Inteligencia de nación
Es tiempo que las
universidades adapten sus planes de estudio de acuerdo con las necesidades laborales del
estado
debemos enfocarnos a las necesidades empresariales para que exista un
vínculo directo universidades-empresas, indicó el titular de la SEJ con
entusiasmo, en el marco de la sesión de Parques de investigación e innovación
tecnológica. (periódico Público, 27 agosto 2005).
Las universidades son, o debieran ser la inteligencia de una
nación. La empresa del conocimiento debe escapar a la tentación casi generalizada
de instruir en lugar de educar. De llenar a las personas de conocimiento, pero no
enseñarles a descubrir a investigar con la palanca de la creatividad.
El principal beneficio para un país al apoyar la ciencia básica
es que se puede aprender a desarrollar nuevas tecnologías, la investigación básica
puede también servir de catalizador para que las industrias desarrollen nuevas
tecnologías, ha dicho el Nobel de física Samuel C.C. Ting, quien trabaja en el Instituto
Tecnológico de Massachussets.
Sin entrar a funciones tan complejas de las universidades,
hablemos de que logren una formación de los universitarios como personas en el
sentido integral de la palabra. De que esos universitarios puedan expresar con corrección
y coherencia sus ideas tanto de forma oral como escrita. Que sean unos ciudadanos
interesados en el entorno de la aldea global pero también en la ubicación de sus raíces
y latitudes y puedan contribuir a mejorar la calidad de vida de su polis, de su
república. Hablemos de que nuestras universidades están enclavadas en una realidad
concreta de empobrecimiento paulatino, de reducción de oportunidades por la ceguera
costo-beneficio, y que el país, con sus crisis recurrentes, está urgido de un compromiso
social de sus universitarios para restaurar la legalidad, la justicia y la democracia tan
maltrecha a lo largo y ancho del país. Hablemos de egresados capaces de producir bienes y
servicios fuera de reclamos. De universitarios viviendo una conducta ética por encima de
la chatarra moral emblematizada en el casi himno de que el que no transa no
avanza. Hablemos de que las universidades dibujan la grandeza de un país, ni más
ni menos.
Noticia sería que el señor secretario de Educación se diera el
tiempo y la oportunidad para discutir estos asuntos, proyectos en mano, con los
verdaderos trabajadores de la educación.
Profr. Juan
Flores Vázquez,
Maestros por la Democracia. |