Gente de México 1992

Canciones:

Lado I:

EL JUGLAR SE HA MARCHADO DEL REINO
CRONICA DEL DESIERTO
DE GESTA SINIESTRA

Lado II:

ESBIRROS
LA PALABRA AZUL
AMAR
EVERNESS

Lado III:

CANTO DE LA SANGRE

Letra: Rubén Darío.
Víctor Rufino: Viola, arreglo de viola.
Pedro tello: Mandolina, arreglo de mandolina.
Arturo Meza: Música, arreglos, arreglo de mandolina, Guitarra de 12, Teclado y Voz.

LOS RELOJES CELESTES

Letra y Música: Arturo Meza. Excepto donde se indica el fragmento de Francois Villón.
Textos en latín: seleccionados por Tello y Meza del Apocalipsis de San Juan y del Réquiem.
José Luis Fernández Ledesma. Teclados, Timbal y Relojes.
Pedro Tello: Teclados y Relojes.
Julio Sandoval: Bajo.
Laura Herrera: Percusión.
Ismael Corche: Batería y Segunda Voz.
Agustín Pimentel *: Instrumentos mesoamericanos.
Alejandro Méndez *: Instrumentos mesoamericanos.
David Méndez *: Instrumentos mesoamericanos.
*del Grupo la Tribu, invitados superespeciales.
Arturo Meza: Arreglos, Guitarra y Voces.

LADO IV

ANGEL EXTERMINADOR

Letra y Música: Arturo Meza.
Pedro Tello: Clavecín.
Julio Sandoval: Bajo.
Laura Herrera: Bongos y Coros.
Arturo Meza: Arreglos, Teclado de Cuerdas y Coros, Timbaletas, Batería Electrónica y Voz .

AL BORDE DEL ABISMO

Letra y Música: Arturo Meza.
José Luis Fernández Ledesma: Arreglos y Teclados.
Julio Sandoval: Bajo.
Laura Herrera: Percusión.
Ismael Corché: Batería Electrónica.
Agustín Pimentel, Alejandro Méndez y David Méndez: Percusiones mesoamericanas, silbatos, Ocarinas, flautas y Voces.
Arturo Meza: Arreglos, Guitarra Eléctrica y Voz.

Créditos:

Agradecimientos de todo Corazón:

A José Luis Fernández Ledesma y Quintana por su apabullante uso de la belleza, sus arreglos y entrega hipnótica en la producción.

A Pedro Tello la investigación y aporte de los textos en latín usados en “Relojes Celestes”, asi como su infinita sensibilidad en la asesorìa de arreglos y formación de los temas.

A Julio Sandoval toda su providencia y organización.

A Laura Herrera por su sonrisa que aleja tempestades y malas vibras y por sus tambores que alejan cucarachas, ratas y vampiros musicales.

A Edmundo Islas por su Derviche Musical.

A Arturo Romo no le agradezco por que si lo hago nunca más me vuelve a echar la mano.

A Víctor Rufino por su Viola violadora de silencios volcánicos y por su maldito buen sentido del humor.

A David, Agustín y Alejandro por su fuente espiritual inagotable de Vieja Tribu que alimenta los engranes que dan movimiento a las danzas del Conejo, del Coyote y del Venado Sagrados. Gracias hermanos (un saludo a Gilberto y a Ramiro que andaban de vacaciones).

A Carlo que solo con mi música le puedo agradecer.

A Marisa por todos los planetas, sistemas y galaxias que tuvo que cruzar para venir a Shan el planeta negro, a la guerra.

A Giel y a Nubair, mi vibración.

Y por ultimo al Arturo Meza le agradeceria que se quitara el nombre, por que siempre se me olvida.





