Revista
Cubana de Investigaciones Biomédicas,
vol 26, N° 3 ; 2007
Instituto
de Cardiología y Cirugía Cardiovascular (ICC C), Cuba.
AUSENCIA DE “EFECTO PIRAMIDAL” SOBRE
CARDIOMIOCITOS AISLADOS DE RATA
Julio Alvarez González. Doctor en Ciencias.
Investigador Titular. Laboratorio de Electrofisiología (ICCC). Responsable de
la investigación. Participación en los experimentos, análisis de los resultados
y redacción del artículo.
Julio Alvarez Collazo. Alumno
de la Facultad de Biología (UH). Participación en los experimentos y análisis
de los resultados.
Rafael Souto Cárdenas. Lic. En Biología.
Aspirante a Investigador. Laboratorio de Electrofisiología (ICCC).
Participación en los experimentos.
Yulica Santos Ortega. Lic. En
Biología. Maestrando de la Facultad de Biología (UH). Participación en los
experimentos.
Loipa Galán Martínez. Doctora
en Ciencias Farmacéuticas. Investigador Agregado. Laboratorio de
Electrofisiología (ICCC). Participación en los experimentos.
Carlos Díaz García. Lic. En
Bioquímica. Maestrando de la Facultad de Biología (UH). Participación en los
experimentos.
Dirigir la correspondencia a:
Dr Cs Julio Alvarez González. Laboratorio de
Electrofisiología. Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular. 17 N°
702. Vedado, cp 10400, Ciudad de la Habana.
E-mail:
Teléfono: 8382646
RESUMEN
Los promotores de la existencia
de la “Energía Piramidal” sugieren que pirámides no ferrosas de
determinadas proporciones y con cierta orientación, son capaces de “concentrar
energía” proporcionando efectos beneficiosos a los objetos situados en su
interior. No obstante, científicos cubanos han argumentado la imposibilidad de
la existencia de esta “energía”. Se ha propuesto una acción bactericida
de la “energía piramidal” relacionada a cambios inducidos en el agua, lo
cual ayudaría a preservar materias orgánicas. Nuestro objetivo fue estudiar la supervivencia
de cardiomiocitos ventriculares de rata, conservados dentro de una pirámide no
ferrosa. Los resultados muestran que no existió diferencia estadísticamente
significativa en la supervivencia de cardiomiocitos conservados dentro de la
pirámide, fuera de ésta o dentro de la pirámide mal orientada. Estos datos
indican que las pirámides no ejercen acción directa ni sobre los
cardiomiocitos, ni sobre el agua o los componentes de la solución de
conservación.
Palabras clave: Energía
piramidal, Terapia piramidal, Pseudociencia
ABSTRACT
Promoters of the
so-called “Pyramidal Energy” suggest that non-ferrous pyramids of
certain proportions and orientation could “concentrate energy” thus conferring
beneficial effects on the objects inside them. However, Cuban scientists have
argued against the existence of this “energy”. A bactericide action,
related to changes induced in the water has been proposed which could help to
preserve organic matter. The aim of the present work was to study the survival
of rat cardiomyocytes preserved inside a non-ferrous pyramid. Our results
showed no statistically significant difference in survival between
cardiomyocytes preserved inside, outside or inside a badly oriented pyramid.
They indicate that pyramids exert no direct action neither on cardiomyocytes
nor on water or the components of the conservation solution.
Keywords: Pyramidal
energy, Pyramidal therapy, Pseudoscience.
INTRODUCCIÓN
Desde hace algunos años, algunos medios de difusión masiva cubanos y
páginas Web, han difundido que pirámides huecas, no ferrosas, de
determinadas proporciones y con una orientación específica, pueden “concentrar
o generar energía” en su interior a partir de “fuerzas biocósmicas o
telúricas”1-7. Según sus promotores, esta supuesta “energía piramidal”, modifica las
propiedades de los objetos colocados en su interior y puede tener efectos que
van desde afilar fresas dentales y recargar baterías alcalinas agotadas, hasta
conservar materias orgánicas así como curar o aliviar múltiples dolencias que
van desde escabiosis hasta problemas osteo-mio-articulares4-8. Esta “terapia
piramidal” ha sido oficialmente reconocida por el Sistema Nacional de Salud9 y
ha recibido el aval del Centro Nacional de Medicina Natural y Tradicional
(CENAMENT) y de otros centros e instancias de salud de nuestro país10.
