Ciudadanas
y ciudadanos que nos acompañan:
Compañeras y compañeros maestros:
Distinguidos ponentes:
Sean ustedes bienvenidos al
Foro: Reforma Integral del Sistema Educativo Nacional, organizado por la
Red Jalisco, Coalición de Trabajadores de la Educación. La pertinencia de
haber convocado al evento, estriba en que su realización se inscribe en un
proceso que no culmina el 2 de Julio con la renovación de los poderes Ejecutivo
y Legislativo federal, sino que trasciende la coyuntura electoral para
incursionar en la posibilidad de construir un proyecto alternativo de nación,
donde la educación podría jugar un papel primordial.
La desesperanza que ha traído consigo el ejercicio de gobierno después de
la primera alternancia en el ejecutivo federal, tiene su correlativa expresión
en las instituciones de la Educación Básica y Formación Docente. El fracaso de
las políticas y programas en este campo, que de manera más acentuada se vienen
observando durante los últimos cuatro sexenios de la administración pública
federal, nos alerta sobre la necesidad de encarar con una perspectiva histórica
distinta, los grandes desafíos de la base de la pirámide educativa en México.
Los frutos de la Revolución y la Modernización Educativa, integradoras de las
políticas publicas de las últimas administraciones priístas, los podemos
constatar en los diversos resultados de las evaluaciones nacionales e
internacionales de estudiantes del nivel de educación básica.
La reciente propuesta de la SEP de Reforma Integral de Educación
Secundaria (RIES) todavía en fase de experimentación, que más parece representar
el intento del Gobierno de Fox de no concluir su sexenio sin dejar su impronta
con una nueva moda sexenal, nos habla de la pobreza con que el gobierno del
cambio ha querido encarar los grandes retos de la Educación Pública. Desdeñando
las reflexiones, conclusiones y propuestas del curso-taller donde participaron
con responsabilidad profesional miles de docentes del nivel de todo el país en
Noviembre de 2002, la Secretaría de Educación ha terminado por entregarnos una
propuesta de cambios curriculares, severamente cuestionada por científicos,
pedagogos e investigadores en educación. Ni por asomo aparecen en la RIES, las
propuestas para una nueva gestión institucional en las escuelas secundarias,
tampoco, la impostergable modificación de las condiciones del trabajo docente y
mucho menos, ejes indicativos para la formación, actualización y
profesionalización de la planta docente.
Bajo la óptica del fundamentalismo de mercado, elevado a la categoría de
pensamiento único, el gobierno federal distorsiona y manipula argumentos para
justificar el estancamiento cuando no el retroceso, de un empobrecido y
debilitado sector público educativo. Una muestra de ello, lo constituye la
rigidez doctrinaria por mantener equilibrios macroeconómicos, sin importar
siquiera que se haya o no cumplido con lo estipulado en la Ley General de
Educación de asignar el 8% del PIB a Educación. Así mismo, bajo la inercia de
seguir dirigiendo la Educación Pública con las instituciones que reproducen los
patrones autoritarios del viejo régimen, nada se hace, se es omiso y se
condesciende con los representantes del corporativismo que han sedimentado una
cultura patrimonialista que tanto daño le hace a la educación y que obstaculiza
su calidad. No se puede concebir, que a estas alturas, la democracia de
electores que hemos conquistado en el país, no cuente todavía en correspondencia
con la escuela y el sistema educativo para educar en la democracia de
ciudadanos.
Eso implicaría, intentar transcurrir por nuevos senderos que el gobierno
federal panista y los gobiernos locales no han demostrado estar dispuestos a
transitar, como por ejemplo, nombrar a los Secretarios de Educación por el
Ejecutivo Federal y por los gobernadores de las entidades federativas sí, pero
sujetos a la ratificación de los Congresos federal y locales respectivos; formar
un Consejo Nacional de Educación y los respectivos Consejos Estatales presididos
por los Secretarios de Educación, pero integrados por profesores de reconocidos
méritos académicos, expertos en Pedagogía, investigadores en Educación,
científicos y personalidades de la cultura; implantar el Servicio Profesional de
Carrera en la Secretaría de Educación Pública y la Secretaría de Educación
Jalisco para los trabajadores de confianza y eliminar la negociación de los
cargos de la administración pública del sistema con los grupos de poder político
y sindicales; fortalecer el sector público de la radio y la televisión con
canales de cobertura nacional, no circunscritos a la TV por cable, dedicados a
la difusión de la cultura, la ciencia y la tecnología.
Pero sin reformar nuestras escuelas públicas, el anhelo democrático y de
equidad social, seguirá instalado en la utopía. Democratizar la vida
institucional escolar con la instalación de consejos escolares donde el director
asuma más las funciones de líder académico que la de capataz que la normatividad
vigente le impone, es requisito indispensable para poder avanzar hacia la
escuela de jornada completa, la cual posibilitaría una mayor productividad en el
uso del tiempo, al facilitar la realización de actividades que promuevan con
eficacia el desarrollo integral de los educandos con la incorporación de áreas
hoy relegadas, como artes, ciencias, idiomas y deportes, para lo cual es
necesario dotarlas cuando menos de comedores, instalaciones adecuadas y
servicios médicos indispensables.
