22/08/2005  |  00:38:16 hrs 
 
Encubren autoridades a empresas responsables de
ecocidio   
e-consulta 
Autoridades estatales y federales acordaron proteger a
las empresas establecidas en el Complejo Industrial
Xicoténcatl (CIX), ante el señalamiento de ser las
responsables de la muerte del 95 por ciento de los
peces criados en la presa de San José en Texcalac. 
 
Así lo revela el informe de hechos elaborado por la
delegación de la Semarnat en Tlaxcala, y que puede
leerse de manera íntegra en la página de internet de
la dependencia federal, fechado el 10 de agosto
pasado. 
 
El documento establece que el 2 de agosto anterior
personal de la Semarnat y otras instancias dedicadas
al cuidado ambiental, se reunieron con representantes
del CIX, encuentro en el que se reconoció el desvío de
descargas tóxicas hacia la presa. 
 
Sin embargo el tratamiento propuesto por los
empresarios y las autoridades a este hecho, se
sintetizó en las siguientes líneas: “Se recomendó el
manejo prudente de la información, debido a que las
industrias del corredor industrial fueron señaladas
como las presuntas responsables”. 
 
Para el 8 de agosto, la CNA confirmó la existencia de
concentraciones tóxicas en la descarga del canal
abierto que conduce agua a la planta de tratamiento de
la Comisión General de Ecología y que proviene de los
drenajes de la CIX. 
 
En ese encuentro se exoneró a las empresas Vetrotex,
Kimberly Clark y las industrias sin registro ante la
CGE, en tanto que la Profepa refirió que Dow Química
retiró las aguas utilizadas en el incendio del 18 de
marzo de 2005. 
 
A mes y medio del incidente, aunque se reconocen las
causas de la muerte de peces por intoxicación, las
autoridades no han revelado el nombre del agente
tóxico causante del ecocidio, así como el emisor ni
los mecanismos por los que se registró la
contaminación. 
 
El informe completo de la Semarnat -cuyo tamaño es de
9.3 mb- puede consultarse en la dirección: 
http://portal.semarnat.gob.mx/tlaxcala/Informe%20Presa%20Texcalac%20Tlaxcala.pdf
 
 
www.e-tlaxcala.com/hoy_d.asp?idnota=3421
 
22/08/2005  |  00:38:53 hrs 
 
Llevan contaminación de empresas al Tribunal
Latinoamericano del Agua   
Miriam Ruiz, enviada Cimac/ Tlaxcala 
Numerosos casos de sangrados y leucemia en habitantes,
así como el cauce sin vida del río Atoyac, son
evidencia suficiente para residentes de 13 comunidades
de Tlaxcala y Puebla sobre la contaminación industrial
en esa zona semirural, no así para las autoridades.
Por lo que los afectados enviarán su caso al Tribunal
Latinoamericano del Agua, que dará un fallo ético en
el marco del Foro Mundial del Agua en marzo próximo. 
 
Hablar de las riberas color índigo del río Atoyac,
lejos de ser una metáfora, es evocar una condena a
muerte dictada a la población, a la flora y a la fauna
por el amasijo de desechos en las lavanderías de
mezclilla, otras fábricas y drenajes domésticos, a la
par de la cercanía a tres corredores industriales en
la próspera frontera de Tlaxcala y Puebla. 
 
Beatriz Carmona, de 32 años de edad, y con una
perforación al interior del tabique nasal, habita en
San Baltazar Temaxcalac, apenas a unos metros del
corredor Quetzalcóatl, en una calle que desemboca en
la fábrica KN. No es la única en sufrir las
consecuencias de la exposición a los químicos del
lugar. 
 
KN es una de tantas propiedades de Kamel Nacif,
empresario conocido como el “Rey de la mezclilla” en
México, que ha instalado tanto en Puebla como en
Tlaxcala una interesante línea de fábricas,
lavanderías y armadoras de jeans para todas las marcas
que se asocian a la globalización. 
 
Estas cadenas incluyen desde talleres familiares a
plantas gigantescas que llevan a cabo una pequeña
parte del proceso para fabricar mezclilla de
exportación, particularmente el lavado donde mediante
el uso de grandes cantidades de agua, cloro y otros
químicos, se le da a la tela el acabado para verse
suave, clara o incluso “usada”. 
 
El corredor Quetzalcóatl -a escaso metros del río
Atoyac-, es en realidad una calle larga con un intenso
olor a chicle quemado. A donde arriba la fuerza de
trabajo femenina de Areslux, maquiladora de piezas de
baño, que emplea a mujeres en su mayoría. 
 
