El agua magnetizada
En Cuba
diversas industrias aplican el
tratamiento magnético desde hace
años para reducir las costras en
calderas y tuberías, que también
puede ser útil para reducir las
costras en las viviendas. No hay
reportes fundamentados acerca de
posibles daños o beneficios por
ingerir el agua tratada o aplicarla
en la agricultura.
Por:A. González
Arias y F.A Horta Rangel
(7 Enero, 2014 )
El agua no se
puede magnetizar, aunque sí es
posible aplicarle un tratamiento
magnético que afecte el estado
físico y la deposición de las sales
que trae disueltas. Sin embargo, ya
sea por ignorancia o por
conveniencia, bajo el título ‘agua
magnetizada’ es posible encontrar en
la web infinidad de sitios donde se
ensalzan sus inexistentes virtudes,
para después proponer la compra de
algún equipo que supuestamente la
magnetiza.
La magnetización es una propiedad
exclusiva de sólidos metálicos u
óxidos, con una estructura
cristalina regular en la que
intervienen átomos de hierro, níquel
o cobalto. Los líquidos no poseen
estructura cristalina y por tanto no
se pueden magnetizar.
Algunos ‘líquidos magnéticos’,
mencionados en la literatura
especializada, son en realidad
suspensiones de algún sólido con
propiedades magnéticas, finamente
pulverizado y disperso en algún
fluido espeso que retarda su
precipitación.
Además el agua es diamagnética, que
en lenguaje llano significa que no
es atraída, sino repelida muy
débilmente por un imán.
Algunos ejemplos de promociones que
aparecen en Internet, a veces con
títulos que pretenden dar al posible
comprador una idea de relación
legítima con la medicina, son los
siguientes:
Publicidad engañosa
sobre los efectos de
‘magnetizar’ el agua; los iones hidronio H3O+,
también presentes en
igual proporción, no se
mencionan.
|
“El agua magnetizada reduce el
exceso de acidez y de bilis en el
aparato digestivo y normaliza los
movimientos intestinales, expulsando
toda la acumulación de materiales
tóxicos (...) limpia completamente
el sistema, mejora la digestión,
aumenta el apetito, expulsa la
enfermedad y da salud y energía a la
persona que la toma con regularidad.
Es recomendable que incluso las
personas sanas tomen agua
magnetizada para mantenerse libres
de molestias o padecimientos
digestivos”.
Otra promoción alega:
“Beneficios
de la ingestión de Agua Magnetizada:
•Mejor gusto. •Reduce la acidez y
ayuda a regular el pH del cuerpo.
•Produce efectos terapéuticos...”.
A veces las propiedades que se
atribuyen son absurdas: ‘agua viva’,
‘muerta’, etc.
“... un aparato (...) que en
realidad no sólo magnetiza el agua
sino que además logra revitalizar su
estructura cristalina natural
convirtiendo el agua corriente de
grifo, desestructurada y
energéticamente muerta, en agua
potable viva, estructurada y de alto
valor biológico con notables
cualidades terapéuticas. Y, encima,
con un sabor mucho mejor que la del
agua muerta de la que se obtuvo”.
Es común que tales sitios vayan
acompañados de esquemas o dibujos
engañosos como el de la figura 1,
donde el autor ‘olvidó’
convenientemente incluir los iones
hidronio positivos H3O+,
que invariablemente deben acompañar
a los hidroxilos OH- en
similar concentración.
Un ejemplo reciente es el de un
periódico digital de Ciego de Ávila,
que reporta la venta de agua
‘magnetizada y purificada’ a 2 pesos
el litro usando “tecnología mexicana
adquirida en México” -para que no
quepan dudas-. Según el
propietario:
“...hasta la fecha, la demanda va
in crescendo a
partir de prescripciones de varios
facultativos de la provincia, con
recomendaciones para pacientes
aquejados de problemas
gastrointestinales y renales,
colesterol y diabetes mellitus"
(figura 2).
