1. TEXTO: Suma Teológica, Primera parte, Cuestión segunda, Art. 2

 


“RESPUESTA: Hay dos clases de demostraciones. Una, denominada “propter quid”, que parte de la causa y que discurre de lo absolutamente primero a lo posterior. Otra, llamada demostración “quia”, que parte del efecto y discurre de lo que es primero con relación a nosotros, pues, si vemos un efecto con más claridad que su causa, por el efecto llegamos al conocimiento de la causa. Así partiendo de un efecto cualquiera, puede demostrarse la existencia de su causa (siempre que conozcamos mejor el efecto) porque, dependiendo el efecto de la causa, si el efecto existe, es necesario que la causa le preceda en la existencia. Por tanto, aunque la existencia de Dios no sea evidente para nosotros, es, sin embargo, demostrable por los efectos que nos son conocidos”


a . Explicación y comprensión del texto
a.1. El texto de la Summa Theologica (v. ap.)
a.2. La filosofía escolástica . Tomás de Aquino: la síntesis xtamo-aristotelismo (v.apl)
a.3. El artículo al que pertenece el fragmento y su problemática


Tomás de Aquino intenta en este artículo dar respuesta a la pregunta acerca de la posibilidad de demostrar “racionalmente” la existencia de Dios; el texto recoge el “cuerpo del artículo” donde Tomás de Aquino presenta de modo explícito su respuesta al problema indicado (si la existencia de Dios es demostrable)


El texto presenta tres ideas principales:


-En primer lugar distingue dos modos posibles de demostración, las aquí denominadas “proter quid” y “quia”, o, ateniéndonos a su caracterización, demostración “a priori” (desde la causa) y demostración “a posteriori” (que va desde los efectos a la causa)


-En segundo lugar formula el principio de causalidad como dependencia del efecto respecto a la causa, y anterioridad -en la existencia- de la causa: “si el efecto existe...es necesario que la causa le preceda en la existencia”


-Por último concluye que la existencia de Dios se puede demostrar como causa de los efectos de los que tenemos un conocimiento inmediato.

La centralidad de este artículo estriba en el hecho de que este posicionamiento condiciona el proceder tomista en el modo de demostrar la existencia de Dios que se desarrolla en el artículo 3 de esta misma cuestión (Vías), donde, de hecho, tienen su aplicación los presupuestos metodológicos aquí señalados.


Previamente Tomás señalaba (artículo 1 de la cuestión) que aunque “evidente en sí” la existencia de Dios no lo es “para nosotros”, resultando, por tanto, no válidas las demostraciones “propter quid” ya que en ellas se supone el conocimiento de la “naturaleza” (el qué) de lo que se quiere demostrar, siendo, en el caso de Dios, imposible tal conocimiento debido a la imperfección de la inteligencia humana.


Teniendo en cuenta lo dicho hasta aquí, podemos concluir que la problemática ante la que nos sitúa el texto es la siguiente:

La demostración racional de la existencia de Dios es únicamente posible en virtud de la aplicación del principio de causalidad a la experiencia -“lo primero en relación a nosotros”-, conociendo, por tanto, la existencia de la causa (Dios: “lo primero absolutamente”) a partir de la existencia de los efectos (movimiento...). No resultan válidas las demostraciones que como el argumento ontológico de S. Anselmo proceden desde la “idea de Dios” ya que la razón humana desconoce cuál sea la naturaleza de tal ser.

La dependencia en el ser (=existencia) del efecto a la causa es el elemento clave que permitirá a Tomás de Aquino proceder para demostrar que la afirmación “Dios existe” es verdad no sólo de fe (artículo) sino accesible también al hombre desde el mero ejercicio de la “razón natural” (preámbulo).

a.4 Análisis semántico

Demostración: En el texto Tomás de Aquino entiende bajo el concepto de demostración al argumento o serie de argumentos que permiten acceder a la razón humana al conocimiento de la existencia de Dios. Estos procesos lógicos pueden proceder desde el conocimiento o definición de aquello que se pretende demostrar (propter quid) o desde los efectos (experiencia sensible) para remontarse a la causa que los hace posibles (quia o “a posteriori”). Considera que en las primeras se produce un tránsito injustificado desde el orden lógico (pensamiento) al orden ontológico (realidad), de modo que las únicas demostraciones válidas serán las “a posteriori”, clase de demostración a las que pertenecen las “Vías”.


