Publicado en “Orbe”, La Habana,
el 28 de enero de 2005
Ernesto Altshuler
Habanólogos revelan nuevo misterio1
Excavaciones realizadas en la antigua Ciudad de
El nuevo hallazgo se suma a la larga lista de misterios del mismo período histórico pendientes de solución para los habanólogos, entre los que podemos recordar el hallazgo de esferoides de material polimérico amarillo con la extraña marca de “CocoTaxi”, la sistemática utilización de la forma verbal “estoy obstinado” a contrapelo del significado aceptado en el antiguo idioma castellano, y la súbita aparición del símbolo “CUC” en numerosos documentos de la época.
Pero volvamos al nuevo descubrimiento que nos ocupa.
Yusrinveydys Hernández-Bianchini, jefe del grupo de habanólogos de la Universidad de Itabo que realiza las excavaciones, ha revelado que muchísimas edificaciones de la época presentaban símbolos en “X” sobre las planchas de vidrio que cubrían orificios de forma cuadrada o rectangular practicados en las paredes exteriores. Sobre la base de estudios de espectroscopía molecular, ha quedado claro que los misteriosos símbolos eran confeccionados a partir de cintas de celulosa engomada a mediados del siglo XX, aunque comenzó a evolucionarse hacia el uso de la cinta polimérica engomada a partir de finales del siglo XX.
Hasta el momento, la interpretación más aceptada entre los habanólogos se basa en el hecho bien establecido de que las dificultades económicas de fines del siglo XX propiciaron el uso masivo de las llamadas “terapias energéticas”2. El análisis del caso que nos ocupa a la luz de estos antecedentes sugiere que los habitantes de la época, combinando antiguas tradiciones indias con el saludable espíritu colectivista imperante, habían definido chakras en las edificaciones para beneficiar de sus bondades energéticas al colectivo de inquilinos en su conjunto. Los chakras estaban situados justo en la posición de las mencionadas aberturas cuadradas ó rectangulares, y los símbolos en “X” se colocaban para activar los puntos energéticos de las edificaciones en cuestión. Es notable cómo el sistema se continuaba usando a pesar de que los registros médicos de la época –rigurosamente actualizados, por cierto– no demostraban efectos positivos estadísticamente confiables a la luz del uso de tests rigurosos como el de Kolmogorov-Smirnov.
En aras del rigor científico, debe mencionarse que se ha propuesto una segunda interpretación para la existencia de los misteriosos símbolos en “X”. Según ella, se trata de simples medidas de seguridad que se tomaban para evitar lesiones si se astillaban las placas de vidrio que cubrían las aberturas de los edificios en caso de tormentas tropicales. Esta teoría –que evidentemente subvalora la cultura de los países en desarrollo en el siglo XX– plantea que la idea de colocar las “X” fue introducida en la isla por civilizaciones extraterrestres de las que no ha quedado rastro. A pesar de que los autores de esta interpretación han publicado sus ideas en un sitio web propio bajo el título de “The X files”, las mismas están totalmente desacreditadas ante la comunidad científica, al comprobarse que, si bien es cierto que las “X” se colocaban en temporada ciclónica, después no se quitaban jamás.
1 Reportaje de ciencia-ficción
2El hecho de que una
de las
modalidades de aplicación
de dichas
terapias
involucraba el uso
de artefactos
piramidales,
hizo suponer en un
inicio la hipótesis incorrecta
de que
las poblaciones
nativas de la isla habían emigrado desde Egipto
(consultar la obra
“En canoa desde el Nilo hasta Boca de Jaruco”, por Yeryslandys García-Ruffi).