Enfrente está la textilera Morales y luego Silicatos y
Derivados. Más adelante Oxiquímica, productora de los
saborizantes para las golosinas y comida rápida del
país. Una ladrillera, así como Racini, fábrica de
autopartes que ha dejado las tierras más cercanas
oscuras e inservibles, a decir de la población local. 
 
Ninguna de estas prósperas industrias se hace
responsable de las acusaciones por daños a la salud de
algunos trabajadores ni de la gente del lugar, quienes
temerosos de perder sus fuentes de trabajo o
enfrentarse a los vecinos poderosos han sido reacios a
denunciar. 
 
Apenas del otro lado de la autopista a Tlaxcala, en
San Lucas Atoyatenco, Julián Pabana, un albañil con
más de 60 años de edad padece leucemia al igual que
Bradi Rojas Pérez, de ocho años de edad, que vive más
adelante en Villa Alta; la primera comunidad en dar la
voz de alerta. Una de las 13 poblaciones que apoyan el
proyecto civil “Por un Atoyac con Vida”. 
 
A la fecha se registran 46 casos de trastornos
inusuales en Ixtacuixtla, Tepetitla y Nativitas, de
Tlaxcala; así como Huejotzingo y San Martín
Texmelucan, en Puebla; según se desprense del estudio
interinstitucional Documentación de Daños a la Salud,
Sustancias Tóxicas y Derechos Humanos en el Río
Atoyac. 
 
ÍNDIGO EN LA PIEL 
Inicia con sangrados diversos, puede presentarse
fiebre y alteraciones en el estado de conciencia que
pueden ir del letargo al coma. La aparición constante
de moretones en la piel da el nombre de púrpura
trombocitopénica al trastorno sanguíneo detectado en
seis personas, la mitad de ellas provenientes de San
Mateo Ayecac. 
 
De acuerdo con esta investigación premiada por la
Organización Panamericana de la Salud (OPS) en 2004,
la población sana presenta cinco veces mayores daños
por la presencia de sustancias genotóxicas y
posiblemente carcinógenas en su cuerpo, que el grupo
de control proveniente de la ciudad de México. 
 
En noviembre de 2002, algunos médicos de la Secretaría
de Salud observaron que en cinco comunidades aledañas
al río los casos de leucemia eran 8.54 por ciento más
altos que la media nacional. Sin embargo, ninguna
autoridad de salud ha comprometido atención con las y
los enfermos. 
 
Hoy las indagatorias del Centro Fray Julián Garcés
pueden vincular las enfermedades a “compuestos
orgánicos volátiles que no se encuentran contemplados
por la normatividad mexicana, como el cloroformo y el
cloruro de metileno, determinados como sustancias
tóxicas.” 
 
De acuerdo con los estándares de la Comisión Nacional
del Agua, el Atoyac tendría una calidad aceptable de
agua para el cultivo de forrajes pero está impedida
para la piscicultura, el nado o la preservación de la
vida acuática. 
 
En algunas partes del río ya no hay vida alguna y en
otras sólo se pueden hallar unos gusanillos rojos
llamados tubiflex, alimento para peces en los
acuarios. 
 
“Para nosotros son un parámetro porque esos animalitos
sobreviven en lugares muy contaminados”, indica
Eduardo Morales, urbanista y coordinador del proyecto
“Por un Atoyac con Vida”. 
 
Eduardo Morales puntualiza que según la investigación,
no hay ninguna industria que arroje los tóxicos por sí
mismos. Por ello se tiene que seguir analizando cómo,
al mezclarse las descargas domésticas y las
industriales, incluyendo las lavanderías que desaguan
en el drenaje doméstico, los desechos se convierten en
sustancias peligrosas y, así ubicar responsables. 
 
Por todas las implicaciones a la salud, los derechos
humanos, la flora y la fauna, así como las
responsabilidades omisas de industriales poderosos y
autoridades de todos los niveles, el caso del río
Atoyac se considera apto para ser llevado al Tribunal
Latinoamericano del Agua que se llevará al cabo en
marzo del próximo año y que recibe ya los casos sobre
presuntos daños al recurso hídrico en el continente. 
 
http://www.e-tlaxcala.com/hoy_d.asp?idnota=3422
 
--
22/08/2005  |  00:41:39 hrs
Cien millones para encubrir a una empresa tóxica   
Arturo Técuatl 
Este arroz ya se coció. El ente culpable en la crisis
ecológica que inició el 17 de marzo y no tiene para
cuándo acabar es la Coordinación General de Ecología.
La laguna de oxidación operada por ésta carece de la
tecnología para tratar descargas tóxicas. 
 
