Enseñanza
La Física y el
aprendizaje significativo
El estudio de la ciencia
requiere de capacidades desarrolladas en el alumno.
Por A. González Arias
11 Noviembre, 2010
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Figura 1.
Pirámide de
conocimientos. |
Hace unos años, en un artículo publicado en
la Revista
Iberoamericana de Educación, comentábamos las grandes
dificultades que muchos estudiantes de ciencias naturales e
ingeniería confrontan en el estudio de la Física. Nos
preocupaba el hecho de que, al intercambiar con otros colegas
profesores de diferentes especialidades, aparecían criterios
generalizados acerca del continuo aumento de la cantidad de
estudiantes que no logran aprender suficiente Física en los
últimos años.
Atribuíamos esta situación a que muchos
les falta base para comprender y asimilar determinados temas
de estudio. Unas veces la culpa recae sobre la carencia
generalizada de conocimientos elementales de Matemáticas;
otras, a la ausencia de conceptos básicos de Física o de
Química, y en otras más se menciona la total ausencia del
estudio individual. Los textos oficiales del curso casi nunca
se tocan, y muchos estudiantes consideran que es obligación
del profesor explicarlo todo, hasta en sus mínimos detalles.
(Incluyendo lo que debiera ser conocido de cursos
anteriores).
Por otra parte, el autoestudio
también necesita de los conocimientos previos, de otra forma
el libro se convierte en algo inalcanzable para el
estudiante.
La pirámide de conocimientos de la figura 1
representa la realidad de que tanto la Física como las
Matemáticas inciden notablemente en las restantes Ciencias
Naturales e Ingenierías. Por ejemplo, para comprender lo
esencial de un enlace químico, del movimiento de precesión de
la tierra en su órbita, de comportamiento de las barreras de
potencial en las membranas celulares o de la distribución de
esfuerzos en cualquier edificación, resulta indispensable
poseer conocimientos bastante extensos de Física y de
Matemáticas. Por eso estas dos ciencias básicas, por regla
general, son objeto de especial atención en cualquier sistema
educacional.
Cuando se habla de matemáticas no
nos referimos a las superiores, sino a aspectos básicos como
el despeje de fórmulas sencillas o las expresiones elementales
de la geometría. Las fórmulas de la superficie, el perímetro o
el volumen de las figuras geométricas regulares son algo
problemático para muchos, así como la trigonometría. El
álgebra vectorial es muchas veces un gran misterio –y no solo
en los primeros años de las especialidades.
No
hay dudas que el problema de la falta de base existe y no ha
mejorado (más bien ha empeorado), en los últimos cinco años.
Las causas pueden ser muy variadas, y este breve comentario no
pretende ni con mucho exponerlas; tampoco pretende sentar
pautas o dar preferencia a alguno de los muchos modelos
pedagógicos que existen. Sólo pretende llamar la atención
sobre una de las posibles causas que, en opinión del autor,
viene incidiendo desde hace mucho tiempo en el problema.
Por otra parte, pudieran existir otras con un peso aún
mayor. Por ejemplo, la falta de discusión y transparencia en
algunos modelos educativos, junto a la ausencia de
intercambios entre la masa profesoral de los diversos niveles
de enseñanza, que no facilita la comprensión del por qué de
esta carencia de conocimientos básicos. Por lo general los
problemas no se discuten por quienes los enfrentan a diario en
la base; ni siquiera se mencionan hasta que se desbordan en
extensión. Y a veces ni se analizan abiertamente y se aceptan
las responsabilidades por la situación
creada.
Ausubel y los tipos de
aprendizaje
David Paul Ausubel, (1918-2008)
psicólogo nacido en Nueva York, creador de la teoría del
aprendizaje significativo y uno de los fundadores de las
modernas teorías constructivistas del aprendizaje, estableció
una clara distinción entre dos diferentes tipos: uno es el
denominado aprendizaje significativo; el otro, el
aprendizaje mecánico. Estos conceptos contrapuestos
son hoy día aceptados por todas las tendencias del
constructivismo.
Según la enciclopedia Encarta,
“…para muchos autores, el constructivismo constituye ya un
consenso casi generalizado entre psicólogos, filósofos y
educadores. Responde a una concepción según la cual el
aprendizaje tiene lugar cuando las personas ‘construyen’ sus
ideas sobre su medio físico, social o cultural”. De alguna
manera, este criterio recuerda el conocido concepto
materialista de que ‘el ser social determina la conciencia
social’ (aunque no todos los constructivistas son
materialistas).
En su libro Psicología educativa:
un punto de vista cognoscitivo, Ausubel escribe: “Un
aprendizaje es significativo cuando los contenidos son
relacionados de modo no arbitrario y sustancial (y no al pie
de la letra) con lo que el estudiante ya sabe. Por relación
sustancial y no arbitraria se debe entender que las ideas se
relacionan con algún aspecto existente específicamente
relevante de la estructura cognoscitiva del alumno, como una
imagen, un símbolo ya significativo, un concepto o una
proposición.”
