EL
SENTIDO DE LA PRÁCTICA TÁNTRICA.
La búsqueda
de felicidad es el fin último de la existencia humana. Una felicidad
plena implica un
estado de conciencia ampliada. Esta Conciencia Total es innata en el ser
humano, y las circunstancias de la vida en las que transcurre nuestra
existencia, la cubren
de suficientes limitaciones como para no poder acceder
fácilmente
a ella.
En otras culturas,
lejanas en tiempo y espacio, algunas personas lograron
establecer diversas
metodologías para reconquistar esto que es propiodel ser
humano. Uno de estos
métodos consiste en aplicar determinadas técnicas durante
el transcurso de la actividad sexual, con ayuda de las cuales resulta posible
ir progresivamente sosteniendo el éxtasis sexual cada vez con mayor
amplitud, desarrollando la buscada expansión de la conciencia. Esto
es conocido hoy día con su antiguo nombre de Tantra, o Tantra Yoga.
Bajo el nombre de
Tantra, en realidad se engloba toda una concepción del
universo y del hombre,
resultando en una visión y un modo de vida que permite
realmente disfrutar
de la existencia, en todas y cualquiera de sus áreas. Los
conocimientos referidos
al particular aspecto de la sexualidad están considerados bajo otro
nombre: Maithuna o Unión Sexual. En esta exposición seguiremos
denominando Tantra a esta estructura de prácticas vinculadas a la
sexualidad, tan
solo porque en el
occidente de hoy se ha popularizado de ese modo. Y hablaremos de sexualidad
y no de sexo, porque es un término mucho más amplio
y abarcativo que
lo meramente genital, pues tiene referencia directa a la humanidad de las
personas y no solo a su cuerpo.
En la concepción
tántrica, el objetivo es la expansión de la conciencia, el
logro de un estado de Conciencia Cósmica, totalmente cercano a lo
que es un orgasmo.
Tántricamente,
estamos hablando de un Orgasmo Cósmico, que algunos autores
llaman Superorgasmo
o Hiperorgasmo obtenido al sumergirse en el amoroso océano del orgasmo
capaz de transportarnos a una visión Ampliada de la Realidad. La
calificación de Super o Hiper es porque desde las experiencias logradas
con el tantra, el orgasmo al que estamos acostumbrados en occidente, es
en el mejor de los casos, tan solo un estremecimiento más o menos
intenso, en general capaz de sacarnos de toda otra sensación.
Como usualmente sucede,
los occidentales interesados en la práctica tántrica
solamente están
buscando una forma de sexualidad más intensa, o al menos
diferente, procuraremos
limitar la exposición a dichos aspectos. El propio placer
del orgasmo pleno
habrá de conducirles posteriormente a curiosear en los
aspectos místicos.
Para un principiante
en este arte místico, deberá impartirse un entrenamiento
que por una parte pasa por la sexualidad -física y psíquica-,
y que por otra parte incursione por las prácticas espirituales del
desarrollo del cuerpo, de la energía y de la mente, esto es, las
prácticas de la flexibilidad corporal, del adecuado flujo de
la energía
y de la respiración, y por la concentración, visualización,
meditación,
calma mental, etc.
Finalmente hay que unir en la práctica, ambas fases del
entrenamiento. No
basta solo con meditar. Para el desarrollo de la meditación hay
que meditar primeramente
en quietud corporal, y luego incorporar el movimiento, para lograr meditar
durante el movimiento propio del intercambio sexual, y finalmente profundizar
el estado meditativo durante el orgasmo.
Para un occidental
en general, la práctica tántrica como se la enfoca en este
entrenamiento, conduce
a superar los aspectos conflictivos de la sexualidad y de la psiquis, transformar
los hábitos perniciosos, ampliar la conciencia en todas las
direcciones y dimensiones,
y por sobre todo, sacralizar el juego de la vida, convirtiéndolo
todo en sagrado, donde el propio cuerpo está habitado por lo más
íntimo de sí mismo.
EL SEXO TANTRICO.
Uno de los métodos
tántricos es el Maithuna o Unión Sexual, porque entrenándose
en aplicar ciertas técnicas durante el transcurso del intercambio
sexual, resulta posible ir progresivamente sosteniendo el éxtasis
amoroso con cada vez mayor amplitud, desarrollando de este modo la expansión
de la conciencia. De todos modos, dado que este tópico se popularizó
en occidente bajo el nombre de Tantra, a esta estructura de prácticas
vinculadas a la sexualidad las seguiremos denominando Tantra, aunque no
sea todo el Tantra.
En
la concepción tántrica, el objetivo de Maithuna es la expansión
de la conciencia, el logro de un estado de Conciencia Cósmica, totalmente
cercano a lo que serían los efectos de un orgasmo prolongado. Para
algunas escuelas tántricas, es un Orgasmo Cósmico, que algunos
autores llaman Superorgasmo o Hiperorgasmo obtenido por meditar en la Realidad
Ampliada, al mismo tiempo en que se está sumido en el placer amoroso
del sexo.
La
calificación de Super o Hiper es porque desde las experiencias logradas
con el tantra, a lo que estamos acostumbrados en occidente, el orgasmo
en el mejor de los casos es solo un estremecimiento fuerte, que en el varón
suele estar acompañado por eyaculación de semen, y esto sucede
lo suficientemente rápido como para que la mujer casi ni lo sienta.