Causa-Efecto: La causa es para Tomás aquello a lo cual “algo” sigue necesariamente. Se trata de un principio, en el sentido de que es aquello de lo que procede algo (lo causado, el efecto). En general, podemos decir que la reflexión tomista sigue los pasos de Aristóteles, aunque también hay en su filosofía un fuerte componente neoplatónico. Tomás acepta la teoría de la causalidad aristotélica (cuatro causas) conjugándola con el principio platónico de la causalidad ejemplar: Dios es la causa suprema de la existencia (es el Ser necesario en el que se identifican esencia y existencia) mientras que los demás seres son seres por participación. En el texto, causa y efecto se refieren a Dios (causa) y al orden de las cosas existentes (efectos) señalándose la dependencia en el ser de los últimos respecto a lo primero.


Lo absolutamente primero: Con esta expresión se refiere a Dios. En el texto señala que lo primero en el orden del ser es Dios (Causa del Ser); sin embargo, Dios no es lo primero en el orden del conocer (lo primero para nosotros). Esta distinción es básica en la reflexión teológica de Tomás de Aquino ya que inválida la posibilidad de proceder a demostrar la existencia de Dios desde la “idea de Dios” abriendo el camino a la exposición de las “vías” o argumentos que aplican el principio de causalidad a lo que es conocido por la experiencia.


Existencia: Acto de Ser o actualización de la esencia. La distinción esencia-existencia, que Tomás de Aquino recoge del pensamiento árabe, supone una reforma profunda del pensamiento aristotélico en su esfuerzo por adaptarlo al cristianismo. El dogma cristiano de la creación del mundo por Dios a partir de la nada fuerza a Tomás a distinguir entre lo que una cosa es (esencia) y el hecho, más radical, de que una cosa exista. De todo lo que existe sólo Dios existe necesariamente, esto es, su esencia es su existencia, mientras que el resto de los seres lo son por participación en la existencia, participación que Dios comunica mediante la creación.


Dios: Metafísicamente Dios es el ser en el que coinciden esencia y existencia, o lo que es lo mismo, el Ser Necesario, frente al resto de los seres que son compuestos de esencia y existencia. En la visión tomista, Dios no sólo es la causa final, como sostenía Aristóteles, sino también la causa eficiente (creadora) del mundo. Además Dios es providente, quiere esto decir, que Dios al conocerse a sí mismo, conoce todas las demás cosas. Simplicidad, perfección, bondad, infinitud...son algunos de los atributos que la razón humana puede -según Tomás de Aquino- conocer de Dios. Pero el conocimiento de la razón (filosofía) es incompleto y, en realidad, innecesario ya que Dios ha revelado al hombre todo lo necesario para su salvación. Es así que Dios es también el fin último donde se sitúa la felicidad y perfección del hombre.


2. COMENTARIO: ST, Cuestión 2, Artículo 3:

Respuesta: “Hay que decir: la existencia de dios puede ser probada de cinco maneras distintas...es necesario llegar a aquel primer motor al que nadie mueve. en éste, todos reconocen a Dios"


*El texto de la Summa Theologica
*La filosofía escolática: Tomás de Aquino: síntesis xtamo-aristotelismo
*El artículo y su problemática:

La existencia de Dios. Posibilidad de las pruebas racionales. Estructura de la demostración tomista. La primera vía o del movimiento: (Res.: el punto de partida es la observación de que en el mundo los seres se mueven -cambian-. Pero todo lo que se mueve es movido por otro; y es imposible que la serie de motores y móviles sea infinita, ya que hay un último móvil que se observa. Luego hay un primer motor inmóvil al que “llamamos” Dios)

*Análisis semántico: Dios, Movimiento, Potencia, Acto, Primer motor


3. El problema de los universales: el realismo moderado de Tomás de Aquino


Aunque la expresión “problema de los universales” se refiere a un problema medieval, el asunto en cuestión , esto es, qué tipo de realidad poseen los conceptos universales, ha preocupado a buena parte de los filosófos desde Sócrates y Platón. Aquí limitamos el “problema” a la explicación de su contenido y a las soluciones ofrecidas en el contexto de la filosofía griega y medieval centrándonos proncipalmente en la solución tomista (V. Libro de texto: Principalmente pág 115). El problema aparentemente técnico, tiene, no obstante, importantes repercusiones en la concepción de lo real y en la explicación del conocimiento humano.


