AVELLANO El avellano es un árbol muchas veces arbustivo de la familia de la betuláceas, de tres a cuatro metros de altura, por término medio, provisto de muchos tallos, hojas anchas y flores de ambos sexos, y productor del fruto llamado avellana. Propio de la región y clima eurosiberianos, cuyo origen como planta cultivada y comestible probablemente sea Austria o Alemania. Se reconocen siete especies que habitan silvestres en el Hemisferio Norte, en la zona atlántica de Norteamérica, Europa, Centro y Este de Asia. En la Península Ibérica se encuentra desde Galicia hasta el Pirineo Oriental. Es común en el Sistema Ibérico y Central, escasea hacia el sur aunque se encuentra en zonas húmedas del Javalambre, Cazorla y Sierra Nevada. Se asocia con otros árboles de zonas húmedas o bosques mixtos ribereños como arces, chopos, fresnos, serbales. Aparece disperso o formando grupos no muy extensos. Prefiere suelos profundos y frescos, de carácter ácido, en los que no se encharque el agua. Sustituye o continúa muchas veces a los hayedos.
Los
cultivos para la producción de avellanas más importantes
están en Galicia, Asturias y Cataluña. Se planta en diciembre y el jardinero debe dejar en el fondo de los hoyos (de medio metro de profundidad) piedras para facilitar el drenaje. El hoyo se recubre con tierra y estiércol, dejando de tierra suelta la última capa. La semilla se siembra en plantel, para ser trasplantada a los tres años. Se realizan podas anuales en los meses de noviembre y diciembre. Las
hojas, grandes, redondeadas, con el margen dentado y el pecíolo
corto, están recubiertas de pequeños pelos, un poco ásperos
al tacto. |