Denuncian que en el estado dos actores concentran el poder: el
cardenal y el gobernador
 
INTOLERANCIA Y REPRESIÓN, PRINCIPALES RECLAMOS QUE ESCUCHÓ MARCOS
EN JALISCO
 
HERMANN BELLINGHAUSEN  ENVIADO
 
Zapotlán El Grande, Jal., 22 de marzo.  En su camino a la tierra
del gran Juan José Arreola ("Yo, señores, soy de Zapotlán El
Grande"), la caravana de la otra campaña se detuvo en Sayula. Un
lugar que, bajo la falsa apariencia de apacible provincia
jalisciense se ha vuelto invivible para la juventud. Y hasta que
llovió en Sayula una voz de protesta en donde el alcalde es un ex
oficial del Ejército federal, que según testimonian los jóvenes
concibe a la policía como grupo paramilitar que incluso los ha
torturado hasta la muerte, y al gobierno como una extensión de
los cuarteles.
 
En Sayula se han organizado bandas y grupos juveniles para
defenderse de la violencia, a veces atrapados en espirales
violentas ellos mismos. Un representante del colectivo Bandera
Negra denunció que ya han "probado" gobiernos del PRI, el PAN y
el PRD. "Siempre igual, pues detrás quedan los mismos señores".
Hace unos años, en Sayula estaba vedada la plaza central al paseo
de los pobres. Ahora, el "desarrollo" neoliberal amenaza con
proscribir todo el centro histórico a los pobres, los indios y
los jóvenes de aspecto "anormal" o rebelde.
 
Al retomar su camino, la caravana de la otra campaña llegó a
Ciudad Guzmán, donde se efectuó un encuentro con adherentes y
simpatizantes en el auditorio de la escuela normal rural, que
resultó insuficiente para recibir a los asistentes. Colectivos
urbanos, como el "del 85", formado tras el terremoto de ese año,
pues como se recordará, el sismo que sacudió al Distrito Federal
también golpeó esta ciudad, y aquí también de la destrucción
surgieron la solidaridad, la organización y la resistencia, que 
por lo visto siguen vivas.
 
Colectivos también de anarcopunks, que entre la ira y la ternura
demandan espacios de encuentro y tianguis sin ser reprimidos por
la policía. Por cierto, hay que reconocer que los anarcos, los
punks y sus variantes autóctonas, siempre de negro pero con
diferentes estilos capilares, se encuentran extendidos por todo
el país, y poseen una identificación persistente con el
zapatismo, y ahora con la otra campaña. Los de aquí, además de
hacer fanzines y tocadas autogestionarias, practican el
colectivismo y celebran el Día de Muertos con ofrendas de
cempasúchiles en memoria de "los caídos en la lucha".
 
Campesinos de al menos siete municipios de la región desfilaron
ante el delegado Zero, exponiendo los inminentes peligros de
despojo de tierras, bosques y agua. La contaminación del río
Santiago Lerma alcanza una gravedad escandalosa. Dicen que las
emanaciones amoniacales del río provocan mareos y hasta desmayos
a ciertas horas del día. El sistema agroindustrial que impera en
la zona, y recoge los contaminantes industriales de Guadalajara y
otras áreas urbanas del estado, amenaza las tierras y la salud
humana, según testimonios presentados en la sesión de la otra
campaña. También regresan las denuncias contra la programada
presa de Arcediano, que daría la puntilla a grandes extensiones
rurales e incluso urbanas.
 
Pero también se desarrollan experiencias como la Red de
Alternativas Sustentables Agropecuarias, que lucha en San Isidro,
Juanacatlán, La Ciénaga y otros municipios "contra los burgueses y
las trasnacionales apoyadas por el gobierno". Los activistas que
se oponen a las presas demandan detener la construcción de
hidroeléctricas, la recuperación de las cuencas fluviales y el
control eficaz de la contaminación.
 
La otra campaña "es la única alternativa pacífica, cívica y digna
para transformar el país", dijo Martín González, profesor
universitario, investigador independiente y promotor de la otra
campaña en Zapotlán El Grande. La comunidad de Nueva Esperanza,
que ocupó tierras en 1992 y logró reconocimiento, ahora se
considera amenazada por el Procede, las privatizaciones y las
trasnacionales, que "son un cáncer".
 
A su arribo a Ciudad Guzmán, el subcomandante Marcos visitó la
Casa del Arte, para conocer el mural "Sueño y pesadilla del
poder" de Antonio Ramírez, quien junto con su compañera, la
pintora mazateca Domi, sus hijos, nietos y demás pupilos,
sostienen en Guadalajara el Colectivo Callejero y la Casa de las
Preguntas, y con ello una auténtica factoría renacentista de
creación artística que ha acompañado al zapatismo desde hace más
de una década.
 
El propio Ramírez advirtió hoy: "No pretendo ilustrar el
zapatismo", cosa que en efecto no han hecho él ni Domi. Más bien
lo han iluminado, en el doble sentido de la palabra: le han dado
luz, y también colores. El fresco de Ramírez recuerda a qué grado
su obra, casi toda en cuadros, posee un impulso muralístico, de
manera similar a lo que sucede con el muralista José Clemente
Orozco (el más universal de los jaliscienses universales, por
cierto).
 