El sistema de la CGE es obsoleto. Funciona mediante
enzimas. En otras palabras, es una laguna para recibir
descargas urbanas trabajando en un sitio estratégico. 
 
Esta laguna no puede ser tan pasiva. Un equipo de
especialistas debería tener información precisa del
contenido de cada descarga recibida. A una descarga de
una papelera no se le trata igual que a una química o,
una urbana. 
 
Un solo operario se encarga de encender aireadores y
supervisar que los niveles no se saturen. Eso y la
carabina de Ambrosio... 
 
Ahora, las leyes sancionan con mucha severidad a los
grandes generadores de tóxicos. 
 
He aquí la incógnita: ¿quién tiene más
responsabilidad, la CGE por carecer de la tecnología
necesaria o Dow Química por arrojar tóxicos
resultantes de la combustión de poliol e isocianato,
uno de cuyos resultados es el cianuro de hidrógeno,
probablemente la causa por la que murieron peces en
Texcalac y ya están muriendo en Valsequillo, Puebla? 
 
Si aplicamos la ética, tan culpable como ambas es la
Profepa porque siempre aseguró que los residuos del
incendio se retiraron con sumo cuidado. Y eso no es
cierto. 
 
El sábado pasado el gobernador Héctor Ortiz tuvo que
aceptar la responsabilidad de su gobierno en este
enredado asunto. Dijo en su programa radiofónico que
no se maquillarán los informes. 
 
Eso fue un mensaje directo a Adolfo Escobar Jardinez,
el secretario de gobierno que quiso dar línea a los
medios tlaxcaltecas. 
 
Y la Comisión Nacional del Agua, ¿qué dice? 
 
Bueno, pues habrá que esperar la aplicación de la Ley
de Aguas Nacionales y la de Prevención y Gestión de
Residuos Tóxicos. Ambas son claras y despiadadas con
los estados que omiten su responsabilidad y con los
grandes generadores de tóxicos. 
 
En lo subsecuente habrá que ver quién va a encargarse
de resarcir los daños ocasionados. De dónde va a salir
la lana para pagar los platos rotos. 
 
Ortiz ya se adelantó y propuso un fideicomiso de 100
millones. 
 
Pero, aunque fueran mil millones. El gran generador de
tóxicos, que se llama Dow, ahí sigue. Pues quién será
el propietario de esta planta tan problemática que no
se ubica en otro estado de la República porque nadie
la tolera. 
 
¿Acaso será Carlos Slim? 
 
Y por eso el gobierno propone soluciones
espectaculares con un fondo inconsitente? 
 
¿Quién va a pagar los peces muertos en la presa Manuel
Ávila Camacho de Puebla? 
 
El dinero tiene que salir de algún lado. 
 
Qué visión de políticos. Hasta a las catástrofes
ambientales les sacan jugo. 
 
Comentarios y sugerencias: 
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22/08/2005  |  00:36:30 hrs 
 
Anuncia Ortiz fideicomiso de 100 mdp por ecocidio de
Texcalac   
Pedro Morales 
El gobernador Héctor Ortiz Ortiz advirtió que si
alguna dependencia del gobierno estatal tiene alguna
responsabilidad con las descargas tóxicas que mataron
al 95 por ciento de peces en la presa de Texcalac, la
asumirá y hará cumplir la ley. 
 
Para la administración, dijo, lo más importante es la
salud y el cuidado de los tlaxcaltecas, de ahí la
importancia de tener la información real de las causas
que originaron esta problemática en la citada presa. 
 
El mandatario se comprometió públicamente durante su
programa semanal en cadena de radio y televisión,
transmitido desde el estado de Oaxaca, a apoyar a los
ejidatarios que resultaron afectados con la muerte de
miles de peces por un problema de la contaminación del
agua en la presa de San José de la localidad de Santa
María Texcalac en Apizaco. 
 
Reconoció que la Secretaría de Salud (Sesa), aún no
recibe los resultados de las muestras de agua y peces
que mandó a un laboratorio de Celaya, Guanajuato. “Aún
no existen resultados que nos demuestren cuál fue la
causa de la muerte de los peces” y aseguró que una vez
obtenidos los resultados oficiales se darán a conocer
“sin maquillaje", para que la opinión pública sea
informada con veracidad. 
 