La superchería del supuesto
beneficio médico de ingerir agua
tratada con campos magnéticos ha
sido denunciada en diversos países
por agencias estatales de protección
al consumidor. En abril de 2011 la
Agencia de Medicamentos y Productos
Sanitarios de España emitió un
comunicado alertando prácticas de
venta engañosas de equipos diversos
de magnetoterapia, entre los cuales
se encontraban las jarras que
convierten el agua en ‘magnética’.
Con bastante anterioridad, en
septiembre de 1999, la Comisión
Federal de Comercio de EE.UU.
(Federal Trade Commission, FTC)
había presentado cargos contra la
corporación ‘Pain Stops Here’ por
promocionar “agua magnetizada”,
supuestamente benéfica para un gran
número de padecimientos tales como
infecciones urinarias, ulceras
gástricas, disentería, cálculos
renales e incluso para normalizar el
sistema circulatorio y reducir el
colesterol.
|
Agua ‘magnetizada’ en
Ciego de Ávila, a dos
pesos el litro.
|
Los beneficios ilusorios no sólo se
circunscriben al campo de la
medicina; también se pueden referir
a la agricultura. En ese terreno
también es posible encontrar todo
tipo de afirmaciones sin fundamento:
“Extiende la vida del producto
post-cosecha aprx. un 30%, mayor
duración en tiempo de almacenaje;
ahorro en consumo de agua aprox. de
un 20% a un 30% en cultivos; ahorro
aprox. un 15% la necesidad de uso de
fertilizantes, pesticidas,
herbicidas; mejora la habilidad de
las plantas aguantar más bajas
temperaturas; incrementa la biomasa
del producto aprox. un mínimo de
180% en 31 días, garantizado, (se
han obtenido hasta 250% de
incremento) esto representa casi el
doble de producción y el doble de
ganancias.”
¿En qué consiste el tratamiento
magnético?
En muchos lugares el agua que
proviene del acueducto llega con un
alto contenido de sales disueltas
(lo que se conoce como agua
‘dura’). Esta agua ocasiona la
deposición de costras de carbonato
de calcio o magnesio, sobre todo en
las tuberías de agua caliente. El
residuo que se forma es similar al
que queda en el fondo del jarro o la
cazuela cuando por alguna razón es
necesario hervir el agua. Con el
paso del tiempo, la deposición puede
llegar a tupir totalmente la
regadera de la ducha, formar costras
duras difíciles de eliminar en la
lavadora o estrechar el diámetro de
las tuberías de la vivienda
reduciendo el flujo de agua, tanto
si es caliente como fría.
Una forma de disminuir la formación
de costras para no tener que
recurrir posteriormente a ácidos u
otros medios agresivos para
eliminarlas, consiste en aplicar al
agua corriente un tratamiento
magnético previo mediante imanes
permanentes. Para eso basta con
colocar los imanes sobre la tubería,
en una sección que preferiblemente
sea de plástico o de cobre y donde
el flujo de agua no sea demasiado
lento (figura 3). El tratamiento
también funciona en las tuberías de
hierro galvanizado o de acero
inoxidable, aunque con una
eficiencia algo menor, pues en ese
caso una parte del campo se
concentra dentro de las paredes.
|
Diferentes orientaciones
de los imanes en la
tubería, adecuadas para
el tratamiento
magnético. A: imanes
múltiples; B: un imán.
La N indica el polo
norte del imán y la S el
polo sur.
|
En las viviendas donde el agua se
almacena en tanques elevados, lo
mejor parece ser colocar los imanes
a la entrada del tanque o a la
salida de la motobomba, donde el
agua fluye con mayor rapidez. La
energía requerida para que el
tratamiento magnético sea efectivo
proviene del movimiento del agua, de
aquí que sus efectos no tendrán
lugar cuando el agua está en reposo
o el flujo sea demasiado lento. Los
efectos causados en la deposición de
los carbonatos tras el tratamiento
magnético pueden tardar varios días
en desaparecer.