EL JUGLAR SE HA MARCHADO DEL REINO

Un día decidió partir a las tierras bajas
Donde la sonrisa es gris, donde muere el sol.
En los libros de Sumaris conoció la ley
Que aprisiona a los enfermos de aquella región
Y esa historia dividió su corazón.
Nunca antes hijo nuestro a excepción del Rey
Cruzó la argentina linde con misión terrestre,
Puede ser que no regrese, puede ser caiga,
Como el unicornio blanco en manos de Orión.
En el reino su silueta se esfumó,
En el reino extrañaremos su canción.
Elfos, Gnomos y Guerreros han cruzado el río,
Van en busca de su rastro, van temiendo el frío,
Y contaron que vampiros, sierpes y estrigones
Habitan a esos humanos, simulando cuerpos;
No le vieron caminar con su laúd
Ni las runas le podrán hacer volver.
En el reino su silueta se esfumó,
En el reino extrañaremos su canción.

CRONICA DEL DESIERTO

Estoy aquí, deambulando sin parar
En la elipse más terrible del desierto
Travesía que se lleva en agonía
Donde el crimen es el pan de cada día.
El horror está al sur de la meseta
Ya caídas las estrellas por la culpa de los robos,
Por la envidia y la ambición.
Y esos locos que dormitan en las cuevas
Son criaturas hechizadas por los magos.
Les robaron su energía, magos negros del dolor.
Como bestias indolentes masacraron sus ejércitos,
Hijos de la sierpe roja
Que se arrastra circular por los pasillos
De los pueblos calcinados.
Su baba quema, su aliento altera los sentidos
Su cola devasta como un ciclón todo a su paso
Insoportable escuchar tanto gemido
De indefensos triturados sin piedad.
La muerte pisa tierra extraña
Vieja llaga, siembra amarga, es mi planeta.
Entretejidas cabelleras rojas a la espalda
Espadas de ornis y corazas de marfil,
Jinetes montados en equidurnios corceles
Hombre de armadura negra,
Lentamente cruzan la llanura gris,
Entre lodo, sobre cadáveres avanzan.
Cruz gamada, mil emblemas, mil banderas,
Mil estrellas, mil colores, mil discursos,
Mil corderos, presa de los carniceros;
Cuerpos blandos de mujeres,
Niños pálidos en desbandada, mil mentiras.
Estoy aquí, deambulando sin parar,
En la elipse más terrible del desierto
Travesía que se lleva en agonía
Donde el crimen es le pan de cada día.
Alguien me acecha, no podré cruzar los valles
Sin el agua me marchitaré.

DE GESTA SINIESTRA

He visto escalar a un hombre el infierno,
Cabalgando desiertos con ojos de dunas.
He visto a los locos escribir sus poemas
cuando la luna esta hambrienta
He visto a Luzbel llorando en silencio
Con sueños de ángel, con hambre de perro.
He visto a un hombre colgado en la cruz
y a una hembra en la hoguera.
Ambos me amaron como nadie lo ha hecho.
He visto a un ángel en una isla desierta escribiendo con fuego
Las siete ecuaciones que habrían de acabar con la bestia.
He visto a mi madre parirme en invierno
Y a los magos oscuros que habrían de matarme.
He visto los ojos de Sirio y la lengua del diablo
Ambos bordaron su frase bendita-maldita en mi corazón.
En un leprosario vi a un hombre sediento de olvido
Era Iscariote sin uñas de tanto arañar el recuerdo,
Su alma vacía y sus ojos perdidos en una tormenta.
Vi a Pedro seguirle la huella y sanarle su pena.
He visto a Hannan rondando mi casa,
Buscando al fantasma de luz que quemó sus tinieblas.
He visto cruzadas de esbirros quemando santuarios
Y a templos extraños que queman verdades en sus altares.
He visto a mi madre parirme en invierno
Y a los magos oscuros que habrían de matarme.
Vi enloquecer a mi pueblo en las ruinas,
Era el fin del imperio de la sangre morena.
Vi a los negros partirse en dos y ser despojados
Ser arrastrados y marginados a una tierra de esclavos;
Lugar donde habrían de sembrar a golpe de látigo en sus espaldas
Una música hermosa que habría de abolir las cadenas del alma.
He visto a un hombre borracho matar a su nieta
Y a un viejo en la calle arrastrarse a u rincón del asfalto
A encontrarse con la muerte sin temor a la cita.
He visto a una hueste de seres malignos violando menores.
He visto la rueda y el péndulo eternos que marcan el ritmo
De Abel y Caín en esta terrible y divina comedia.
He visto una llaga en el pecho de ambos y de Madre María.
He oído cantar en la noche más larga del tiempo
A un ciego poeta un himno siniestro.

