Domingo 10 de julio de 2005
Escamoteado,
el tema del calentamiento global
LA SABIDURIA GEOPOLITICA de Al Qaeda es infinita: sus atentados son
perpetrados cuando deben suceder: ni un día antes ni uno después. Un día antes
hubieran saboteado la candidatura de Londres a los Juegos Olímpicos. Con la
sede olímpica en la bolsa, los atentados se escenificaron el día siguiente,
durante la apertura del G-8, y consiguieron eclipsar uno de los temas más
relevantes del planeta: el calentamiento global, en el que Baby Bush se
encontraba aislado frente al resto de las potencias industriales.
LA RATIFICACION DEL Protocolo de Kyoto, a lo que se ha negado Baby Bush,
tendría un costo para Estados Unidos, el mayor contaminador mundial, de 4
billones de dólares (un poco menos de 40 por ciento de su PIB). La cumbre del
G-8 hubiera significado el peor momento posible para aplicar las obligaciones a
Estados Unidos, que padece una severa crisis financiera y económica. Por menos
que esa suma colosal, las petroleras trasnacionales anglosajonas son capaces de
incendiar el planeta.
BABY BUSH HABIA declarado en vísperas de la cumbre que le importaban
más los intereses de Estados Unidos que los del mundo. Exactamente un mes antes
al 7/7, John Vidal, editor ambiental de The Guardian (8 de junio), había
revelado cómo la petrolera texana Exxon Mobil (la más próspera empresa de
Estados Unidos, con un valor de 379 mil millones de dólares) "había
influido en el presidente Bush para no firmar el tratado de calentamiento
global de Kyoto". Ian Murria, de National Review (8 de julio),
afirma que la "cumbre del G-8 representó un triunfo para Bush".
POR OBRA Y GRACIA de los atentados, el tema del calentamiento global fue
escamoteado, para hacer regresar la bélica ideología estadunidense con sus
temas favoritos: la guerra contra el terrorismo global y la seguridad (sic),
que le permite desplegar, con la coartada del "choque de las
civilizaciones" del racista Samuel P. Huntington, su agenda global de
captura del petróleo y el gas en la geografía étnico-religiosa de Al Qaeda:
Medio Oriente, Golfo Pérsico y Asia central, justamente la zona de
amortiguamiento periférico de sus cuatro competidores geoeconómicos: Rusia,
China, India y la Unión Europea.
DIEZ DIAS ANTES del 7/7, Baby Bush adoptó en el Fuerte Bragg la tesis
del inasible Osama Bin Laden de que Estados Unidos libraba la "tercera
guerra mundial en Irak" (The New York Times, 29 de junio). Como
consecuencia del 7/7, Efraim Halevi, anterior mandamás del Mossad, los célebres
servicios secretos israelíes, coincide con la visión bélica de Osama y Bush:
"estamos de lleno en la tercera guerra mundial" (The Jerusalem
Post, 7 de julio).
EL ASUNTO DE la seguridad no es menor: se crea la necesidad fatídica para
luego proveer los remedios ineludibles. Estados Unidos posee el monopolio de la
tecnología de punta en "seguridad" (con la que se adelantaron a sus
competidores, gracias a la sapiencia de los hermanos simbióticos Huntington y
Bin Laden), lo cual obliga a los países afectados y/o puestos en la mira por Al
Qaeda (tan sencillo como una filtración difundida por sus omipotentes
multimedia, que participan en la guerra sicológica y de propaganda tan
lucrativa para algunos de sus dueños, que al mismo tiempo son los principales
vendedores de armas) a comprar a un elevado costo los instrumentos para
prevenir atentados. En nombre de la sacrosanta "seguridad", Estados
Unidos controla en forma subrepticia e "inteligente" (en el sentido
cibernético) -mediante sus "recursos humanos", los únicos en poseer
el "conocimiento" del manejo de los nuevos instrumentos- la
infraestructura de los puntos sensibles de los países. Esta es la nueva forma
de ocupación y control de los países avasallados a inicios del siglo XXI: un
neocolonialismo cibertecnológico. ¿Cuántos aeropuertos -incluido el de la
ciudad de México-, puertos y nudos de circulación y transporte controlan las
huestes de la FBI a escala global?
EL VISIONARIO SENADOR neoyorquino Charles Schumer, dos semanas antes del
7/7, había sugerido "equipar los centros comerciales con detectores de
alta tecnología radiactiva ahora instalados en los aeropuertos" (KABC TV,
20 de junio). Habría que ver luego quiénes son los propietarios de las empresas
vendedoras de ciber-tecno-seguridad, y a cuánto ascienden sus suculentas
ganancias.
LA DUPLA ANGLOSAJONA Bush-Blair exhibe severos problemas de credibilidad en
su "gobernación". Seis días antes del 7/7 (MSNBC, primero de julio),
Karl Rove, el satánico asesor estrella de Baby Bush, fue señalado de
haber develado la identidad, como "agente encubierta de la CIA", de Valerie
Palme (esposa del embajador Joseph Wilson, quien se rehusó a refrendar las
mentiras de Dick Cheney sobre el uranio de Níger "vendido" a Saddam
Hussein), lo cual equivale a alta traición y puede llevar a la defenestración
del vicepresidente y al exorcismo de Rove. El 7/7 tiene la bondad de pasar a
segundo plano el "asunto Palme".