Así mismo, se necesitaría integrar Centros de Educación Básica que
articulen los niveles hoy segmentados, inicial ( lactantes y maternal),
preescolar, primaria y secundaria teniendo como soporte la educación especial en
todos los niveles, que eliminen en principio la rigidez de la edad cronológica
como requisito para el acceso a los niveles de educación básica, definiendo sí
un perfil de egreso, pero en base a un diseño curricular que enfatice en los
procesos de aprendizaje y las etapas del desarrollo del niño y los adolescentes,
incorpore contenidos para formar a las futuras generaciones en la prevención
contra todo tipo de discriminación, en el fomento a los derechos humanos y la
equidad de género, en el respeto a la diversidad sexual y en la promoción en
general, de una "educación en sexualidad y afectividad integral, objetiva,
orientadora, científica, gradual y formativa".
Pero este modelo de Educación Básica, solo será posible si son
modificadas sustancialmente las condiciones del trabajo docente que prevalecen
sin justificación alguna, avanzando hacia estándares internacionales como lo
marcan por una parte los indicadores de la relación maestro-alumno de la OCDE de
la que México forma parte, estableciendo por lo tanto un mínimo de 15 y un
máximo de 30 alumnos en los grupos escolares de todos los niveles de educación
básica y por otra, avanzando en la dotación de plazas al personal docente, que
modifiquen radicalmente la concepción en boga en nuestro país acerca del uso del
tiempo, destinando aproximadamente el 70% del mismo frente a grupo y el 30% al
trabajo colegiado de la academia.
Sin dar pasos, hacia la reestructuración del Sistema Nacional de
Formación de Docentes, la reforma de las instituciones de evaluación y los
mecanismos para lograr la plena profesionalización de los docentes, lo cual pasa
por revisar en primera instancia, los lineamientos de Carrera Magisterial para
garantizar equidad y transparencia, así como la actual política salarial en el
sistema educativo, que ha terminado por trasladar criterios gerenciales que
responden más a esquemas de control político y administrativo y que siguen
generando rupturas internas en la vida institucional de las escuelas, no
podremos acercarnos a una nueva gestión escolar sustentada en el trabajo
colegiado.
Pero además, se requiere terminar con el divorcio entre la escuela y la
sociedad. Si hoy podemos hablar con orgullo de la historia de la educación de
nuestro país, al referirnos a las misiones culturales y la escuela rural
mexicana, a la obra de Ignacio Manuel Altamirano, José Vasconcelos y Rafael
Ramírez, es, porque el compromiso social de los educadores de esos tiempos,
estuvo siempre vinculado a la lucha por la construcción de una nación y la
definición del perfil de nuestra identidad. La disposición al máximo esfuerzo y
los sacrificios de estos pioneros, no sólo eran determinados por la vocación y
claridad de la misión educadora, sino también, por la visión de un destino común
compartido de nación.
Por eso habría que preguntarnos, ¿porqué, si hoy sabemos más de
pedagogía, contamos con mayor infraestructura, tenemos acceso a mayores recursos
tecnológicos, asistimos a la "catástrofe silenciosa" que representa el fracaso
escolar de nuestro tiempo? Porque hasta ahora, se insiste hasta la terquedad, en
seguir evaluando solo el desempeño docente sin tomar en consideración las
condiciones de trabajo en las aulas y en las escuelas, porque se sigue evadiendo
la evaluación de las políticas y programas educativos, y por lo tanto, no se
pueden aplicar los correctivos de fondo que deberían derivarse de la ponderación
de los resultados que arrojarían los instrumentos de evaluación del macrosistema.
No nos engañemos, la ruta para emprender nuevos horizontes, se encuentra
en la capacidad de vincular nuestra tarea educadora con una nueva visión de
país, nuestro espíritu reformador en las escuelas, con la lucha por una nación
para todos los mexicanos sin exclusión. Es, utilizando las lecciones de nuestra
historia, como nos podremos incorporar con éxito a este mundo interdependiente y
globalizado del siglo XXI. La Reforma Integral del Sistema Educativo Nacional
requiere de la más amplia participación de los educadores, autoridades del
sector, personalidades de la Ciencia y la Cultura y la sociedad en general. Por
eso, somos partidarios de la convocatoria a un Congreso Nacional Educativo, el
cual pudiera convocarse después de los comicios del 2 de Julio. Este evento, es
solo una iniciativa local concebida como un punto de partida, el cual, esperamos
sirva para reflexionar sobre la trascendencia de las transformaciones a que está
emplazada la Educación en nuestro país.
Muchas gracias
Guadalajara, Jalisco a 1º de Abril de 2006
Profr.
José Luis Rodríguez Flores,
Coordinador de la Red Jalisco Coalición de Trabajadores de la Educación |