Poblados de personajes y figuraciones inspiradas en el zapatismo
chiapaneco, los dos muros y dos arcadas que abarcan el mural son
prueba de la poderosa elocuencia corporal de la obra de Antonio
Ramírez, volcada ahora a los muros, y uno descubre que ese es su
sitio natural. Están el viejo Antonio, las encarnaciones de
Votán, el gigante del poder voraz y su espejo traspasado por un
jaguar internándose en la selva donde acechan rebeldes
encapuchados. En otro muro, una asamblea de hombres desnudos y
libres es inundada por una ola de la mar, de un azul vivísimo que
constrasta con las tonalidades mate del conjunto.
 
Pintado en 2000, y más allá de su contenido político de fuerte
ascendencia expresionista, "Sueño y pesadilla del poder" está al
nivel de la estupenda obra gráfica y pictórica de Antonio
Ramírez, siempre electrizada por una poderosa percepción del
dolor y el placer humanos, la violencia, el horror, y también la
liberación luminosa.
 
Los otros tapatíos
 
En una sociedad civil lastimada y ofendida por el régimen panista
de Ramírez Acuña en grado superlativo, destaca la cicatriz dejada
por la represión policiaca y judicial el 28 de mayo de 2004, un
acontecimiento indeleble en la juventud de Guadalajara. La
reunión vespertina de la otra campaña, que llenó a tope este
martes el auditorio Salvador Allende de la Universidad de
Guadalajara, reveló la gran complejidad social en la capital
jaliciense, y la persistencia de ofensas que el autoritarismo
conservador no deja de ahondar día con día.
 
Como expresó Gabriela Juárez, los sucesos que marcaron su vida y
la llenaron de coraje y rebeldía son la represión a los
altermunistas que protestaron el 28 de mayo (fueron agredidos,
luego reprimidos, torturados y centenares de ellos encarcelados)
y las explosiones del 22 de abril de 2005. Las dos caras de un
mismo estado de cosas.
 
De ahí el valor catártico de la otra campaña, que "no sólo da la
oportunidad de hablar, sino que renueva la esperanza para luchar
contra el gobierno fascista de Jalisco". Aquí se aplica una
"política de Estado, donde los jueces son manipulados por el
Ejecutivo". Donde los cuerpos policiacos son la cara del gobierno
autoritario para los ciudadanos.
 
Como expresó otro participante, en Jalisco parecieran existir
sólo dos actores, a cual más de conservadores, que concentran el
poder: el cardenal Sandoval Iñiguez (el "cavernal", le dicen) y
el "mafioso" gobernador Ramírez Acuña. Estos días, un diario
local aseguraba, y no precisamente en tono crítico, que el
primero es la personalidad más influyente de la entidad.
 
En la tumultuosa reunión de adherentes y simpatizantes con el
delegado Zero hubo de todo: ex guerrilleros que no se han dado
por vencidos después de la cárcel, el exterminio de sus
compañeros y la destrucción de sus utopías; trabajadoras sexuales
que buscan la autogestión y acusan a los policías tapatíos como
"los mayores corruptos" y los que las extorsionan; gays
excepcionalmente orgullosos de su preferencia sexual; uno de
ellos se atrevió a besar la mejilla de Marcos, pasamontañas de
por medio.
 
Indígenas migrantes que aprenden a levantar la voz; muchachas que
quieren vivir en una ciudad que las respete; una educadora que
busca opciones alternativas y progresistas, sólo para ser
reprimida directamente por el gobierno estatal; miembros de la
Asociación Latinoamericana de Medicina Social, capítulo
Guadalajara, que buscan una salud humanizada; promotores de la
medicina holística y alternativa; sindicalistas de la UdeG y de
Euzkadi; defensores de derechos humanos.
 
El presidente de la Asociación Jalisciense de Judo denunció la
corrupción de la Codeme y las autoridades deportivas del estado,
donde priva la injusticia. "Tenemos dos enemigos: el hombre que
pisa al hombre, y el hombre que se deja pisar".
 
Un artista callejero, casi a ritmo de rap, se presentó como
"abridor" de los grafiteros y reiteró la intensidad de la
represión policiaca. Hubo ambientalistas que abrieron el debate
sobre la programada presa de Arcediano, la cual traerá nuevos
desalojos, hurtos masivos (y "legales", claro) de agua, y
destrucción ecológica.
 
Tan hubo de todo que hacia el final tomaron el podio tres jóvenes
de aspecto paramilitar y un tanto fanático, vestidos de blanco y
negro, corte de cabello castrense, portando una misteriosa
insignia triangular. Se presentaron como "miembros de un grupo
estudiantil autónomo" sin nombre por lo visto, y recurriendo a
una oratoria encendida y melodramática, con un discurso
anticomunista y protofascista, cuestionaron el "financiamiento
trasnacional" del EZLN, emplazaron a Marcos a quitarse el
pasamontañas, y con el puño derecho en alto y las venas del
cuello ingurgitadas, respondieron al abucheo generalizado con
extraños vivas al EZLN.
 
Hubo anarcopunks, miembros del movimiento urbano popular,
comunistas, promotores de la cultura y, claro, muy
destacadamente, miembros del Movimiento 28 de Mayo.
 
En unas cuantas horas, la otra campaña actuó como revelador de
las entrañas de la sociedad tapatía. Como de por sí la va
haciendo por muchos lugares donde pasa, donde es recibida por
adherentes, seguidores y uno que otro antagonista abierto o
encubierto.
 
 

 

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