Créditos:

Música y textos de Arturo Meza.
Portada: José Fors.
Participamos en este ayuno: José Luis Almeida, Emiliano Marentes, Eblen Macari y Arturo Meza.

Arturo Meza: Guitarras, teclaedro y voz.
José Luis Almeida: Batería Electrónica, sinth jazz bass y solo de arpa.

Agradecimientos de todo corazón a:
Mi hermano Horacio por su desinteresado espacio donde pude trabajar ésta música.
Macari, Almeida, Marentes y Giner por su paciencia, asesoria y sentido del humor.
Líela, Diana, Virginia, Ana Marìa, Celia, Bruno, Luis y a todos los trabajadores de ese KILÓMETRO UNO por donde nos dejan transitar a los vagabundos de la armonía independiente.
Eduardo Hernández por su epigmenia paciencia para con todos y amistad tan de a de veras.
A toda la familia canales en especial a Héctor por tantas y tantas molestias.
Don Manuel Ceja de Tocumbo Michoacán por sus enseñanzas.
Wolfang, Tzara, Lieto, Alí, Mongoya, Ángel y Armando Velasco y muy especialmente a José Fors y Nora Villarreal.
AYUNANDO ENTRE LAS RUINAS fue grabado en la Cuidad de México en el otoño del 87.
Estudios: Sonora LAB de Emiliano Marentes y Mido Studio de Antonio Giner.
Musica, arreglos y textos. Arturo Meza, excepto Jhasua basado en el texto del REY BOHINDRA Tomo 3, pag. 179. Orígenes de la civilización Adámica de Josefa Rosalía Luque Álvarez (Siseidon de Trohave), editorial Kiev.
Ingenieros de grabación y mezcla: Jose Luis Almeida y Eblen Macari; Antonio Giner (Lamento).
Producción: Arturo Meza y Nora Villarreal.
El teclaedro consiste en una serie de sintetizadores de nombres muy raros con equis, griegas, cifras y zetas, pero realmente muy prácticos.

Gente de México 007
Hecho en México 1988


¿Quién nos separará del amor de Cristo?
¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero.
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo porvenir; ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar y no sólo esto, sino también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza, y la esperanza no avergüenza; por que el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
Por que Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.
Ciertamente, apenas morirá alguno por lo justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno.
Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, cristo murió por nosotros. Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; no hay quien busque a Dios.
Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
Sepulcro abierto es su garganta; con su lengua engañan.
Veneno de áspid hay debajo de sus labios; su boca está llena de maldición y de amargura.
Sus pies se apresuran para derramar sangre; quebranto y desventura hay en sus caminos; y no conocieron caminos de paz.
SAN PABLO