12 de octubre San Serafín de Montegranario (1540-1604), purísima flor de vida capuchina, es representado, en su "vera effigies" más conocida, mostrándonos el crucifijo y el rosario, que sostiene en la misma mano. Cuando vino al guardián del convento, pidiendo la entrada en la orden, le dijo que él no tenía nada, tan sólo el crucifijo y el rosario. No fue hábil en las tareas humanas; no fue docto (tampoco era analfabeto), pero tuvo la sorprendente ciencia de los santos, que es el amor. Y el amor hace maravillas. Este himno gira en torno a esta palabra, tan querida en nuestra tradición seráfica: el amor. Precisamente le pusieron por nombre a él, Serafín. Serafín significa "ardiente". Y el amor tuvo en él una manifestación maravillosa, hasta el punto de que... le prohibieron hacer milagros. Ahora bien, en los milagros resplandece Cristo. Y esto es lo que cantamos. Pensando en san Serafín de Montegranario, quisiéramos que nuestra vida fuera tota ella renovada en el amor, hasta que nuestra muerte sea un abrazo de amor. |
Vocación de serafín, |
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