ESBIRROS

Oscuro es tu poder y movimiento
Sierpe de las tinieblas, incubadora de súcubos fratricidas,
sanguijuelas y vampiros doctorados
eres la Jezabel fornicaria.
Reyes abominables te alimentan con los plasmas de sus pueblos
el tintineo de tus joyas es el rechinar crujiente
de las fauces de las huestes.
He aquí que habéis comprado tierra santa a usureros y traidores
reina escarlata y púrpura, la palabra mágica
esta invertida en tus entrañas,
muchas son tus cabezas malignas y siniestras:
Píos, Paulos, Constantinos, Bonifacios, papas dorados, anticristos
envenenadores de si mismos, hijos de Hannan y de Caifas.
de Cesares a papas; de emperadores ebrios a hipócritas prelados,
jesuitas maquiavélicos y comerciantes;
loyolistas asesinos, papas negros; buitres inquisidores,
concordatos de muerte en tus archivos;
y los clavos del Nazareno en tu conciencia;
la cabeza del bautista y el cuerpo lacerado del planeta,
y tantos otros muertos por tus garras, extrañas garras.
¿Para quién trabajas hermano?
¿Quién es tu dios que vive siempre escondido en la penumbra?
¿Quién es?

LA PALABRA AZUL

¿Quién orará en los tapancos de las cantinas,
donde fornican homosexuales?
¿Quién cerrará las puertas de este infierno?
¿Quién llevará a este planeta hacia la luz?
¿Quién cortará los cuernos de la bestia vaticana?
¿Quién cantará en los desiertos el último suspiro?
Hoy Judas come con el maestro a su diestra
Y a la siniestra sigue palpitando aquél beso.
¿Quién estará despierto cuando llegue Jesús?
¿Quién tendrá las manos vacías y los pies descalzos
y el corazón tan puro?
Y dejará brotar de su pecho la palabra azul.

AMAR

Amar es cosa fácil, se puede morir uno en la cruz
Con amor no hay humillaciones.
Es fácil amar las hojas y el rocío de la mañana;
Es fácil amar a mi enemigo como así de fácil él nos mata a un hijo.
Es fácil orar por los caídos, como fácil es curar a los enfermos;
Es fácil abogar por el impío criminal y el inocente.
Con amor no hay miedo y las culpas se disipan;
Cubrir del frío al viejo pordiosero,
Levantar del suelo a la ramera;
Cuan fácil es amar sin egoísmo, pero pocos lo comprenden,
Pero pocos lo comprenden.
Amar la bella música y todo el arte regio
La alta ciencia, no la de ciegos.
Cuan fácil es amar la filosofa que abre puertas
Y derriba muros de laberintos sin salida.
Amar con toda el alma la mística sublime
Por que esta es la casa del amor
Y como no ha de amar la madre al hijo
Como Dios os ama desde siempre.
Cuan fácil es amar por amar
Amar por amar ya es agua que deben beber
Todos los hombres y planetas.

EVERNESS

Solo una cosa no hay, es el olvido
Dios, que salva el metal, salva la escoria
Y cifra en su profética memoria
Las lunas que serán y las que han sido.
Ya todo está, los miles de reflejos
Que entre los dos crepúsculos del día
Tu rostro fue dejando en los espejos
Y todo es una parte del diverso
Cristal de esa memoria, el universo;
No tienen fin sus arduos corredores
Y sus puertas se cierran a tu paso
Solo del otro lado del ocaso, solo del otro lado del ocaso
Verás los arquetipos y esplendores.
Ya todo está, los miles de reflejos
Que entre los dos crepúsculos del día
Tu rostro fue dejando en los espejos
Y todo es una parte del diverso
Cristal de esa memoria, el universo, el universo.