¿QUIEN SIEMBRA VIENTOS cosecha tempestades? Esta pauta de represalias
jihadistas-salafistas-wahabitas ha sido adoptada por varios comentaristas
británicos debido a la participación bélica del gobierno de Blair en las
guerras de Irak y Afganistán.
BLAIR, RELEGIDO CON un muy pobre 36 por ciento de votos, legitima su nuevo
mandato gracias a los atentados del 7/7, como sucedió con Baby Bush
después del 11/9. En las seudodemocracias anglosajonas (de menor calidad
"democrática", por ser reguladas por la modalidad
"indirecta") parece que se consigue la legitimidad perdida en las
urnas electorales gracias a las urnas funerarias que abastecen los atentados de
Al Qaeda (lo mismo pensaba imitar Aznar, el gran aliado de la dupla
Bush-Blair).
BLAIR ES UN ACTOR fuera de serie: proviene del país que tiene los mejores
artistas teatrales del mundo y ha conseguido eclipsar otras explosiones: la
brutal caída de la libra esterlina, el inicio del estallido de la burbuja de
los bienes raíces y la explosión de los ominosos hedge funds ("fondos
de cobertura de riesgos"). Blair ya no tendrá oposición alguna para la
imposición de las controvertidas tarjetas de identidad, a las que se había
opuesto la mayoría de la población y la clase política. Gran Bretaña se asemeja
cada vez más a la sociedad orwelliana de Estados Unidos y empieza a resolver el
espinoso problema migratorio por la vía de la desislamización interna desde el
punto de vista precautorio.
YA QUE HABLAMOS de actuaciones, pues no se puede escapar la extraña
aparición en el proscenio del crimen de Bibi Netanyahu, ministro de
Finanzas israelí, lo que ha dado vuelo a pletóricas teorías conspirativas en
Internet, pero también en Stratfor, centro de pensamiento texano-israelí. Un
reporte de AP del 7/7 apuntó que la "embajada israelí en Londres fue
notificada con antelación, lo cual obligó al ministro de Finanzas, Bejamín
Netanyahu, a permanecer en su cuarto de hotel en lugar de asistir a una conferencia
en el hotel adjunto al sitio de la primera explosión, en la estación del Metro
Liverpool" (Propaganda Matriz, 7 de julio); este portal señala en forma
temeraria la presunta autoría del MI5 (nota: policía secreta británica), que
"ha sido atrapado varias veces realizando operaciones que atribuían al
ERI". Por desgracia, esto es muy común entre los macabros servicios
secretos, que perpetran sus atrocidades para hacer avanzar su pérfida agenda.
Hilary Leila Krieger, del Jerusalem Post (8 de julio), destaca el
enfático rechazo de la cancillería israelí sobre un "reporte" (sic)
que ha causado conmoción referente a que "Israel había recibido
advertencias anticipadas de los ataques de Londres", sin dejar de admitir
no obstante que "fue el ministro de Finanzas, Benjamín Netanyahu",
quien "recibió una llamada de la policía británica", no antes, sino
"después de la primera explosión". Krieger agrega que un
"funcionario judío sugirió que la teoría conspirativa sobre la advertencia
a Israel duró todo el día, pese a los desmentidos oficiales". En forma
sarcástica, India Daily ("¿Ineficiencia o conspiración?", 7 de
julio) resalta que la "principal pregunta del día era: ¿por qué las
autoridades británicas sabían y protegieron al ministro israelí de Finanzas,
Benjamín Netanyahu, y no alertaron a los ciudadanos comunes de Londres?"
Stratfor (8 de julio) retoma los alegatos y la serie de desmentidos de todos
los involucrados, pero sin quitar el dedo del renglón de que "dos días antes"
los servicios británicos e israelíes ya sabían...
LA FEROZ PAGINA iconoclasta XYMPHORA (8 de julio) arroja lava pura: se
trataría de "terrorista islámicos guiados por los servicios de
inteligencia", como sucedió con los atentados del 11/3 de Madrid,
"técnicamente idéntico a los del 7/7", y acusa en forma temeraria que
fue un "operativo de la policía secreta española" (a lo que se suma
Propaganda Matrix). A juicio de XYMPHORA, el "ataque seguramente permitirá
la imposición de las tarjetas de identidad de corte fascista a la población
británica"; cita a Wag/News: el 7/7 "puede ser usado para iniciar una
nueva guerra en el Medio Oriente con el fin de proteger a Bush para deslindarse
del cambio climático, y para que Bush y Blair se resguarden de las recientes
revelaciones sobre las mentiras que llevaron a la guerra en Irak".
XYMPHORA concluye: "queda caduco el viejo acuerdo entre el gobierno
británico y el terrorismo internacional: Londres como refugio de las
organizaciones terroristas del mundo, sin interferir en sus operaciones internacionales,
con la condición de que no atacasen la capital británica". No por nada
Londres (bautizada por ello como Londonistán) es el centro de las
finanzas internacionales y donde se abriga con patente de corso la mayoría de
las organizaciones terroristas.
¿PERO A QUIEN sirve Al Qaeda? Existen dos interpretaciones antagónicas: la
ampliamente conocida de la islamofóbica dupla anglosajona Bush-Blair frente a
la de los servicios de inteligencia rusos, quienes juran que Al Qaeda es uno de
los brazos operativos de la CIA. Quizá aporte mayor evidencia de huellas
dactilares el contexto reciente de la sucesión de eventos delicados en la
geografía medioriental y centroasiática de Al Qaeda, que abordaremos la próxima
vez.