descubrir acerca de la historia financiera o médica de una persona?
¿Qué recursos legales tienen las personas cuando
sen acosadas sexualmente por un empleador?
¿Cómo inciden la dieta, el ejercicio y, o, el
estrés en el riesgo de enfermedad cardiaca?
¿Cuán influyentes son los grupos militares de
derecha en Estados Unidos?
¿Cómo está cambiando el capitalismo la vida en
Rusia?
Formula tantas preguntas de cada tema como se te
ocurran. Algunas te parecerán triviales o alocadas. No las deseches hasta
adentrarte un poco más a los temas. Dales una oportunidad.
Detección de fuentes de información documental
Detectar las fuentes de información documental implica
iniciar una búsqueda de los documentos que traten o refieran el tema de
nuestra interés.
Según Hernández Sampieri, et al. (1993) la
revisión de la literatura es selectiva, pues permanentemente se
publican revistas, libros, artículos y otros materiales que abordan las
diferentes áreas del conocimiento. En este sentido, recomiendan elegir
las fuentes de información más importantes y actualizadas.
Además, en lo posible, es mejor consultar las fuentes
directas y aquellas que contengan información de primera mano, como lo
son: libros, antologías, artículos de publicaciones periódicas,
monografías, tesis, documentos oficiales, reportes de asociaciones,
documentos de conferencias, memorias de congresos, testimonios de
expertos, fotografías, películas, videos, etc.
Sin embargo, las fuentes indirectas o secundarias nos
pueden ayudar a localizar las fuentes primarias. Ejemplo de fuentes
indirectas lo son: compilaciones, resúmenes, reseñas y listados de
referencias de fuentes.
Cómo
evaluar fuentes documentales
Siguiendo las recomendaciones que nos da Melissa Walker
(2000:35) podemos evaluar las fuentes documentales para seleccionar las
más adecuadas. La autora plantea que antes de decidir la utilización de
cualquier fuente, nos hagamos las siguientes preguntas:
¿La fuente está
actualizada?
¿Cuáles son las
credenciales del autor? En el caso de una revista o periódico ¿es
tendencioso a favor de un particular punto de vista?
¿Tiene el autor algún
interés en el tema, que pudiese afectar la confiabilidad de la
fuente?
¿La fuente está
adecuadamente documentada, de modo que los lectores puedan
determinar a quiénes recurre el autor como evidencia de apoyo?
¿El lenguaje es preciso?
¿las cifras son coherentes o presentan equívocos?
¿El libro o artículo fue
publicado por una editorial o institución respetada?
¿Qué reseñas recibió
el documento?
¿El autor de una página Web
u otra fuente de Internet es fiable?
Consulta y registro de información
Las técnicas de investigación documental son útiles
para recopilar información de documentos en forma ordenada.
Esta técnica se apoya en la elaboración de fichas
donde se registran tanto los datos que identifican a la fuente consultada,
como el contenido que nos proporciona dicha fuente.
Ayudarse con fichas de esta naturaleza facilita en gran
medida la elaboración de informes de investigación.
Fichas de referencia
Las fichas que registran los datos acerca de la fuente
documental son conocidas como fichas bibliográficas y hemerográficas.
Sin embargo, la diversidad en tipos de documentos va más allá de los
puros libros, revistas y periódicos, por ello aquí se ha optado por
denominarlas fichas de referencia, pues en ellas se registran los datos
acerca de la fuente.
Aquí se escriben los datos de fuentes como libros y
obras periódicas, audiovisuales, documentos de software, Internet, de
archivos públicos y privados o fotografías, pinturas, etc.
En cuanto al tamaño, es de uso extendido manejarlas en
medidas de 12.5 x 7.5 centímetros. Empero, el tamaño es lo de menos;
esto puede dejarse a criterio del investigador cuando no es un requisito
marcado colectiva o institucionalmente. En este sentido, es posible
elaborarlas en libretas u hojas sueltas, así como a manera de base de
datos en la computadora.