Algunos reportan que la disposición
más efectiva para ubicar los imanes
es la de la figura 3A, empleando
cuatro o más imanes con los polos
alternados; sin embargo, el
tratamiento también funciona con dos
imanes (e incluso con uno solo, como
en la figura 3B). Es fácil
identificar los polos de igual
polaridad, pues se repelen; los de
polaridad diferente se atraen. Los
polos son las regiones del imán
donde las propiedades magnéticas se
manifiestan con mayor intensidad.
Una brújula permite identificar
fácilmente los polos norte y sur,
aunque en este caso no es necesario
ese análisis, pues intercambiar los
polos no afecta los resultados.
Imanes permanentes, con la forma y
tamaño adecuados al diámetro de las
tuberías habituales en las
viviendas, se pueden encontrar en
las bocinas de equipos de audio
desechados y en el interior de los
discos duros dañados; estos últimos
son preferibles por ser más
potentes. Se pueden fijar en su
posición usando cinta adhesiva,
cordel, pegamento o alambre fino.
¿Dónde y quienes aplican
estos tratamientos?
El uso del tratamiento magnético
para reducir las costras en
instalaciones industriales es
recomendado desde 1998 por el
Departamento de Energía del los
EE.UU. Las costras forman una capa
termoaislante que reduce el
intercambio de calor, incrementa el
gasto energético necesario para
alcanzar la temperatura de trabajo,
afecta la eficiencia y deteriora con
más rapidez los equipos de
intercambio térmico. Además, son
difíciles de retirar una vez
formadas y el proceso de renovación
o limpieza de calderas y tuberías de
vapor o agua caliente en la
industria es muy costoso. El
tratamiento magnético se considera
una forma muy efectiva de ahorrar
energía, pues alarga notablemente
los intervalos de tiempo en que la
limpieza de las costras se hace
necesaria (ver ref. [9]).
En Cuba diversas empresas estatales
aplican este tratamiento desde hace
años en el terreno industrial con
resultados satisfactorios, aunque a
veces en la prensa los reportes de
efectos verídicos se confunden con
reportes ilusorios sobre otras
supuestas propiedades que el
tratamiento magnético no aporta al
agua como, por ejemplo, cuando se
afirma que el tratamiento magnético
puede sustituir a la desinfección
por cloración en las piscinas.
¿Cómo funciona el
tratamiento magnético?
La precipitación del carbonato de
calcio disuelto en el agua se puede
expresar por la reacción química:
Ca2+ + HCO3
− + OH−
=
CaCO3(s) + H2O(l)
(1)
El término a la izquierda
representa el hecho de que, en el
seno del líquido, los cationes de Ca2+
están rodeados por los aniones
oxhidrilo OH- y
bicarbonato HCO3−
con carga negativa, formando
complejos tridimensionales con
una estructura que se mantiene
estable en la disolución. El
término a la derecha representa las
partículas de carbonato de calcio en
fase sólida cristalina (s) que se
separan de la disolución, dejando
atrás agua líquida (l). El avance
de esta reacción hacia la derecha
aumenta con la temperatura y también
cuando los complejos interaccionan
con la superficie interna de las
tuberías. En condiciones normales,
el carbonato de calcio se deposita
en la paredes interiores de la
tubería o el recipiente en forma de
calcita, una de las posibles
fases cristalinas en las que este
carbonato es capaz de cristalizar
(figura 4).
Es conocido que las características
de la deposición y la formación de
la costra dependen notablemente del
material con que está construida la
tubería; es máxima para el acero o
el cobre, se reduce casi a la mitad
para los plásticos duros de cloruro
de polivinilo (PVC), del tipo usado
en trabajos de plomería, y es
prácticamente nula en los tubos
blandos de PVC, como los que se
emplean para administrar sueros o
transfusiones.
|
Micrografías
electrónicas de
depósitos de
carbonato en agua
mineral sin
tratamiento
magnético (calcita,
izq.) y tratada
magnéticamente
(aragonita, der.).
