Todos sabemos que las aves cantan, pero la mayoría de las veces nos cuesta saber cual es el pajarito que estamos escuchando. Vale decir, desconocemos cómo cantan las distintas especies.
A muchos de los amantes de la naturaleza nos gusta ver animales silvestres. Aves, por ejemplo. Y ellas están por todos lados. Pero en muchos casos se encuentran escondidas y mimetizadas. A veces son tan pequeñas, como los picaflores por ejemplo, que no las vemos aunque estén cerca y a la vista.

Entonces surge la necesidad y conveniencia de que nuestra búsqueda visual sea asistida por otro recurso: nuestros oídos. Cuando salimos a campo, en casi cualquier tipo de ambiente, vamos a oír más de lo que vemos. Es precisamente el canto de las aves lo que nos permite orientar la vista en la dirección en la cual estan escondidas. Y recién entonces tendremos, quizás, una oportunidad observarlas.

Cada especie tiene un canto que lo diferencia de las demás. Así, sus trinos, silbidos o melodías pasan a ser un criterio de identificación. Incluso existen muchas especies de aspecto similar, hasta casi idénticas, pero cantan distinto. Y muchas veces las oportunidades de avistaje que nos permite la naturaleza son de apenas segundos, dificultadas por excesiva distancia, contraluces, etc, lo que vuelve difícil, y a veces imposible, llegar a diferenciar las especies visualmente.

Vemos entonces que las voces son una herramienta fundamental no solo para ubicar la presencia de aves escondidas, sino también para identificarlas correctamente en el campo, coronando el esfuerzo de búsqueda y reconocimiento.

Para cualquiera de nosotros sería harto difícil aprender 50 idiomas distintos en un sólo día, y eso mismo ocurre cuando queremos aprender las voces de las aves. Cuestan fijar en la memoria. Pero la práctica todo lo logra, y si nos proponemos este objetivo, pronto podremos identificar muchas especies sin siquiera ver el animal.

Sin embargo, cuando llegamos a la reserva nuestros oídos aún no están en sintonía con la naturaleza. Estamos habituados y atentos a otros sonidos: a las voces humanas, a la música o a los ruidos de dispositivos mecánicos como el ventilador de la PC o el paso de un avión. Pero en Ribera Norte, o cualquier otra reserva, la naturaleza nos habla en sonidos que hemos aprendido a desoír. En mi caso tardé muchos meses en darme cuenta que entraba a la reserva mirando y no escuchando. Cuando aprendí a sintonizar, comencé a ver más aves.

¿Cómo podemos ejercitarnos para empezar a oír y aprender las voces de algunas aves?

Pues hay una manera: entre el material didáctico disponible en Ribera Norte esta el tablero que permite ir el canto de 4 especies de aves que frecuentan la reserva. Pulsando las respectivas teclas según la ilustración, se emite por unos segundos la voz correspondiente (ver cuadro abajo).

Este dispositivo es una contribución mía a Ribera Norte, motivda por el convencimiento que, de utilizase brevemente por visitantes ocasionales antes de recorrer el sendero, los predispondrá a oír. Solamente eso. Lo demás será cuestión del interés de cada uno. Entiendo también que son muchos quienes, a través de este aparato, han asociado por primera vez la imagen del Zorzal Colorado con aquel cantor del alba que nos despierta con su voz melódica a las 3 o 4 de la mañana, a partir de los primeros días de Septiembre de cada año.

La única manera de aprender las voces es practicar. Seguramente existen muchos cantos que hemos oído desde nuestra infancia. Para éstas bastará con reconocer una única vez el ave que la emite, y nunca más lo olvidaremos. Con otras es cuestión de práctica, realizando salidas con guías, o consiguiendo cassettes (disponibles comercialmente) que contienen las voces de diversas especies que pueblan ambientes particulares o regiones naturales del país (aves pampeanas, aves de Misiones, de Patagonia, de Esteros y Lagunas, etc.).

Las especies representadas son: Izquierda: Hocó Colorado (Tigrisoma lineatum) Derecha, de arriba a abajo: Picaflor Garganta Blanca (Leucochloris albicollis) Boyero Negro (Cacicus solitarius) Zorzal Colorado (Turdus rufiventris) ¿Quieres oír ahora los cantos ahora? ¡Solo hay que hacer "click" sobre los nombres subrayados, o sobre el "botóncito" al lado de cada ilustración.