Los datos que se registran son aquellos que hablan de
la fuente documental: autor, titulo y pie de imprenta (editorial, fecha de
edición, etc.).
Algunos investigadores acostumbran puntear, debajo de
los datos de la obra, las partes que le interesan. Si es un libro, puede
agregar el índice completo o sólo los capítulos a consultar.
Resulta de utilidad anotar dónde se localizan los
documentos cuando se encuentran en diferentes espacios y no son de la
propiedad del autor. Por ejemplo: Biblioteca de la U de O, Mazatlán,
Sin.; Biblioteca Central de la UAS, etc.
Ejemplo:
Córdova, Nery (1996), El ensayo: centauro
de los géneros. Hacia una teoría periodístico literaria,
UAS, Culiacán.
[Ensayo académico, p. 189]
Biblioteca escuela de Ciencias Sociales, UAS
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Estilos para registrar los datos de las fuentes
documentales
Existen diferentes estilos para ordenar y escribir los
datos de las fuentes de información. El investigador puede elegir el que
más le convenga o prefiera. A continuación se presentan algunos de
ellos:
Estilo N° 1 (Tamayo y Tamayo, 1998:203)
Obra bibliográfica:
ASTIVERA, Armando. Metodología de la
investigación. Buenos Aires. Editorial Kapeluz. 1968.
Obra hemerográfica:
MENDOZA CRUZ, Luis. "Los argumentos en San
Andrés Larráinzar: Mesa de Derechos Humanos". El Cotidiano.
México. UAM. Mayo-junio de 1996. Num. 76, págs. 48-52.
Estilo N° 2 (Cázares Hernández, et al.,
1980:102)
Obra bibliográfica:
Báez, Ivette J. de. Lírica cortesana y
lírica popular actual, El Colegio de México, 1969 (Jornadas,
64).
Obra hemerográfica:
Zaid, Gabriel. "Calidad y relativismo"
en Letras Libres. Año II, Num. 14, febrero del 2000, pp.
54-55.
Estilo N° 3 (Cázares Hernández, et al.,
1980:103)
Obra bibliográfica:
Medina, José Toribio (1905). Historia del
tribunal del Santo Oficio de la Inquisición en México,
Imprenta Elzeviriana, Santiago de Chile.
Obra hemerográfica:
Mendoza Cruz, Luis (1996). "Los argumentos
en San Andrés Larráinzar: Mesa de Derechos Humanos" en El
Cotidiano, UAM, Num. 76, mayo-junio, México, pp. 48-52.
Estilo N° 4. Asociación Psicológica Americana
(APA) (Microsoft Works for Windows 95, 1995).
El estilo bibliográfico de la Asociación Psicológica
Americana (APA) suele usarse en el campo de la psicología y las ciencias
sociales. Las reglas para crear una lista de fuentes de información con
el estilo APA son:
Separe las entradas mediante doble espaciado.
Aplique una sangría francesa a los párrafos (la
primera línea se alinea con el margen izquierdo y a las demás
líneas se les aplica una sangría de tres espacios con respecto al
margen izquierdo).
Escriba los nombres de todos los autores con el
apellido primero y separándolos con una coma. Escriba sólo la
inicial de los nombres.
En los títulos de los libros y artículos,
comience sólo la primera palabra de cada título, subtítulo y
nombre propio con una letra mayúscula. En los títulos de revistas
científicas, comience todas las palabras significativas con una
letra mayúscula.
Use letra cursiva o subrayada en títulos de los
libros y nombres de publicaciones periódicas.
No entrecomille ni subraye títulos de artículos
de publicaciones periódicas.
Use la abreviatura "p." o
"pp." para indicar los números de las páginas de libros,
revistas y periódicos.
Separe las distintas reseñas bibliográficas
mediante un punto y dos espacios.