CANTO DE LA SANGRE

Sangre de Abel, clarín de las batallas,
luchas fraternales, estruendos, horrores
flotan las banderas, hieren las metrallas
y visten de púrpura los emperadores.
Sangre de Cristo, el órgano sonoro,
la viña celeste da el celeste vino
y en el labio sacro del cáliz de oro
las almas se abrevan del vino divino.
Sangre de los martirios, el salterio,
hogueras, leones, palmas vencedoras.
Los heraldos rojos con que del misterio
vienen precedidas las grandes auroras.
Sangre que vierte el cazador, el cuerno
furias escarlatas y rojos destinos
forjan en la fragua del oscuro infierno
las fatales armas de los asesinos.
¡oh, sangre de las vírgenes!, la lira etérea,
encanto de abejas y mariposas.
La estrella de Venus desde el cielo mira
el purpúreo triunfo de las reinas rosas.
Sangre de los suicidas, organillo,
fanfarrias macabras, responsos corales
conque de Saturno celebrase el brillo
en los manicomios y hospitales.
Sangre que la ley vierte, tambor a la sordina,
brotan las adelfas que riegan la muerte
y el rojo cometa que anuncia la ruina.

RELOJES CELESTES

¿Alguna vez pudiste quitar la viga de tus ojos?
¿y ver amanecer un cielo sin piedras en tu corazón?
Mil veces sentiste cruzar siete espadas en tus sienes
quisiste amar, pero era un tiempo terrible y extraño.
recuerdas palabras escritas con tinta de sangre...
“Quién más me quiere es quién más me ofende,
y el más sincero es quién mejor me miente,
mi amigo es aquél que me hace mirar,
que un cisne blanco no es sino un cuervo vestido de negro”
y lograste amar no solo a quién puso una trampa en tu lecho,
también al traidor que escogió tu prisión por un tiempo,
y que decir de aquél que intentó llevarte a su reino,
pero un demonio famoso te hizo caer, caer.
Un fuego tremendo del Este se ha levantado,
cuatro jinetes hicieron sonar sus trompetas.
Porque amarga es vuestra dulzura, ¡escuchad!
Ahora los relojes celestes han marcado una ruta
Donde dios aparece en un sueño. ¡escuchad, impíos!
Tuviste veinte siglos para no olvidar
Que tierra se escribe con sed y tortura
Que Sodoma y Gomorra no fueron una invención
De un poeta maldito o un loco invertido,
Y en el trotar de tantos años no se han liberado
Y no contentos con sus pestes han condenado
Los días del despojo y la guerra no han concluido ¡no!
Senderos de espinos y abrojo son la conquista
Aciaga justicia en la boca de tus soldados,
Que ahora confunden su día con la noche más densa.
Un fuego tremendo del Este se ha levantado,
Cuatro jinetes hicieron sonar sus trompetas.
Por que amarga es vuestra dulzura, ¡escuchad!
Ahora los relojes celestes han marcado una ruta
Donde dios aparece en un sueño. ¡escuchad, impíos!
El vientre de la gran Ramera está putrefacto
Perfuma su cama escarlata con sus hedores
Aromas que atraen a los jefes de las naciones
Maricas y cerdos erguidos con papel de Mesías
Les dan de beber a sus críos en inmundos galones
Mientras afilan las armas de sus legiones.
Vampiros que cruzan los cielos de pueblos dormidos
Aves siniestras que entonan terribles graznidos
El miedo, el pavor y la muerte no fueron vencidos;
Tuviste tantos siglos para despertar
Pero buscando tu comodidad
Nunca saliste a luchar por otro destino, por otro camino.
Un fuego tremendo del este se ha levantado,
Cuatro jinetes hicieron sonar sus trompetas.
Por que amarga es vuestra dulzura, ¡escuchad, impíos!
La gran Ramera te ha revolcado
La gran Ramera te ha sobornado
Tuviste a sus monjes a tu lado predicando mentiras
A reyes y princesas fornicando con sus bufones
Mientras dejabas flotar el cadáver del Angel
Y a un sin numero de prisioneros escupiendo su sangre
Y más de un millar de criaturas comiendo inmundicias
Era un aullido terrible de muertos sin nombre
Ya a nadie le dolía la muerte en ese holocausto.
La gran Ramera te ha fornicado
Y aun así permitiste que hechara raíces en tu corazón
Y aun así le diste a esa bestia a todos tus hijos
Que estúpidamente en su frente muestran el sello
Y el anillo en sus dedos.
La gran Ramera te ha fornicado.
El ángel no puede dar marcha atrás
El sello está destrozado
Tuviste tantos siglos para despertar
Pero buscando tu comodidad nunca saliste a luchar
Por otro destino, por otro camino.
Un fuego tremendo del Este se ha levantado,
Cuatro jinetes hicieron sonar sus trompetas.
Por que amarga es vuestra dulzura, ¡escuchad, impíos!
Ahora los relojes celestes han marcado una ruta
Donde dios aparece en un sueño
¡Despertad, impíos!

