4. Teoría de la substancia. El problema de la comunicación de las sustancias en Descartes y en el Racionalismo posterior


La definicón cartesiana mas precisa de lo que es sustancia se encuentrra en el texto de los Principíos de Filosofía:


“ Cuando concebimos la sustancia, concebimos solamente una cosa que existe de tal manera que no necesita de ninguna otra para existir” (Principios ƒ 51)


De esta definición se seguiría que sólo Dios es sustancia, puesto que sólo Dios tiene una existencia independiente, autosuficiente... (las “criaturas” necesitan del concurso de Dios para ser). Por esta razón, Descartes distingue entre la sustancia infinita (Dios), y la sustancia finita (que se llama sustancia no en el mismo sentido que Dios)


¿ Qué sustancias finitas hay? Además de Dios, sabemos -puesto que se nos presentan con las notas de claridad y distinción- que hay dos realidades conocidas que no se pueden reducir la una a la otra -esto es, que son independientes entre sí, aunque dependientes de Dios- y a las cuales se pueden reducir todas las demás, a saber: la extensión y el pensamiento.


“ La noción que tenemos así de la sustancia creada se refiere de la misma manera a todas, es decir, a las que son inmateriales como a las que son materiales o corporales; pues, para entender que son sustancias, sólo hace falta que nos apercibamos de que pueden existir sin la ayuda de ninguna cosa creada” (Prinicpios ƒ 52)


La caracterización de ambas sustancias se fundamenta en la indagación reflexiva que el sujeto lleva a cabo en sí mismo, la cual le permite darse cuenta de que lo material y lo anímico son órdenes “independientes” el uno del otro “El alma, en virtud de la cual, yo soy lo que soy, es enteramente distinta del cuerpo” (DM IV). Quiere esto decir que por una parte veo que nada pertenece a mi esencia -según ésta es afirmada en el “cogito ergo sum”- excepto que soy una cosa pensante e inextensa (“tal sustancia para existir no tiene necesidad de lugar alguno DM IV ). Y por otra parte, la extensión -la espacialidad- se afirma en el hecho de que tengo una idea clara y distinta de los cuerpos como cosas extensas y no pensantes. Descartes llama al alma res cogitans (realidad o sustancia pensante) y al cuerpo y todo lo material res extensa.


Hay, pues, dos sustancias finitas: aquella cuyo atributo (propiedad esencial) es el pensamiento y aquella cuyo atributo es la extensión. El dualismo es radical: lo que es extenso no piensa y lo pensante no es extenso. El atributo constituye, como decimos, la esencia de la sustancia y se identifica con ella.

Las diversas formas como está dispuesta la sustancia se llaman modos. Así un cuerpo (sustancia) es extensión (atributo) que tiene una determinada figura y movimiento (modos de la extensión), mientras que los modos del pensamiento son múltiples: juzgar, razonar, querer, memorizar, imaginar...,todos ellos actos conscientes (pensamiento y conciencia son intercambiables, no hay lugar en el cartesianismo para el inconsciente que será ignorado por la psicología occidental prácticamente hasta Freud).


La res cogitans abarca exclusivamente el pensamiento. Y todo lo que no es el pensamiento, entre las sustancias finitas, es res extensa. La extensión es el único ser de lo que percibimos como res extensa, porque es todo lo que percibimos clara y distintamente de ello.


“ Todo lo que puede atribuirse a un cuerpo presupone la extensión, y es tan sólo cierto modo de la cosa extensa, así como también todo lo que hallamos en la mente son sólo diversos modos del pensar” (Principios ƒ 52)


“ Reconozco que no hay nada que pertenezca a la naturaleza o esencia de los cuerpos, sino que es una sustancia extensa en longitud, anchura y profundidad, capaz de diversas figuras y movimientos, y que esas figuras o movimientos no son otra cosa que modos, que jamás puede ser sin ellas”
(Respuestas a las objeciones)


Por tanto, el mundo exterior (los cuerpos) “esencialmente” no son más que espacio y, en consecuencia, es susceptible de ser estudiado por la geometría. Al afirmar esto Descartes contribuye de modo decisivo al ideal de la matematización del saber físico. Al igual que Galileo, Descartes viene a afirmar que sólo son “cualidades objetivas” de los cuerpos aquellas que pueden ser medidas: la figura y el movimiento. Una cosa material no es más que algo que ocupa el espacio (en cierto sentido es un trozo de espacio) y nada más. Ahora bien ¿no es cierto que una cosa cualquiera presenta una determinada textura, color, temperatura...? ¿no son esas “cualidades” también la “cosa”? La respuesta de Descartes es que no. En la Meditación II propone que tomemos un trozo de cera en nuestras manos. Tiene un determinado tamaño y forma, un tacto sólido, color... para nosotros se presenta como resultado de esa combinación de propiedades; pero si lo ponemos ante el fuego, cada una de estas propiedades varía: se hace líquido, adquiere una forma diferente, se calienta, cambia de color, de olor... sin embargo seguimos diciendo que es la misma cera. Pues bien ¿qué es lo que sigue siendo igual? ¿no es cierto que no hay nada que siga siendo igual? Descartes responde: sí que lo hay y es la ocupación del espacio, es decir, la extensión, el resto de las cualidades o propiedades de los objetos no son reales (objetivas), sino subjetivas (dependen del sujeto), no son claras y distintas sino confusas y oscuras; la sustancia extensa puede ser concebida sin necesidad de acudir a las cualidades subjetivas (llamadas secundarias) pero no privada de la figura y el movimiento, esto es, de los modos de la extensión.