Ejemplos del estilo bibliográfico de la APA
Un libro con un autor
González Navarro, M. (1974). Población y sociedad
en México (1900-1970). México: UNAM.
Un libro con más de un autor
Galindo C., Galindo M. y Torres Michúa A. (1997). Manual
de redacción e investigación. Guía para el estudiante y el
profesionista. México: Grijalbo.
Un libro anónimo
Memoria del proceso electoral. (1995). Sinaloa:
Consejo Estatal Electoral.
Una reedición de un libro
Rodrígues, A. (1982). Psicología social. (Sexta
reimpresión). México: Trillas.
Un artículo firmado en una revista científica
Díaz Guerrero, R. (1992). El desarrollo de la
personalidad en México. Implicaciones para las teorías de la
personalidad. Investigación Psicológica, Volumen II, Número 1,
pp. 81-99.
Un artículo firmado en una revista mensual
Savater, F. (1997). Perplejidades éticas del siglo XX.
Vuelta, Junio, Año XXI, Número 247, pp. 33-34.
Un artículo firmado en un periódico diario
Gómora, D. (2000, Febrero 21). Padres a distancia. Reforma,
Sección B, p. 4.
Un artículo anónimo
Ciudades: el voto definitivo (2000, Febrero 21). Reforma,
Sección A, p. 4.
Una película o cinta de vídeo
Reisz K. (Director) y Clore L. (Productor). (1981). La
amante del teniente francés. [Cinta de Video]. s/l:
Metro-Goldwyn-Mayer.
Un programa de software
Microsoft Works for Windows 95 (1995). [Programa de
Computación]. Redmond, WA: Microsoft.
Estilo N° 5. Asociación de Lenguas Modernas (MLA) (Microsoft
Works for Windows 95, 1995).
El estilo bibliográfico de la Asociación de Lenguas
Modernas (MLA) es el que se suele usar en el campo de las letras.
Las reglas que dicta la MLA son:
Aplique una sangría francesa a los párrafos (el
primer renglón se alinea con el margen izquierdo y al resto se les
aplica una sangría de cinco espacios con respecto al margen
izquierdo).
Primero se escribe el apellido del autor,
separándolo de su nombre de pila mediante una coma (a no ser que se
trate de más de una persona). En el caso de referencias con varios
autores, escriba el nombre del primer autor con su apellido delante,
y los nombres de los demás autores con su nombre en primer lugar.
Escriba los nombres de los títulos completos y
comience todas las palabras importantes con letra mayúscula.
Use letra cursiva o subrayada en los títulos de
los libros y periódicos.
Ponga los títulos de los artículos de los
artículos de publicaciones periódicas entre comillas.
Escriba la información relativa a la edición
(lugar de publicación, nombre del editor, etc.) después del
título.
Separe las distintas reseñas bibliográficas
mediante un punto y dos espacios.
Ejemplos del estilo bibliográfico de la MLA:
Un libro con un autor
González Navarro, Moisés. (1974). Población y sociedad en
México (1900-1970). México: UNAM.
Un libro con más de un autor
Galindo, Carmen, Magdalena Galindo y Armando Torres Michúa (1997). Manual
de redacción e investigación. Guía para el estudiante y el
profesionista. México: Grijalbo.
Un libro anónimo
Memoria del proceso electoral. (1995). Sinaloa: Consejo Estatal
Electoral.
Una reedición de un libro
Rodrígues, Aroldo. (1982). Psicología social. (Sexta
reimpresión). México: Trillas.
Un artículo firmado en una revista científica
Díaz Guerrero, Rogelio. (1992). "El desarrollo de la
personalidad en México. Implicaciones para las teorías de la
personalidad". Investigación Psicológica, Volumen II,
Número 1, pp. 81-99.
Un artículo firmado en una revista mensual
Savater, Fernando. (1997). "Perplejidades éticas del siglo
XX". Vuelta, Junio, Año XXI, Número 247, pp. 33-34.