Esta
supuesta energía jamás ha sido medida o demostrada materialmente y los
resultados beneficiosos que para ella se reportan, no han sido publicados en
revistas arbitradas (excepto la referencia 6). Esto ha motivado que
profesionales cubanos hayan cuestionado la existencia de dicha energía
señalando dos argumentos de mucho peso: la violación de la Ley de Conservación
de la Energía11, 12 y la falta de rigor metodológico en la obtención de los
resultados que se reportan13, 14. De igual forma, el lenguaje pseudocientífico
empleado en la difusión de los resultados con esta terapia ha sido severamente
criticado11-16. Existen también algunos resultados experimentales obtenidos con
el rigor necesario que no confirman la existencia de algunos de los efectos
propuestos como los cambios en el pH y la conductividad del agua que
justificarían una acción bactericida17 o la recarga de baterías alcalinas
(Silva LC; comunicación personal).
No obstante, todo
investigador científico debe estar dispuesto a aceptar nuevas ideas, pero las
pruebas deben siempre ser convincentes. Como dijera James Oberg: “Mantener
la mente abierta es una virtud ... pero no tan abierta como para permitir que a
uno se le caiga el cerebro”. Por esta razón,
decidimos comprobar la supuesta acción de la “energía piramidal” que permite la
conservación de la materia orgánica inmersa en agua dentro de una pirámide7.
Como modelo experimental, escogimos los cardiomiocitos ventriculares de rata
aislados enzimáticamente y conservados en una solución salina fisiológica
simple. En estas condiciones, los cardiomiocitos son comúnmente utilizados en
experimentos de Bioquímica y Biología Molecular, pero sobre todo para el
registro electrofisiológico con la técnica de “patch-clamp”. Es ampliamente
conocido que en estas condiciones de conservación simplificadas, la proporción
de cardiomiocitos viables, relajados y con un patrón de estriaciones visible
(signos de buen estado fisiológico) disminuye en función del tiempo18. De ser
ciertas las virtudes que se atribuyen a la supuesta “energía piramidal”, sería
de esperar una mayor supervivencia de los cardiomiocitos aislados cuando son
conservados dentro de una pirámide.
MATERIALES Y MÉTODOS
En
los experimentos se utilizaron cardiomiocitos ventriculares de ratas Wistar
(machos, 200-230g) aislados enzimáticamente por un método desarrollado en
nuestro laboratorio19-20. Bajo anestesia (tiopental sódico, 25 mg/kg) y previa
heparinización (5000 UI), se extrae el corazón y se monta en un sistema de
Langendorff, perfundiéndose con una solución Tyrode19,20. Luego de un período
inicial (~ 2 min) de perfusión con solución sin Ca2+ se recircula, durante 10
minutos, la misma solución pero con colagenasa añadida (Worthington, USA; tipo
CLS2; 1 mg/mL). Transcurrido este tiempo, los ventrículos se cortan en
fragmentos y se agitan mecánicamente en la solución con colagenasa. La solución
es filtrada a través de una malla de nylon (250 µm) y se centrifuga a 200 rpm
durante 2 minutos. El pellet obtenido se resuspende en una solución sin
colagenasa con Ca2+ (0.5 mmol/L) y se decanta. El nuevo pellet es
entonces resuspendido en 15 mL de la solución final (de conservación) con Ca2+
1 mmol/L. La gran mayoría de los miocitos así obtenidos, fueron utilizados en
los experimentos con la técnica de “patch-clamp” que corrientemente se realizan
en nuestro laboratorio.
