El maquinista, el anuncio más largo de la DGT
Tenía pendiente desde hace bastante por el disco duro la película "española" (muy entrecomillas esto de española...) "El maquinista" y para hacer espacio aproveche para verla el otro día.
Conste decir que de por sí no me gusta el cine español, pero como esta película no es 100% española (vale que el dinero y varios recursos fueran españoles, pero la dirección, guión y la mayor parte de actores eran angloparlantes/americanos), pues merecía la pena darle una oportunidad.
Y la verdad, la película en sí misma no es mala. Sabe llevar muy bien el suspense, un suspense un tanto tétrico y vomitivo por la delgaded del protagonista, pero interesante al fin y al cabo.
Lo malo de todo llega cuando llegas al final y te muestran el por qué de una hora y media de película (A PARTIR DE AQUÍ, SPOILER): no te distraigas al volante o podrás tener accidentes y ojito con darte a la fuga, que la conciencia no perdona.
Vamos, el mensaje que se te queda, y al que das vueltas mientras ves los créditos, cosa que me gusta y que odio que incluso en los cines no te dejen disfrutarlos, es que acabas cayendo en que acabas de ver el anuncio más largo de la "Dirección General de Tráfico" para evitar accidentes. Nada menos que una hora y media de anuncio.
Piensas, esto no es posible en una película de guión americano, pero por otra parte piensas, es normal que esto sea así, porque quién sino iba a producir una película así, sino unos españoles para no dejar de deslucir la mala calidad cinematrográfica con sello español.
Y, ojo, no nos engañemos, la película, quitando los 10 minutos finales, puede calificarse hasta de buena, pero al final la cagan estrepitosamente y llaman gilipollas al espectador por perder la otra hora y veinte minutos anterior.
Así pues, la nota que he puesto en el IMDB para esta película es un cinco raspado. Dicho de otro modo, no te pueden meter un "peliculón" la mayor parte del tiempo y joderte la hora y media delante de la pantalla con una mierda de final.
Así que, chicos, por si no lo habéis pillado, la moraleja de la historia es: no te distraigas al volante.