Un artículo firmado en un periódico diario
Gómora, Doris. (2000, Febrero 21). "Padres a distancia". Reforma,
Sección B, p. 4.
Un artículo anónimo
"Ciudades: el voto definitivo". (2000, Febrero 21). Reforma,
Sección A, p. 4.
Una película o cinta de vídeo
Reisz K. (Director) y L. Clore (Productor). (1981). La amante del
teniente francés. [Cinta de Video]. s. l.: Metro-Goldwyn-Mayer.
Un programa de software
Microsoft Works for Windows 95 (1995). [Programa de
Computación]. Redmond, WA: Microsoft.
Información de Internet
El desarrollo de la informática ha propiciado una
nueva fuente de información vía las redes del ciberespacio, es decir, la
Internet.
Como cualquier documento, los localizados en la red
generalmente indican además de su dirección, autores, títulos, nombres
del sitio o página (web), así como nombre de instituciones,
organismos o personas responsables de dichas páginas.
Muchas veces se accede a un documento que proviene de
una página principal; es recomendable indagar y especificar dicho origen.
Se siguen las mismas indicaciones como cuando se
registra cualquier otro documento, dependiendo del estilo elegido.
Ejemplo de registro de datos de un documento de
Internet:
Ramírez Rodríguez, Juan Carlos y Griselda
Uribe Vázquez (1993), "Mujer y violencia: un hecho
cotidiano" en Salud Pública de México,
marzo-abril, Vol. 35, Núm. 2,
http://www.insp.mx/salud/35/352-4s.htlm
"La violencia de género, un obstáculo
para el desarrollo" (1998), en Campaña de las Naciones
Unidas por los Derechos Humanos de las mujeres,
http://www.rolac.unep.mx/mujer98/mjnov25.htm
"El crimen oculto – la violencia
doméstica" (s. a.), en NCPC (Consejo Nacional para la
Prevención del Crimen, material en español, Washington,
E.U., http://www.ncpc.org/esp7.htm
|
Fichas de trabajo o de contenido
Para registrar el contenido de la fuente documental se
utilizan las llamadas fichas de trabajo o de contenido. En estas se
escriben todos los datos que servirán para la investigación.
Hay investigadores que integran en una misma ficha, los
datos completos acerca de la fuente y el contenido. Esta manera de hacerlo
es funcional cuando la información es breve y, o, se redactan resúmenes
y sólo se necesite una ficha por obra.
En cualquier caso, además del registro de la
información proporcionada en el documento, una ficha de trabajo debe
contener los siguientes datos: Tema, subtema (opcional), referencia de la
fuente de información (puede hacerse de manera simplificada si ya los
anotó aparte en una ficha de registro de datos acerca de la fuente
documental).
Es recomendable agregar a cada ficha un tema y subtema
con el fin de clasificarlas según la información contenida. Estos pueden
corresponder al esquema o índice tentativo de la investigación.
El tamaño más común es el de 20 x 12.5 centímetros,
pero, al igual que en las anteriores, el tamaño no es importante. Puede
utilizar hojas o tarjetas de media carta o un cuaderno o libreta.
Lo que sí es importante, es la posibilidad de
desprenderlas y manejarlas por separado para ordenarlas de acuerdo la
información contenida.
La producción de las fichas o tarjetas de trabajo
requiere de la lectura de los documentos.
Miguel
López Ruiz (1989:39) sugiere como primera etapa, una lectura exploratoria
que permita depurar las fuentes y registrar sólo aquella información
útil al trabajo. El autor propone seis pasos a seguir:
Leer de manera global el texto
Descifrar el vocabulario
Localizar las palabras y expresiones clave
Identificar las relaciones de significado
Hacer una recapitulación de lo leído
Determinar el tema o asunto
Por otro lado, resulta conveniente realizar una segunda
lectura y subrayar las ideas y datos valiosos para después vaciarlos en
las fichas.