Siguiendo a Platón y Aristóteles entendemos por “universal” un “uno que se dice de muchos”, esto es, los universales son, en principio, términos que pueden predicarse de más de un sujeto; cualquier uso normal del lenguaje supone su utilización. En efecto, al decir de dos o más objetos que cada uno es un animal, o vivo, o alto, o sabio... estamos diciendo que hay algo común a los objetos, que puede ser compartido por muchos otros, y en virtud de lo cual los objetos pueden ser clasificados en géneros. Aunque todo objeto individual es único, sus rasgos son generales, en cuanto que se repiten en otros objetos. La generalidad es un rasgo esencial de los objetos de la experiencia, y el reconocimiento de la generalidad un rasgo esencial de la experiencia misma. El reflejo de esta generalidad queda plasmado en el vocabulario de cualquier lengua, cuyas palabras -salvo los nombres propios- son geneales. La cuestión es saber qué forma de existencia tiene “eso” general, cual es, en definitiva, su “status” ontológico. Las soluciones propuestas pueden agruparse del siguiente modo:


-Realismo trascendente o exagerado: los universales existen en sí mismos y existirían incluso si no existieran mentes conscientes de ellos (un mundo sin conciencias carecería no de universales, sino solamente de la conciencia de ellos); los universales son -desde esta perspectiva- entidades “separadas” e independientes de las cosas particulares, su existencia es, de hecho, previa y anterior a la de las cosas, según la fórmula tradicional son UNIVERSALIA ANTE REM . Platón los sitúo en el mundo inteligible con el nombre de Ideas, ellas son lo “objetivamente” verdadero, lo auténticamente real, únicas e inmutables, frente a los particulares -las cosas sensibles- que sólo son en la medida en que participan o imitan la perfección ideal; San Agustín de Hipona en la mente de Dios

-Realismo Inmanente o moderado: Se defiende que los universales existen pero no separados de las cosas concretas; son las formas o esencias inscritas en las cosas mismas (teoría hilemórfica), es decir, lo universal (forma - esencia - naturaleza - substancia segunda) existe en la cosa, o, según la expresión tradicional, sonUNIVERSALIA IN RE. Es la postura de Aristóteles, y, además, la que, como veremos, condiciona la solución tomista

-Conceptualismo: Es la postura opuesta al realismo. Para el conceptualista los universales poseen solamente una existencia mental -están en la mente y “sólo” en la mente- . Un mundo sin conciencias es un mundo sin universales, en el mismo sentido en que no podría haber pensamientos o recuerdos o sueños. Los universales son los conceptos o entidades abstractas que se obtienen a partir de las cosas o realidades individuales, son así UNIVERSALIA POST REM

-Nominalismo: El nominalismo consiste, básicamente, en negar la existencia de lo universal: no existen ni como formas separadas ni como esencias en las cosas, ni siquiera como conceptos ya que “todo lo que existe es individual”. Los universales son simples nombres que se usan “en lugar” de lo verdaderamente existente. La realidad de lo universal se reduce pues a ser “términos o signos =nombres” que están por, o se refieren a, objetos individuales y conjuntos de objetos, pero que no tienen existencia propia. Las corrientes de orientación empirista tienen este punto de vista radicalmente opuesto al platónico. En la Edad Media lo defendió Guillermo de Ockam (s. XIV)


La postura de Tomás de Aquino : Frente a las distintas alternativas, Sto Tomás encuentra una solución de compromiso: distingue universales ante rem, in re y post rem; esto es, los universales existiendo independientemente de las cosas -antes de la creación-, incorporados en las cosas, y después de las cosas como extraídos de ellas. Para Tomás el universal, esto es, el universal tal y como nosotros lo conocemos en nuestro intelecto existe primordialmente IN RE: en todos y cada uno de los objetos es la forma (esencia - quiddidad) de los mismos. Existe derivadamente -por abstracción- el universal post rem en nuestro entendimiento (siempre extraíble con la mediación de los entidos y la imaginación aplicados sobre los individuos concretos). Y existe también ante rem en la mente divina desde siempre como modelos para la creación.

Final Sto Tomás

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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