Por el contrario, el aprendizaje mecánico
se produce de tal forma que la nueva información es almacenada
de forma arbitraria, sin interactuar con conocimientos
pre-existentes. Un ejemplo muy concreto es el
aprendizaje memorístico de fórmulas en Física; la nueva
información es incorporada a la estructura cognitiva de manera
literal y arbitraria, puesto que consta de puras asociaciones
casuales para el estudiante. Según Ausubel; "…el alumno carece
de conocimientos previos relevantes y necesarios para hacer
que la tarea de aprendizaje sea potencialmente
significativa.”
De esta manera, la teoría de Ausubel
concibe el aprendizaje como un proceso de construcción de
nuevos conocimientos a partir de los adquiridos antes, y no
como un simple copiado de contenidos. Por ejemplo, la
proposición: “en todos los casos en que un cuerpo sea
acelerado es necesario que actúe una fuerza externa sobre él
para producir la aceleración”, tiene significado psicológico
sólo para los individuos que ya poseen algún grado de
conocimientos acerca de los conceptos de aceleración, masa y
fuerza.
Diversos autores coinciden en el
aspecto, no menos importante, de que en el aprendizaje
mecánico la retención de los conocimientos es mucho menor, al
no estar el nuevo conocimiento relacionado en lo esencial a
los anteriores. Y un último punto a considerar es que
resultará imposible para el estudiante utilizar el nuevo
conocimiento de forma original o innovadora, pues no lo ha
interiorizado. Las diferencias esenciales entre el aprendizaje
mecánico y el significativo se resumen en el siguiente
esquema:
La teoría de Ausubel no establece una
diferencia del tipo ‘sí o no’ entre el aprendizaje
significativo y el mecánico. Más bien considera una gradación
continua, donde el aprendizaje significativo y el mecánico se
encuentran en los extremos de la escala. El desplazamiento
hacia uno u otro extremo está determinado por los
conocimientos previos del estudiante (ver figura 2). La
importancia vital atribuida por Ausubel a los conocimientos
previos queda resumida de la siguiente manera:
“Si tuviese que reducir toda la psicología
educativa a un solo principio, enunciaría este: El factor más
importante que influye en el aprendizaje es lo que el alumno
ya sabe. Averígüese esto y enséñese
consecuentemente”.
Lo anterior parece ser válido para
cualquier tipo de aprendizaje, con independencia de la edad,
nivel de enseñanza u otras consideraciones.
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Figura 2.
Gradación del aprendizaje según
Ausubel |
Algo que Ausubel no dice, pero que se
desprende de lo anterior, es que el aprendizaje mecánico es
altamente acumulativo, similar a una especie de reacción en
cadena. Un nuevo conocimiento adquirido de manera mecánica, y
que a su vez sea necesario para la obtención de otros
conocimientos, conducirá sin remedio a la adquisición también
mecánica de esos otros conocimientos.
En la
Física, donde tanto la dependencia de conocimientos
matemáticos previos como el grado de interrelación y
concatenación entre sus diversos conceptos y leyes son
altísimos, esta conclusión es de una importancia
extraordinaria.
Las etapas saltadas o no
completadas, pero ya superadas en el transcurso del proceso
docente educativo serán muy difíciles –por no decir
imposibles– de recuperar. Aunque sólo sea por el hecho de que
el estudiante está muy ocupado tratando de adquirir los
conocimientos novedosos que corresponden al nivel de enseñanza
donde se encuentra en ese momento.
Llamar las
cosas por su nombre
Un pre-requisito para comenzar
a resolver un problema es identificarlo y, desde luego, llamar
las cosas por su verdadero nombre.
Si por algún motivo
en determinado nivel educacional se omite la transmisión al
estudiante de los conocimientos indispensables para vencer
etapas posteriores (programas inadecuados, políticas
educativas erróneas) o si por alguna otra razón (paternalismo,
fraudes, promocionismo) el estudiante logra vencer niveles
educativos sin estar de veras preparado para ello, el
porcentaje de conocimientos adquiridos de forma mecánica se
incrementará drásticamente. Como la adquisición de
conocimientos mecánicos es acumulativa, a partir de
determinados límites esta situación debe conducir a cualquier
estudiante normal –siempre hay excepciones- a la incapacidad
generalizada para adquirir nuevos conocimientos significativos
y, finalmente, al fracaso académico.
La posibilidad
alterna es la de graduar un profesional con capacidades muy
limitadas, con pobre retención de muchos de sus conocimientos
e incapaz de utilizar esos conocimientos de forma novedosa o
innovadora, con importantes perjuicios tanto para la persona
individual como para la sociedad.