¿Eres un apasionado del
queso manchego
y quieres conocer un poco de la historia de este fantástico queso
manchego?
Nosotros a continuación, te vamos a mostrar y contar todos los datos e
información más relevante sobre el queso manchego.
El queso manchego, como bien sabemos es ideal acompañarlo de una copa de
vino tinto, para así lograr destacar su sabor, es el perfecto acompañante para
este queso.
A continuación, vamos a empezar a hablaros sobre la historia del queso manchego.
Como bien sabemos, las características de la mancha son ideales para la explotación del ganado ovino, siendo desde la Edad de Hierro y del Bronce, donde se han encontrado fragmentos de antiguos utensilios que se han utilizado para la elaboración del queso. Es ahí donde se datan instrumentos antiguos que hacen creer que se elaboró el queso en tiempos muy atrás.
Concretamente, en Castilla La Mancha, contamos con dos queserías que se
remontan a tiempos remotos. Estas dos queserías son las que más destacan; y
estas dos, fueron descubiertas en la
Motilla del Azuer, Daimiel.
Por lo cual, todas las civilizaciones que han pasado por estas tierras, han sido
consumidores de queso manchego.
Pasando desde el pueblo Romano, los cuales se encargaron de la elaboración de
los mismos en todo el territorio Hispano, principalmente en La Mancha, llamado
antiguamente el campo Espartario.
Cuando los romanos, se iban a luchar y dejaban sus casas, llevaban consigo
grandes previsiones de queso. Ya que este no se estropea con rapidez y tienen
una gran fuente de energía, rico en proteínas y grasas. Esto, marcaba la
diferencia con otros ejércitos, cuyos alimentos se pudrían pronto dejándolos así
débiles y hambrientos. Fue, en parte, gracias a la alimentación por lo que
ganaron tantas batallas y con ello, lograron expandir su imperio.
Por otro lado, también es muy importante hacer referencia a Cervantes, que en el libro de don Quijote de la mancha, hace varias referencias al queso manchego, representando a su héroe como un gran consumidor de este queso. También, hay que decir, que en el libro de Don Quijote de la mancha, las alforjas de Sancho panza iban llenas de pan y queso.
Antiguamente, en la Edad Media, los taberneros de toda España acudían a la
zona de la Mancha para comprar el vino. Lo probaban antes de comprarlo y como es
de imaginar, el vino bueno era más caro y el vino malo tenía una menor y peor
compra. Por lo que los bodegueros, para lograr vender el vino malo, daban a los
catadores antes de beber el vino, un trozo de queso manchego. Con esto, lograban
que los compradores no detectaran totalmente el sabor del vino. El comprador al
tener el paladar con otro sabor más fuerte, no era detectado el vino malo.
Por ello, los vendedores, aprovechaban y vendían el vino malo como vino bueno,
teniendo los compradores que pagar una gran cantidad de dinero por ello, pero
este vino luego solo valdría para dar a beber a algún borracho que fuera a la
taberna.
De aquí viene la expresión típica de la mancha de “Dársela con queso”.