Los
miocitos destinados a los experimentos con la pirámide, fueron dispuestos en 8
placas de Petri plásticas de 3 cm de diámetro numeradas consecutivamente. A
cada placa se añadió 2 mL de la solución de conservación fresca y 100 µL de la
solución de conservación que contenía los cardiomiocitos. Se tuvo cuidado de
mantener, por agitación suave, la homogeneidad de la solución de conservación
con células antes de obtener los 100 µL que se iban a añadir a cada placa.
El
porcentaje de células vivas en cada placa se realizó en un microscopio
invertido Zeiss (Axiovert 25, Alemania) con una amplificación de 100x tomando
la suma de las lecturas de al menos tres campos por placa, escogidos al azar y
contando 30 - 50 células por campo. Este conteo se hizo a ciegas,
es decir, quien hacía la lectura no conocía el número de la placa ni el destino
que iba a tomar. Una vez realizados los conteos, otro investigador escogió de
manera aleatoria cuatro placas que fueron dispuestas dentro de la pirámide. Las
otras cuatro se mantuvieron fuera de ésta, pero cubiertas para ocultar su
numeración. A las cuatro horas (ver referencia 7), se reprodujeron los conteos,
que también fueron realizados a ciegas. Debe destacarse que tres
de los participantes (RSC, YSO y CDG) no tenían conocimiento de este tema al
inicio de los experimentos.
Se utilizó una pirámide de cartulina con
una base de 35 cm y arista de 33.285 cm, según las proporciones indicadas
(arista = base x 0.951; ver referencia 7) la cual fue colocada de manera que
dos lados de su base quedaran paralelos al eje Norte – Sur magnético de la
Tierra, para lo cual se empleó una brújula. En otra serie experimental, a manera
de control, se hicieron las mismas mediciones pero orientando mal la pirámide.
En ambos casos, se tuvo el cuidado de emplazar la pirámide a no menos de 3 m de
distancia de equipos electrónicos.
Para
el análisis estadístico se utilizó una prueba “t” de Student para muestras
pareadas cuando se compararon los porcentajes de células vivas entre placas de
una misma condición y para muestras no pareadas, cuando se compararon los
porcentajes entre placas dentro y fuera de la pirámide. Los resultados se expresan
como medias y desviaciones estándar.
RESULTADOS
La
media (± desviación estándar) del porcentaje de supervivencia de cardiomiocitos
al final de la disociación fue 45.5 ± 13.1% (5 disociaciones) con un rango de ~
30 - 70%, lo cual es consistente con valores reportados en la literatura y con
el promedio histórico en las condiciones de nuestro laboratorio18-20. En la
Tabla 1 se muestran los resultados obtenidos (3 disociaciones) cuando la
pirámide estaba orientada correctamente. Es de destacar que, al inicio de las
mediciones, el porcentaje de cardiomiocitos viables fue similar en ambos grupos
(N = 12). Después de cuatro horas, tanto dentro de la pirámide como fuera de
ésta, el porcentaje de cardiomiocitos viables se redujo de manera
estadísticamente significativa. Sin embargo, no hubo diferencia
estadísticamente significativa entre las placas de Petri mantenidas dentro o
fuera de la pirámide.
En
la Tabla 2 se muestran los resultados obtenidos (2 disociaciones) cuando la
pirámide estaba mal orientada. Como en la serie experimental anterior, no hubo
diferencias en el porcentaje de cardiomiocitos viables en ambos grupos al
inicio de las mediciones (N = 8). Al término de cuatro horas, hubo una
reducción estadísticamente significativa en el porcentaje de cardiomiocitos
viables en ambos grupos pero tampoco hubo diferencia estadísticamente
significativa entre las placas de Petri mantenidas dentro o fuera de la
pirámide.
DISCUSIÓN
Los
resultados de los experimentos no confirmaron la hipótesis de que una pirámide
hueca, no ferrosa con una orientación precisa y determinadas proporciones pueda
ejercer acciones beneficiosas sobre la materia orgánica dispuesta en su
interior7. Quienes apoyan esta hipótesis aducen que la “energía piramidal”
posee efectos similares a los de la magnetoterapia y proponen un número de
acciones biológicas que explicarían sus efectos6, 7. No obstante, ninguna de
estas acciones ha sido debidamente confirmada con publicaciones en revistas
arbitradas y han sido objeto de críticas12, 13.
