Editorial

La Conciencia hace que nos descubramos, que nos acusemos a nosotros mismos, y, a falta de testigos, declara contra nosotros

Montaigne

Según parece, una de las características de ser joven es la rebeldía hacia las reglas impuestas por la sociedad, es por ello que el joven pensante busca por cualquier medio la oportunidad de abrir espacios para que su voz sea escuchada por muy insignificante que pueda parecer su comentario. Si el joven advierte que su voz quiere ser acallada, reclama a la sociedad la represión a la que está siendo sometido.

 

Desgraciadamente, algunos ignorarán esta llamada de atención y muchos otros aprovecharán la ocasión para llevar agua a su pozo; para otros, ese reclamo no pasará de ser un simple berrinche de niños testarudos que no saben lo que quieren, o peor aún, es clara muestra que detrás de ellos existen personajes siniestros que guían los pensamientos de estos jóvenes aún inmaduros e incapaces de emitir cualquier tipo de opinión. En resumidas cuentas, la voz que clama su derecho a ser escuchada será minimizada, satanizada o ignorada. Paradójicamente, los mismos que intentan reprimir esa libre expresión son los que alegan que la juventud se ha vuelto pasiva y que ellos lo que hacen es abrir espacios para que los imberbes expresen sus opiniones, limitadas claro, en pos de la objetividad y el respeto a la sociedad.

 

Para estas personas, aquellos que no atendemos a estos criterios, no pasamos de ser rebeldes sin causa o niños mimados, que al ser manipulados, no somos capaces de entender la benevolencia de estas observaciones que sólo buscan nuestro bienestar. La pregunta en este caso es ¿ellos cómo pueden asegurar que estos criterios, normas o reglas son en nuestro beneficio, si ni siquiera se han tomado la molestia de escuchar lo que tenemos que decir?

 

Ciertamente, se intenta callarnos por miedo a posibles criticas que ellos creen serían infundadas, o peor aún, muy bien fundamentadas. Pretextando ayuda, se intenta limitar nuestra expresión, pues argumentan que no tenemos la capacidad ni los conocimientos necesarios para emitir nuestras opiniones, así pues, sólo debemos hablar sobre lo que estudiamos, darlo a conocer a cierto y limitado público, y para mejores resultados, ellos con su maravillosa generosidad, revisarán nuestros escritos, buscando defectos de cualquier tipo que pudieran dañar nuestra imagen, o mejor dicho, su imagen.

 

Irónicamente y para su desgracia, las cosas no siempre salen como quisieran, ya que por sus criterios, reforzamos nuestra ideología y objetivos, y mostraron que aunque no les guste, el joven piensa y sus opiniones pueden ocasionar caos en este mundo conformista, finalmente hicieron que la comunidad pensara si realmente vale la pena que los jóvenes nos expresemos, inclinándose la balanza a nuestro favor.

 

Conciencia ha logrado que descubramos un espacio de libre, analítica y objetiva expresión; ha acusado a nuestra pasividad y nos ha declarado excesivamente apáticos, pero si algo bueno sacamos de este momento de trance es, que estamos dispuestos a enmendar nuestras faltas y empezar a actuar conscientemente en nuestra sociedad, expresando nuestras inquietudes, observaciones y críticas lo más fidedignamente posible. Al mismo tiempo ha permitido que quienes no nos miran con buenos ojos, descubran sus temores, se acusen intolerantes a la crítica y se declaren –ellos mismos- cerrados ante cualquier manifestación de opinión que se pueda dar. Ahora sólo esperamos, que así como nosotros decidimos poner manos a la obra y convertirnos en jóvenes conscientes, ellos hagan su parte, y en vez de intentar “ayudarnos”, nos den la libertad que exigimos, y de la cual nosotros sabremos ser responsables.

 

Una disculpa a todos aquellos que se sintieron involucrados en tan “inútil” causa y que por ello ahora son tachados como revoltosos pseudoestudiantes que sólo quieren echar la güeva. Aún así, estamos seguros que nuestra causa es justa y que no nos vamos a quedar callados porque ustedes tengan miedo a las represalias por denunciar lo que está mal, o porque su interés de quedar bien con quien en este momento tenga el poder se vea afectado.

 

Reiteramos nuestro agradecimiento, primeramente a todos los que nos demostraron su simpatía y creyeron en nosotros, a todos aquellos que nos apoyaron y que no nos dejaron solos, también a quienes siempre nos han demostrado su confianza y nos han permitido seguir adelante; pero sobretodo, gracias a quienes no lo hicieron, porque por ellos nos dimos cuenta que sí somos rebeldes, pero con una verdadera causa, porque nos reforzamos, nos reanimamos y hemos encontrado una razón más para seguir publicando, ya que gracias a ellos hemos confirmado que realmente estamos haciendo conciencia.