Publicado  en Revista Elementos 77, 2010, p. 57-58, Universidad de Puebla

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Otro remedo energético: la energía floral

A. González Arias

 

 

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No, no es una errata. Remedo, no remedio. La terapia floral remeda (finge, falsifica) en vez de remediar; intenta plagiar las propiedades curativas de algunas flores, pero solo eso.  Imita lo externo, pero no la esencia, como la maqueta de algún mecanismo que aparentando la realidad nunca podrá funcionar como debe ser.

 

Las propiedades medicinales de muchas plantas y flores son bien conocidas. La flor de la vicaria es anti-infecciosa. Y la infusión de flores de manzanilla es antidiarreica, antiespasmódica y sedante. Pero cuidado, la misma fuente que enumera sus virtudes advierte que no se debe administrar aceite esencial de manzanilla por vía oral en los primeros 4 meses del embarazo. Otras muchas propiedades atribuidas popularmente a diversas plantas y flores no han sido en realidad comprobadas. Y según los estudios farmacológicos, algunas plantas como la escoba amarga pueden resultar más dañinas que benéficas.  De aquí que siempre sea aconsejable consultar a un especialista, y no automedicarse o escuchar consejos de quien no lo es (ver, por ej.,

 http://www.sld.cu/fitomed/index.htm)

 

 Pero cuando hablamos de plagio no nos referimos para nada a la tan socorrida medicina verde, sino a supuestos sistemas curativos ‘descubiertos’ por algún ‘iluminado’ que supo aprovecharse de la eficacia comprobada de algunos remedios florales. Y de paso –no faltaba más- introducir alguna ilusoria energía para justificar sus fantasías. El primer ‘iluminado’ que descubrió las ficticias propiedades de las flores silvestres fue el médico inglés Edward Bach (1886-1936), que opinaba que las enfermedades estaban diseñadas ‘para someter la personalidad al divino deseo del alma’.  En 1931 publicó el libro ‘Sánate a ti mismo’ (Heal Thyself), donde expuso lo que el llamó ‘cinco verdades fundamentales’, de claros tintes místicos. 

Juzgue el lector:

‘El espíritu, chispa inmortal e invencible del Todopoderoso, es la más alta y real esencia humana...cuando el alma y la personalidad están en armonía uno es saludable y feliz. El descarrío de la personalidad de los dictados del alma es la causa raíz de las enfermedades y la miseria’. 

 

El resto es similar.

 

Sin ensayos clínicos o estudios farmacológicos previos, Bach ‘dedujo’ que el rocío recogido en los pétalos de las flores silvestres calentadas al sol adquiere poderes curativos. Afirmaba que las flores tenían un ‘alma’ o ‘energía’ que era afín al alma humana y que sólo le bastaba sujetar una flor o probar un pétalo para intuir sus poderes.  De esta manera llegó a describir los efectos curativos de 38 flores silvestres, cuya ‘fuerza vital’ (‘cualidad del alma’ o ‘longitud de onda energética’, como le llamó) le permitían ‘balancear’ determinados problemas emocionales.

 

Como resultaba difícil recolectar rocío en cantidades apreciables, decidió recoger las flores y exponerlas al sol en una vasija con agua para extraer su energía.  Terminó hirviendo la mezcla para hacer que la ‘energía espiritual’ de las flores se transfiriera al agua.  Al resultado de este proceso le llamo tintura madre, que después se disolvía nuevamente y mezclaba con alcohol hasta obtener un producto muy diluido, que es lo que se ofrece al paciente hoy día.  La dilución es tan grande que los remedios florales típicos no conservan el olor o el sabor de la planta; no obstante, quienes actualmente los recetan y comercializan aseguran que contienen la ‘firma energética’ de la flor, que se transmite al paciente para neutralizar las inexistentes ‘energías negativas’.

 

Como todo buen profeta iluminado, Bach también tiene admiradores y seguidores –algunos ingenuos, otros, no tanto. Una derivación o ampliación de las prédicas de Bach es la Terapia Floral, introducida posteriormente por Richard Katz, que a fin de cuentas no tiene nada de novedosa: fuerzas vitales, flores silvestres y demás hierbas. Otra ‘terapia’ parecida es la Aromaterapia de Patricia Davis, promocionada en un libro del mismo nombre.  La Davis sostiene que los aceites esenciales de las flores u otras plantas pueden restaurar el ‘balance’ o la ‘armonía’ del cuerpo. Otra variante, la Aromaterapia Sutil intenta ‘sanar’ el cuerpo físico tratando el ‘cuerpo sutil’ o ‘cuerpo energético’ (¿?) contribuyendo al crecimiento personal y espiritual.

 

Increíblemente, aún en revistas que debieran considerarse científicas aparecen ocasionalmente artículos que alaban a Bach y a sus ‘mágicas’ flores. ¿Ensayos cínicos a la doble ciega? ¿Estudios farmacológicos? Brillan por su ausencia en tales revistas.

 

¿Qué dice la ciencia al respecto?

 

Los conceptos energía espiritual, fuerza vital, longitud de onda energética, y cuerpo energético, introducidos por Bach y sus seguidores,  son conceptos vacíos que carecen de significado, ajenos totalmente a la ciencia y al principio de conservación de la energía. ‘Puro cotorreo’, como diría una colega psicóloga.

 

Los ensayos clínicos rigurosos realizados hasta el momento dan por resultado que los supuestos efectos atribuidos a la terapia floral son manifestaciones del efecto placebo, tema tratado previamente en esta sección.  (De forma muy resumida, el efecto consiste en que cierto número de pacientes a los que no se les suministra medicamento alguno, pero creen estar recibiéndolo, se comportarán como si realmente hubieran sido medicados, declarando sentirse mejor).  Un artículo resumen de la Universidad de Exeter-Plymouth en Inglaterra, publicado en 2002, compara seis reportes previos sobre la terapia floral a partir de  una amplia búsqueda en diversas bases de datos, llegando a la conclusión de que ‘la hipótesis de que los remedios florales están asociados a otros efectos, adicionales a la respuesta al placebo, no está apoyada por los datos de los ensayos clínicos rigurosos’.[1]  Reportes más recientes proporcionan resultados similares.[2]

 

Moraleja:  no deje que le den remedos por remedios.

 


[1]. E. Ernst, ‘Flower remedies: a systematic review of the clinical evidence’, Wiener Klinische Wochenschrift 114 (23-24): 963-966, (December 30 2002).

[2] Pintov S, Hochman M, Livne A, Heyman E, Lahat E  ‘Bach flower remedies used for attention deficit hyperactivity disorder in children — a prospective double blind controlled study’. European Journal of Paediatric Neurology 9, (6): 395-398,(2005)