ANGEL EXTERMINADOR

Tenía en su pecho un extraño signo
Un universo de paz en sus ojos
Inscrito en el arcano del tiempo
Viajero regio del infinito
Inclina el rostro y mira la soledad.
Un hervidero en las sombras, humanidad en la basura,
Planeta amargo, densas tinieblas
Yerma morada del anticristo
Que a toda luz que ven en el cielo
Disparan odio con sus arcos
Hartos de espantos, rostros de frigidez.
La peste recorre el corazón de la ramera,
Crujir de dientes, polvo de estrellas,
Serpientes que se escurren de las bocas
Millones de años-luz del sol
Palacios de expiación entre lodo
No encontrarán siquiera un pensamiento, ¡no¡
Esto no tiene sentido
Es un lugar lejos de su ruta.
Serenamente abre la puerta
Guerrero solitario del relámpago
La hueste necia no se podrá ocultar
Lengua de fuego, ángel exterminador
Su canto es una tormenta de severidad,
Es una espada de magos
Que sembrará de muerte el abismo.

AL BORDE DEL ABISMO

Levántate y camina, si has de servir de guía a otros hazlo ya,
Que los tiempos se acortan y nadie debe quedar dormido.
Es la fecha en que el usurpador deberá caer.
Que no queden caminos sin limpiar ni recorrer
Que no queden niños a merced de los buitres
Que la prostituta vuelva a ser mujer
Y que no queden hienas en el sanedrín de hoy
Que tu palabra sea de luz y se descorra el velo de los templos
Aunque todos los hipócritas rasguen sus vestiduras
Que bien les hará ventilar un poco esas carnes sucias y podridas
Al borde del abismo.
Bienvenido Judas a mi corazón
Lo que tengas por hacer se va a cumplir
No tengas miedo igual Esteban va a caer entre las piedras
Tomás por una lanza y si te mostrase el cuadro de terror que se avecina
Comprenderías que una gota de rocío
Es más que tu conciencia desquiciada
Descenderás hasta la marca de leproso
Que te dará más calor que mi recuerdo
Pero subirás como burbuja en mares turbulentos y quemarás el tiempo
Y comerás conmigo de ese higo y ese pan de miel que comías indiferente
Al borde del abismo, al borde del abismo, al borde del abismo.
A veces la piedra no comprende al fuego
Sino hasta que es golpeada por otra piedra o el acero
Un lamento en las tinieblas no comprende la armonía que le circunda
Y que lo mueve desde su propio centro
Hay lámparas de fuego que los fríos corazones no sienten
Aromas de flores encarnadas que marean a la cría de Agripa,
De Hannan y de Caifás...
Es difícil encontrar perfume en la inmundicia
Sólo azufre y fuego del Verbo que hiere la conciencia de ángeles caídos
Que ya ni recuerdan quiénes son, ni adonde van, ni a lo que han venido
Angeles dolidos que aún en el destierro
Buscan nuevos destierros en el crimen
Al borde del abismo, al borde del abismo.
A lo bueno dicen malo y a lo malo bueno
A la luz llaman tinieblas y a las tinieblas luz
Al canto de los ángeles llaman blasfemia y a la blasfemia salmo
Al vientre estelar de madre María llaman de Ramera amarga
Y a la amarga Ramera llaman templo dulce vaticano Y bendicen y financian guerras en el nombre de un dios que desconocen
Contra los pocos justos e inocentes
Y a los impíos llaman justos y los coronan reyes
Al despojo llaman santidad y a los bienes males
Que la iglesia y el estado administrarán, encomiendas y tributos
Para que los pobres no tengan y los ricos más y más
Y los dejan muertos de hambre a cambio de su salvación
Y si alguien blasfema en contra del obispo o del gobernador
Vendrán al rescate el santo oficio siglo XX o el ejército triturador
Ahora sin capuchas, casi todos son verdugos
Al borde del abismo, al borde del abismo