La
necesidad de mantener la pirámide alejada de equipos electrónicos, motivó que
la temperatura a la cual se mantuvieron los cardiomiocitos en el local escogido
fuera más alta (~27°C) que en el área propia del laboratorio (21°C - 23°C), lo
cual probablemente contribuyó a la marcada reducción, en función del tiempo, en
el porcentaje de cardiomiocitos viables que se obtuvo en los presentes
experimentos. Esto, sin embargo, no afecta las conclusiones obtenidas ya que
todas las placas fueron mantenidas en el mismo local.
Nuestros
resultados constituyen una evidencia más en contra de la existencia de una
“energía o efecto piramidal”. De manera similar, otros autores cubanos no han
encontrado evidencias de que las piramides pueda cambiar las propiedades del
agua17 o recargar baterías alcalinas (Silva LC; comunicación personal). Los
presentes experimentos no pretenden poner fin al debate acerca de la existencia
de una “energía o efecto piramidal”. Sin embargo, el conjunto de las evidencias
existentes debe servir de motivación a la comunidad científica para
involucrarse más en el esclarecimiento de este tema en debate.
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Morano I. Ahnak is critical for cardiac Ca(v)1.2 calcium channel function and
its beta-adrenergic regulation. FASEB J. 2005. 19: 1969-77.
NOTA: Dada la posible labilidad
de alguno sitios Web, el lector puede dirigirse al autor si desea recibir por
correo electrónico cualquiera de los trabajos citados.
Supervivencia de cardiomiocitos
aislados de rata fuera y dentro de una pirámide correctamente orientada
(valores expresados en % de células vivas).
Disociación |
Dentro de la pirámide |
Fuera de la pirámide |
||
|
Control |
4 horas |
Control |
4 horas |
N° 1 |
49.7 |
5.9 |
46.9 |
2.2 |
|
32.5 |
1.3 |
22.9 |
8.7 |
|
31.4 |
7.3 |
50.9 |
2.2 |
|
38.2 |
4.8 |
52.1 |
3.9 |
N° 2 |
37.7 |
9.7 |
35.2 |
10.4 |
|
42.1 |
3.2 |
29.1 |
4.7 |
|
35.9 |
4.8 |
40 |
4.9 |
|
27.2 |
7.7 |
46.7 |
4.3 |
N° 3 |
47.4 |
27.7 |
41.9 |
38.5 |
|
38.9 |
24.4 |
46.8 |
37.2 |
|
46.2 |
39.1 |
48.4 |
26.7 |
|
46.4 |
29.8 |
45.1 |
26.6 |
Media (Desviación estándar) |
39.47 (7.1) |
13.81* (12.8) |
42.17 (8.9) |
15.84* (13.6) |
Número de células |
1912 |
1201 |
2131 |
1245 |
* p < 0.01 respecto a
su control
TABLA 2
Supervivencia de
cardiomiocitos aislados de rata fuera y dentro de una pirámide mal orientada
(valores expresados en % de células vivas).
Disociación |
Dentro de la pirámide |
Fuera de la pirámide |
||
|
Control |
4 horas |
Control |
4 horas |
N° 1 |
37.1 |
19.8 |
40.8 |
22.1 |
|
41.2 |
25.1 |
45.2 |
20.8 |
|
45.3 |
19.2 |
41.6 |
23.8 |
|
39.1 |
27 |
44.1 |
19.6 |
N° 2 |
64.7 |
50 |
56.4 |
50 |
|
67.7 |
50 |
63.6 |
47.3 |
|
68.9 |
44.4 |
47.8 |
56.2 |
|
72.3 |
53.3 |
78.9 |
52.1 |
Media (Desviación estándar) |
54.57 (15.1) |
36.1* (14.7) |
52.3 (13.3) |
36.48* (16.2) |
Número de células |
830 |
731 |
848 |
739 |
* p < 0.01 respecto a su
control