Un formato de ficha de trabajo puede ser como el
siguiente:
Tema Subtema
Contenido
Identificación y número(s) de página(s) de la
referencia o fuente de información
|
Ejemplo 1:
Documentos académicos Ensayo
Nery Córdova distingue tres tipos de ensayo
académico: teórico, expositivo y doctrinario.
Córdova, 1996:189-236
|
Ejemplo 2:
Documentos académicos Ensayo
Ensayo teórico
El ensayo teórico es "un trabajo de
ascendencia conceptual y de usanza propiamente académica" (p.
189). Es por esto que el ensayo teórico, señala el autor, presenta
ciertos límites que restringen la característica propia de un
ensayo, su estilo libre. Esta limitante "está dada por el
requisito de la conceptualización, sea esta de sentido
interpretativo o con uso de citas y referencias teóricas, de
autores e investigaciones diversas" (p. 189).
Córdova, 1996
|
Tipos de ficha
La forma en que se registra la información origina una
variedad de fichas de trabajo. Estas se dividen entonces en: Textuales; de
resumen o paráfrasis; de comentario personal y mixtas.
Fichas textuales
Ficha que recoge íntegramente lo dicho en la
fuente de información. Aquí se trascriben las frases, palabra por
palabra tal como lo dijo el autor, esto es, se cita textualmente.
Sirve para guardar y seleccionar información
importante en frases clave.
Se debe cuidar que lo seleccionado contenga ideas
completas.
Como estas fichas se componen de citas textuales,
no es ocioso recordar que todo lo trascrito debe entrecomillarse
(" ") sin importar el número de renglones.
Fichas de resumen o
paráfrasis
Aquí se expone la idea del autor en pocas palabras sin
alterar el significado original. Se debe resumir cuando:
El autor por cuestiones de estilo adorna la idea
con palabras que son innecesarias para su comprensión
Se aportan datos complementarios pero no
fundamentales
En el texto consultado el desarrollo de una idea
se extiende a lo largo de varias páginas
Fichas de comentario
personal
Se escriben los datos o ideas que en determinado
momento le surgen al investigador.
No tiene referencia o fuente de información.
Fichas Mixtas
Esta ficha, al igual que la de comentario, tiene como
principal fin exponer el criterio del investigador en relación con los
datos que va obteniendo conforme los selecciona.
Es útil para adelantar juicios que sustentan una tesis
personal o, llevan a la demostración de que determinada idea estaba
equivocada.
También se utiliza para dar coherencia a una cita
textual que depende de un párrafo anterior muy grande.
Se pueden elaborar en combinaciones diferentes:
Se copia textualmente una parte y se incluye un
resumen del resto.
Se copia textualmente una parte y se agrega un
comentario personal.
Se mezclan partes de resumen, partes textuales y
comentario personal, sin alterar la idea expuesta por el autor.
Cómo tomar notas
Siguiendo a Melissa Walker (2000:165) resumimos algunas
recomendaciones para tomar notas y elaborar nuestras fichas de contenido:
Anota en cada ficha la
identificación de la referencia. Harás demasiadas fichas como para
recordar de dónde provino cada una.
Detente antes de hacer
cada nota y pregúntate si es realmente pertinente. Si no estás
totalmente seguro o segura, toma nota, más vale tener la
información a la mano en caso de ser necesario.
Antes de escribir un
pasaje del documento, decide si es conveniente hacerlo textualmente
o resumirlo.
Recuerda entrecomillar
toda cita textual.
Agrega símbolos para que
puedas identificar tus comentarios y dudas rápidamente.
Para ahorrar tiempo y
asegurar la precisión, puedes fotocopiar los pasajes de más de
pocas líneas. Puedes recortar y pegar.
Detente de tanto en tanto
y evalúa tu progreso. Ordena tus notas en categorías. Consulta tus
fichas de referencia para identificar las fuentes que no has leído
y has una lista de lo que te queda por hacer.
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