Ref. [8]
|
La teoría más aceptada acerca del
mecanismo que tiene lugar durante el
tratamiento es la siguiente. Al
pasar el agua a una velocidad
adecuada por una tubería donde actúa
un campo magnético, las partículas
cargadas interaccionan con el campo
de acuerdo a la relación de Lorentz,
de manera que sobre los iones
positivos y negativos aparecen
fuerzas de sentido contrario que
tienden a desarticular los
complejos. Cuando esto ocurre la
reacción química en (1) se desplaza
a la derecha, formándose un
precipitado sólido muy fino que crea
una especie de dispersión de limo o
fango, que se mantiene en suspensión
en el agua sin depositarse en las
paredes y sin que varíe la
composición global del líquido.
La evidencia experimental muestra
que el precipitado que se forma tras
el tratamiento magnético es de
aragonita, que cristaliza en
una estructura diferente a la
calcita (figura 4). La aragonita es
capaz de formar incrustaciones, pero
más blandas y fáciles de remover que
las de calcita. Hay evidencias de
que el agua tratada también favorece
el desprendimiento de viejas costras
de calcita depositadas con
anterioridad (ver ref. [8]).
En resumen, mientras que es erróneo
y carece de fundamento referirse al
‘agua magnetizada’ y a sus supuestas
propiedades benéficas en personas o
cultivos, el tratamiento magnético
del agua es un método comprobado y
eficiente para reducir las
incrustaciones de carbonato en
calderas, tuberías y otros equipos.
Mejora el intercambio de calor,
ahorra energía, recursos, y también
puede ser útil para reducir la
formación de incrustaciones de todo
tipo en las viviendas.
Bibliografía citada
y fuentes
1.- Lic. Graciela Pérez. El
agua magnetizada; que es lo
que puede hacer en el ser
humano.
http://2010salud.wordpress.com/
2.-Todo sobre el agua
magnetizada en Cuernavaca;
http://cuernavaca.infored.com.mx/rubro0_30_agua-magnetizada.html
3.--Jose Antonio Campoy y
L.J., Discovery Dsalud 53,
Sept 2003,
http://www.bibliotecapleyades.net/ciencia/ciencia_agua05.htm
4.-Alexey Fajardo López.
Abierta Casa del Agua en
Ciego de Ávila, periódico El
Invasor, Domingo, 25 de
Marzo de 2012.
http://www.invasor.cu/index.php/es/economia/13336-abierta-casa-del-agua-en-ciego-de-avila
5.-Carolina García - Sanidad
advierte del fraude de la
magnetoterapia. ELPAÍS.com,
Sociedad. Madrid -
06/04/2011.
6.-- United States of
America Federal Trade
Commission. Docket no.
C-3898. In the matter of
¡Pain Stops Here! Septiembre
1999. By the commission,
Donald S. Clark, Secretary.
Saved from
http://www.ftc.gov/os/1999/09/painstopcmp.htm
7.-Agua magnetizada
hexagonal.
http://huixquilucan.olx.com.mx/agua-magnetizada-hexagonal-para-hidroponia-imploder-iid-394145103
8.- -Lo cierto y lo falso en
el tratamiento magnético del
agua y los combustibles.
Rev. Cub. Fis. vol. 25 No.
2B (2008) p.101-105
(review). Accesible en la
WEB.
9.- Federal Technology
Alerts, Non-Chemical
Technologies for Scale and
Hardness Control, Jan 1998,
http://xnet.rrc.mb.ca/rcharney/Magnetic%20water%20conditioning.htm
10.-Ortelio González
Martínez; Tropiezos del
magnetismo, periódico
Granma, viernes 1 de
agosto de 2008, Año 12 /
Número 213
11.- J.M.D. Coeyand Stephen
Cass. Magnetic water
treatment. Journal of
Magnetism and Magnetic
Materials 209 (2000) 71}74
12.-L.C. Lipusa, and D.
Dobersek, Influence of
magnetic field on the
aragonite precipitation,
Chemical Engineering
Science, Volume 62, Issue 7,
April (2007), p. 2089-2095,
|