Esta reducción del ámbito de lo objetivo a las cualidades primarias (figura y movimiento) es el fundamento del mecanicismo cartesiano: el movimiento de partes extensas es el único principio de explicación de los fenómenos de la naturaleza. El mecanicismo no sólo abarca el ámbito de la física, sino también el de la biología: los cuerpos son considerados máquinas regidas por las leyes físicas (leyes mecánicas). La vida se reduce a movimiento mecánico, en particular, en los animales que carecen de alma y pensamiento. En el caso del hombre, Descartes tiene que explicar la relación entre “alma” y “cuerpo”: es el problema de la “comunicación” de las sustancias.


3.1 El problema de la comunicación de las sustancias


Res cogitans y res extensa son distintas e independientes la una de la otra. Es decir, el alma es una realidad espiritual, simple e indivisible; el cuerpo es una realidad material (extensa). Siendo esto así ¿cómo explicar la interacción que se da entre ambas, el hecho evidente de que la mente (espítitu, alma) “mueve” el cuerpo provocando cambios en el mundo físico? Este problema es la versión moderna del problema de las relaciones entre alma y cuerpo, entre mundo material y mundo suprasensible.


La solución que ofrece Descartes ha sido juzgada como el punto más débil de su sistema. Mantiene que el alma está verdaderamente unida a todo el cuerpo, aunque luego la localiza en la glándula pineal como su sede, desde donde ejerce sus funciones. En ese lugar del cerebro confluyen y se unifican todas las impresiones o imágenes transmitidas por los sentidos a través de los nervios; desde allí también actúa el alma modificando los músculos y provocando el movimiento del cuerpo. En esta interacción es claro para Descartes que es el alma quien siente, no el cuerpo, aun cuando las sensaciones sean ideas confusas, maneras confusas del pensar; es claro, también, que es el alma quien percibe o sufre las pasiones -el deseo, tristeza, alegría, admiración, odio...- Esta respuesta cartesiana compromete seriamente una de las tesis centrales del sistema ya que el situar el alma en un punto material -extenso- es contradictorio con la definición de la res cogitas como no extensa y viceversa.


El problema de la comunicación de las sustancias es crucial en todos los sitemas racionalistas. Las soluciones que se plantean al mismo son:


-Ocasionalismo. Desarrollado principalmente por Arnold Geulincx (1624-1669) y Malebranche (1638 -1715). Los “ocasionalistas” sotienen lo siguiente: el hombre no es más que un espectador, no actor, en este mundo. No ve las cosas en sí, sino gracias a Dios que se encuentra presente en ellas y en el hombre. Este sólo puede actuar como espíritu sobre su pensamiento, pero no sobre los miembros corporales que son extensión, materia (lo mismo ocurre respecto a esa materia sobre el espíritu). No es el hombre, pues, quien causa los movimientos de su propio cuerpo; no digamos de las cosas. Es Dios el que con ocasión de dar un pensamiento al alma causa, a la vez, el movimiento corresponsdiente en el cuerpo. De esta forma alma y cuerpo no son más que ocasiones para que Dios actúe (Los movimientos del cuerpo, los deseos del alma, son únicamente ocasiones de las que Dios se sirve para realizar sus decretos) Dios ha establecido una armonía radical entre alma y cuerpo, entre los deseos del alma y los movimientos del cuerpo. Además vigila persistentemente para que esa armonía no desaparezca. Es algo que constituye un milagro permanente. Esta tesis -huelga decirlo- elimina la libertad humana, ensalzando la acción divina, a la vez que anuncia un radical panteímo


-Monismo Panteísta: La solución de Baruch Spinoza (1632-1677). Considera que la sustancia pensante y la sustancia extensa no son más que dos atributos de la única sustancia real: Dios. Esta sustancia única, infinita es Deus sive Natura, la totalidad de lo real, con lo que las partes no son autosuficientes, independientes... las almas y los cuerpos individuales son los infinitos modos en los que se manifiestan los atributos de esa sustancia única.


-Armonía preestablecida: Concepto clave en el sistema de Leibniz (1646-1716) La correspondencia entre cuerpos y almas es la esencia misma del “arte divino”, pues expresa y representa al propio Dios, como armonía . Es Dios quien, en su cálculo eterno preestablece la armonía entre cada alma y su cuerpo. Es la precisión absoluta de la matemática divina lo que permite que alma y cuerpo sean luego plenamente heterogéneos: material y divisible uno, formal e indivisible la otra (dos relojes que marchan sincrónicamente, no por azar, sino por obra de Dios)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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