ADOLFO SEÑORANS,
MÉDICO DEL HOSPITAL RIVADAVIA
Y “HÉROE DE LA FIEGRE AMARILLA”
Por el Dr. Rodio Raíces
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Nació en 1835 y falleció
en Buenos Aires en 1871 - atendiendo a las víctimas de la fiebre
amarilla - cuando contaba sólo 36 años de edad.
Hasta entonces había sido médico del HOSPITAL DE MUJERES (actual HOSPITAL RIVADAVIA), con quince años habidos de continuadas labores, efectuadas siempre a título gratuito.
La epidemia había comenzado
en el barrio de San Telmo, el 23 de febrero de 1771, y hacia el mes de
julio eran 13.614 las personas fallecidas por su causa.
Cundió el pánico. Unos
quedaron en la Ciudad, pero huyó la mayoría. De 190.000 habitantes,
la población se redujo a 60.000.
Mas pronto desapareció la desesperanza
y se organizó la defensa. A iniciativa de doña
Luisa Muñoz de Cantilo, dama de la Sociedad de Beneficencia, se
concretó el alquiler -para lazareto- de la “Quinta del Dr. Leslie”,
que poseía una espaciosa casa y unos amplios galpones. Estaba
limitada por las actuales calles Córdoba, Pueyrredón, Paraguay
y Azcuénaga, con entrada a esta última, hacia la altura del
vigente Sanatorio Otamendi - Miroli.
Al frente de este sitio de aislamiento se puso entonces al Dr. Señorans, secundado por el practicante Pedro F. Roberts y por las “monjas del Huerto”, todos del HOSPITAL DE MUJERES (ahora HOSPITAL RIVADAVIA). Ocho días después contaba con 25 camas y 17 enfermas.
En la batalla - como dijimos - cayó muerto del terrible flagelo el Dr. Adolfo Señorans, y se lo enterró en el Cementerio de la Chacarita recién inaugurado.
Los doctores Gil Méndez y Francisco
Javier Muñiz, médicos vinculados a la Casa, también
fueron fulminados por el morbo.
Hasta su clausura, ocurrida el 7 de
julio, se internaron en el mencionado lugar a 338 pacientes, de las que
sólo 171 continuaron con vida.
Varios médicos del Hospital
Rivadavia, hacia fines del siglo XIX, pidieron por nota a las autoridades
- y en más de una ocasión - lla colocación de los retratos
de Señorans, Pardo, Álvarez y Muñiz, en la Sala de
Honor del HOSPITAL RIVADAVIA, sin que se cumpliera con la solicitud, cabiéndome
el honor de dar satisfacción al proyecto, en el marco del Salón
de Notables del Hospital Rivadavia, hacia 1987.
El retrato de Señorans, en
particular, es una fotografía de un óleo situado en la residencia
de una de sus parientes, en la tradicional localidad de San Isidro.
Un monolito con el nombre de nuestro colega, y el de los otros “héroes de la fiebre amarilla”, se levanta en la actual plaza Ameghino, vecina del Hospital Muñoz, para destacar el valor de tantos médicos, enfermaras, monjas y practicantes que ofrendaron su vida en el cuidado de los necesitados.=