Papas estrategas del demonio y del dinero escondidos en vitrinas antibalas
Repartiendo bendiciones de cristiano mentiroso
A cristianos pendencieros
A ignorantes, mojigatas y serviles usureros
Con discursos de palabras muertas en papel para letrinas
Mientras que a escondidas tramitan sus alianzas
Con gobiernos de asesinos y traidores.
Los Angeles no leen en partituras sus discursos
Todo está grabado con punzón de fuego en sus corazones
Obreros que construyen puentes y escaleras de luz en las tinieblas
Los Angeles no se esconden, son libres y no tienen miedo
Mirad al Ave Azul de los trinos mágicos, el bien amado Jesús
Quién no vivía en jaulas de oro
Ni se escondía tras un cristal anti-mendigos, anti-violencia
Del hambriento de justicia, caminaba al lado de rameras,
Despojos y leprosos y los curaba, y les amaba y los curaba
Y vosotros ¿a quién habéis amado? ¿a quién habéis curado?
Si estáis infectos de extrañas pestes y de úlceras sanguinolentas
Por vuestros vicios.
¡Callad profetas mentirosos, que son gusanos los que brotan por vuestra boca
cuando habláis de solidaridad y buenos deseos para vuestro pueblo
que tanto exprimís¡
Al borde del abismo, al borde del abismo, al borde del abismo.
Mirad lo que habéis hecho de vuestro corazón
Un inmundo predio lleno de larvas y reptiles
Al borde del abismo, al borde del abismo, al borde del abismo.
Los Angeles no piden limosna para edificar mausoleos de basura
A santos de cartón...ellos están vivos y no cesan de trabajar
Y no aparecen en medallas conmemorativas.
¡que no hay nada que conmemorar hasta erradicar el odio y la vergüenza
de ser el egoísta numero uno del universo¡
Los Angeles no construyen templos a la vanidad
Saben que es el corazón el único santuario de oración
y de liberación de cargas milenarias
Y que ni las pandillas de maricas fornicarios que dirigen el destino
De los pueblos y naciones podrán con sus legiones de soldados
Y vigías mercenarios detener el canto de mis aves.
Tumban su puerta, masacran a sus hijos, violan a sus mujeres
Dejando su baba de larva nauseabunda en sus entrañas...
En un terrible plan nacido del diablo para abatir el recuerdo
De Dios en sus corazones, pero ni aún así claudicarán...!No¡
Al borde del abismo, al borde del abismo, al borde del abismo.
Gracias niños de la Aurora, venidos de tan lejos a morir por mi,
A velar por mi, que quién cuidaba del rebaño me cuidaba a mi,
Que quién alimentaba a los mendigos me alimentaba a mi,
Quién daba albergue a los desamparados me daba abrigo a mi,
Y quién sanaba el corazón de los caídos me sanaba a mi, me sanaba a mi,
Soy una esencia, una habitación que habita cada corazón
No tengo forma, soy la llama del amor,
de el amor que con tanto fervor habéis crucificado.
Gracias serpientes-hombre por vuestros venenos, vuestras guillotinas,
Vuestras cárceles y falsos testimonios
Que sin ellos vosotros mismos no estaríais
Creciendo en este planeta-escuela.
Y que por todo ello regresaron más templados mis hermanos y mis hijos
Más llenos de voluntad creadora y dispuestos a viajar a otros planetas
Que como el vuestro yacen en la miseria,
En la inmundicia provocada por los que algún día han de venir hasta mí
A tomar lo que en verdad les pertenece
Y no andar robando el oro del lodo de una nación
Al borde del abismo, al borde del abismo.


En las imagenes, imágen de uno de los kct´s, y diversas imagenes (blanco y negro) del libro que acompañaba a dichos kct´s; imagénes de la edición en CD.



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