El
Super Orgasmo obtenido por el practicante tántrico, es un disparador
a un estado ampliado de la conciencia, tal como el que se obtiene luego
de muchísimos años de práctica de meditación
puramente mental. Ese orgasmo con ampliación de la conciencia, implica
lograr el cambio fisiológico necesario para mantenerse en el punto
culminante de hipertensión antes de la relajación profunda,
esto es, en el punto orgásmico pre-eyaculación. Para ello
es preciso que el varón retrase y detenga su eyaculación
y también los diversos orgasmos menores, para alcanzar el más
profundo orgasmo, al tiempo que la mujer también necesita detener
los pequeños orgasmos para también alcanzar el orgasmo más
profundo. Debe aclararse que para lograr tal orgasmo, el practicante y
su consorte deben estar unidos no solo en forma corporal sino principalmente
unidos en sus sentimientos, primando por sobre todo el Amor.
En la tradición
tántrica, el tiempo mínimo que debe durar un orgasmo para
ser considerado profundo, es de dos horas y veinticuatro minutos. Esto
se refiere solamente al orgasmo, sin contar los ‘juegos’ preliminares.
Además, esta es una referencia a los simples aspectos externos del
orgasmo. También es preciso saber qué cosa ‘hacer’ mientras
se está suspendido en el éxtasis de ese orgasmo.
De
entre las tantas ideas erroneas acerca del tantra es que el varón
no debe eyacular. Realmente eso es lo que menos importa en el tantra. Lo
que se busca es el orgasmo como un modo de salir del estado ordinario de
conciencia y acceder a un estado supraconciente. Si se eyacula o no, es
un aspecto relacionado con la energía, con la vitalidad, y
no con el logro tántrico.
Los practicantes
tántricos suelen optar por no eyacular a fin de mantener un estado
sobresaliente de vitalidad, y especialmente para disponer de suficiente
energía con la cual despertar la actividad potencial de los centros
de energía. No obstante, si en algún momento el practicante
deseara concebir un hijo, puede eyacular con toda tranquilidad, pues el
entrenamiento no anula sus funciones corporales, sino que las pone al servicio
de la conciencia.
El
orgasmo en la mujer no está acompañado por eyaculación
de su substancia vital: el óvulo. Su óvulo saldrá
del cuerpo durante la menstruación, período durante el cual
baja su vitalidad. A lo sumo la mujer ‘eyaculará’ algún fluído
corporal cargado con la invisible esencia de su propio placer y presencia.
Dado que su vitalidad no decae, puede tener orgasmos a repetición.
La mujer en esta
sociedad de eyaculadores precoces, suele desconocer la bondad del orgasmo
provocado por la estimulación del varón, pues este se duerme
luego del desgaste de eyacular, dejando a la mujer sin la vivencia del
orgasmo, o a lo sumo con solo una ínfima muestra. La alternativa
que le queda a la mujer es continuar estimulándose a sí misma
hasta alcanzar su propio placer.
La
posibilidad de tener orgasmos profundos y prolongados, esos que implican
ampliación de la conciencia, requiere de un entrenamiento para detener
los pequeños y cortos orgasmos reflejos, para poder seguir acumulando
la tensión pre-orgásmica y finalmente permitirse el deseado
orgasmo prolongado y profundo.
Dado
que la mujer eyacula una vez al mes, pareciera que queda en inferioridad
de condiciones respecto del varón. Sin embargo, el desarrollo del
control interno puede llegar hasta la suspensión de la ovulación,
y por ende su consecuencia, la menstruación.
También es
cierto que la pareja tántrica puede elegir concebir hijos tanto
como evitarlos, y esto es resultado de una simple regulación interna.
Muchas personas han entrado en la práctica tántrica concibiéndola
como el mejor método anticonceptivo natural. No obstante que este
no es el objetivo del Tantra, el acercamiento a esta enseñanza en
pos de lograr una ayuda para vivir mejor, siempre es aceptado por los instructores
y maestros, si es que no existe confusión sobre lo que verdaderamente
está haciendo.
El
arte amatorio tántrico abarca desde el perfeccionamiento del encuentro
sexual convencional, cuya finalidad es desarrollar una libertad sexual
no conflictiva, hasta el amor tántrico universal y espiritual, con
todo el despliegue de energías que esto implica.
Para lograr este
objetivo, el entrenamiento incluye: sensibilización, descubrimiento
del propio placer (autoerotismo), contacto (caricia, beso, masaje sensual)
y acercamiento amoroso (seducción, tratar al otro como un par, elecciónde
pareja, pareja simple y múltiple, compartir y convivir, planificación
familiar), el desarrollo del amor propiamente dicho (amor individual y
amor universal), métodos para el control eyaculatorio, para multiplicar
la potencia orgásmica, el arte de manejar la mente o meditación,
el arte del manejo del cuerpo, la respiración y la mente, la energía
vital y su flujo interno, los centros de energía, la acumulación
de energía interna para el despertar de la energía ancestral
y arquetípica de Kundalini, la ayuda de mantras, yantras, y rituales
para lograr un estado ampliado de la conciencia partiendo de una cópula
generadora del más intenso orgásmo, la unión sexual
entre ‘deidades’, y el logro espirtiual de Comunión Cósmica.
Obstáculos
del entrenamiento.
Las dificultades
usuales que aparecen en el trabajo sobre la sexualidad, son las propias
de los cambios de concepciones y hábitos que cada persona ha cultivado
hasta el momento en que realmente decide abordar el arte tántrico
y su ciencia. No es tan dificil quizás mostrar el cuerpo al desnudo,
que mostrar el ‘alma’ al desnudo, y además desnudarla de los conflictos
y contrasentidos. Aquí opera la ignorancia bajo la forma de orgullo
y apego. Este suele ser el punto que más cuesta superar.