Los ejidatarios estimaron que antes del accidente la
presa contaba con trescientos millares de cría de
carpa, que representan un monto de nueve millones de
pesos. Tres toneladas de carpa grande, listas para
salir al mercado con un costo de setenta y cinco mil
pesos. Así como cuarenta toneladas de carpa estimadas
en un millón 400 mil pesos deberían ser cosechadas
para el mes de marzo del 2006. 
 
Esto da como resultado un estimado de la pérdida total
en 10 millones 479 mil 800 pesos, según consta en la
averiguación previa 21/75/2005/Tlax-1, interpuesta en
la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
 
 
El mandatario señaló que ya entrevistó con la mayoría
de los afectados por el ecocidio. Se comprometió a
apoyarlos en todo momento para reparar los daños
ocasionados a los ejidatarios. 
 
La limpieza del Río Zahuapan es esencial para mejorar
la calidad de vida de los habitantes, para ello,
sostuvo es necesario hacer un acopio de recursos de al
menos 100 millones de pesos para crear un fideicomiso
y resolver este problema de fondo. 
 
Sostuvo que la administración estatal no eludirá
ninguna responsabilidad ni permitirá que nadie
violente la ley, en torno al problema que se suscitó
en la presa de Texcalac, del municipio de Apizaco. 
 
--
22/08/2005  |  00:35:55 hrs 
 
Alertan sobre almacenamiento de agente naranja en
Polaquimia   
Pedro Morales 
La empresa Polaquimia –ubicada en el corredor
industrial San Cosme Xalostoc-, maquiladora de Dow
Química, almacena en toneles de 200 litros la
sustancia “24D” conocida como Agente Naranja y se
deshace de manera poco clara de ellos, Advirtió
Fernando Bejarano González, coordinador de la Red de
Acción sobre Plaguicidas y Alternativas en México A.C.
(RAPAM). 
 
No hay permisos en Tlaxcala para desechar ni tampoco
para tratar esta sustancia, sostuvo. Explicó que las
sustancias se envían a la ciudad de México, donde en
operación hormiga se tiran en los drenajes. 
 
En una visita a Polaquimia se puede observar que en la
parte trasera existen miles de tambos presuntamente
llenos de Agente Naranja, no hay permiso para darles
tratamiento y esta situación ha pasado desapercibida o
ha sido ignorada por las autoridades, dijo el
activista. 
 
Ante productores agrícolas de diversos municipios que
acudieron a la conferencia "Agricontaminantes, basura,
agua y medio ambiente", expuso que el campo
tlaxcalteca se ha intoxicado durante más de medio
siglo, productos químicos prescritos en otros países
son utilizados como herbicidas, insecticidas,
fungicidas y plaguicidas, aseguró Bejarano González. 
 
Consideró que habitantes de comunidades urbanas y
rurales diariamente consumen el veneno químico de las
trasnacionales que elaboran productos para la
agricultura. Calculó que en México se utilizan al
menos un centenar de sustancias que deberían estar
prohibidas por los daños que causan al ser humano,
sostuvo. 
 
Es dramático el caso de la empresa Dow, instalada en
el corredor industrial de Ciudad Industrial
Xicohténcatl: primero registró una explosión e
incendio con resultados incalculables para los
habitantes de 50 kilómetros a la redonda. La empresa
produce tres tipos de insecticidas, entre ellos el
24D, parte del Agente Naranja y otros componentes
químicos a base de DDT, que tienen en común ser
órgano-clorados. 
 
Son derivados del cloro y del petróleo, agregó, parte
de la familia de los persistentes y bio-acumulables.
Es una empresa moderna que sigue produciendo esta
primera generación de herbicidas y fungicidas, se
utilizan para el control de la maleza, pero son
tóxicos, estos productos son posible causa de cáncer y
de alteraciones hormonales. 
 
Causa daños en los animales como se ha constatado en
laboratorios, afecta la reproducción, tiene efectos
neurológicos y es probable que esté contaminado con
dioxinas, compuestos sumamente tóxicos. 
 
Por eso se firmó el Tratado de Estocolmo, para
eliminar el uso de dioxinas porque son sustancias
sumamente tóxicas que deben ser eliminadas a nivel
mundial, se originan de manera involuntaria al quemar
plástico, llantas y en los incendios, causan problemas
y sus efectos son graves. Ahí está la muerte de los
peces en la presa de San José, hay daño ecológico y
económico. La empresa debe dar una explicación a la

sociedad, exigió.

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