Publicado en Orbe,  Año. 9, No. 16

por A. González Arias

 

 

 

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Zahori12Aunque te vistas de seda,

zahorí, zahorí quedas

 

Aunque el vocablo se utiliza desde el Medioevo, lo primero que llama la atención sobre la radiestesia es que su definición no está muy clara. Al explorar la WEB en busca de un enunciado concluyente, se encuentran varios que no coinciden exactamente.  Así leemos:

·           Es el arte de captar por medio de varillas o el péndulo manantiales, tesoros, cosas enterradas, perdidas, etc., ...gracias a la percepción extrasensorial del individuo.

·           Son las técnicas que mediante el uso de un péndulo o varita permiten localizar objetos enterrados u ocultos; esto incluye agua y personas desaparecidas.

·           La radiestesia es una disciplina pseudocientífica que pretende la existencia de elementos sobrenaturales ...detectados por medio de un péndulo o de una horquilla.

·           Detección, con ayuda de una varilla o de un péndulo, de las radiaciones electromagnéticas emitidas por los cuerpos materiales.

Las dos primeras definiciones pertenecen a sitios WEB que se autotitulan “pitonisas” y “cibermancia” respectivamente; las dos últimas a diferentes diccionarios de la WEB. Según lo anterior, mientras que algunos consideran que la radiestesia está originada por elementos sobrenaturales, otros sustentan que tiene que ver con la detección de las ondas electromagnéticas.  Definiciones alternativas proponen una especie de combinación de ambos puntos de vista; por ej., en la enciclopedia Encarta 2007 aparece:

Radiestesia:Sensibilidad especial para captar ciertas radiaciones, utilizada por los zahoríes para descubrir manantiales subterráneos, venas metalíferas, etc.”, mientras que zahorí tiene dos acepciones: 

a) “persona a quien se atribuye la facultad de descubrir lo que está oculto, especialmente manantiales subterráneos”,

b) “persona perspicaz y escudriñadora, que descubre o adivina fácilmente lo que otras personas piensan o sienten”.

Está claro que la ciencia no tiene nada que ver con “adivinaciones” o “elementos sobrenaturales”, de aquí que si se acepta la versión sobrenatural es imposible alegar que se está intentando hacer ciencia. Y muchos menos hacer referencia a postgrados o doctorados sobre el tema, -a no ser que se refieran a las Ciencias Ocultas-.

La otra alternativa es considerar que el zahorí es capaz de detectar radiaciones electromagnéticas mediante algún mecanismo natural aún desconocido (lo que, en principio, no se puede descartar a priori).  Analicemos pues esto último en detalle.

La ciencia en general –y la física en particular- trabaja esencialmente con valores cuantitativos. Significa que para hacer ciencia con las radiaciones no basta con detectarlas; hay que medir numéricamente su intensidad, frecuencia[1] y demás parámetros, para así aprender como reproducirlas controladamente, y poder estudiar su influencia e interrelación con otros fenómenos -como, por ejemplo, su relación con la formación de sensaciones en el cerebro-.

El intervalo total de posibles frecuencias –el espectro electromagnético- es muy amplio.  Comprende desde las ondas de radio a baja frecuencia (cientos ó miles de oscilaciones por segundo) hasta la radiación gamma de muy alta frecuencia (miles de miles de millones), pasando por las microondas y el radar, la radiación infrarroja, visible, ultravioleta y los rayos X.

Existen instrumentos muy sensibles capaces de medir numéricamente la frecuencia e intensidad de cualquier radiación, incluso en señales extremadamente débiles, con la particularidad de que como característica propia del desarrollo científico, el poder de detección de estos instrumentos mejora continuamente. 

Por otra parte, todos los objetos emiten radiaciones, invisibles para el ojo en su mayor parte, pero perfectamente detectables por los instrumentos adecuados. Así, por ej., los equipos de visión nocturna, que aparecen frecuentemente en películas y seriales televisivos, posibilitan la visión al procesar y proyectar en una pantalla la radiación infrarroja no visible emitida por las personas y otros objetos.

A pesar de todo esto, excluyendo las siempre presentes casualidades, y aún utilizando los instrumentos más sensibles, nunca se ha reportado la medición de alguna radiación allí donde algún zahorí alega que la hay, y viceversa; ningún zahorí es capaz de detectar radiaciones medidas previamente por los instrumentos. (Algunas radiaciones intensas sí son detectables por cualquier persona como, por ej., la radiación infrarroja y su correspondiente sensación de calor cuando nos acercamos a cualquier objeto caliente o nos exponemos a la luz solar).

En fin, que tampoco hay fundamento científico alguno para aseverar que alguien con “sensibilidad especial” y el auxilio de una varilla o un péndulo, es capaz de detectar radiación de baja intensidad en la región no visible del espectro electromagnético.

De aquí que la radiestesia debe ser considerada en todo momento como una pseudociencia o falsa ciencia, o si se prefiere, como algo “mágico” o “sobrenatural”, pero de ninguna manera ligada a la ciencia y sus métodos, o a postgrados, doctorados y similares

No obstante lo anterior, además de que la radiestesia es utilizada por algunos como una supuesta técnica “científica” para detectar agua y minerales, otros “aprendices de brujo” la utilizan como método de diagnóstico médico, a veces incluso respaldados por alguna institución médica oficialmente reconocida.  Y ante esta realidad, vale cuestionarse:

-¿Quién decide si éste es un método de diagnóstico legítimo? ¿Que mediciones previas se realizaron? ¿Sobre qué bases científicas?

-¿Se investigó y verificó la efectividad del método antes de usarlo en personas?

-¿Que legislación defiende al paciente si sus dolencias se agravan a causa de un diagnóstico basado en un método ilusorio como éste? –Pues puede ocurrir que la situación de un paciente empeore al no acceder a tiempo al tratamiento adecuado, por seguir un falso diagnóstico basado en estos “mágicos” procedimientos.

-¿Puede ese paciente pedir una compensación por el perjuicio de que ha sido objeto?

Ah!  Y note que, según la Real Academia de la Lengua, los que emplean la radiestesia son -al menos mientras la emplean- zahoríes y no doctores, gústeles o no la palabreja.