La Conducta es el modo de ser del individuo y conjunto
de acciones que lleva a cabo para adaptarse a su entorno. La conducta es la
respuesta a una motivación en la que están involucrados componentes
psicológicos, fisiológicos y de motricidad. La conducta de un individuo,
considerada en un espacio y tiempo determinados, se denomina ‘comportamiento’.
La conducta
ha sido objeto de estudio de la psicología desde sus inicios. John B. Watson,
representante de la psicología de la conducta o conductismo, postulaba que la
psicología, en lugar de basarse en la introspección, debía limitar su estudio a
la observación del individuo en una situación determinada.
Toda conducta está determinada por
múltiples factores: los genéticos o hereditarios y los situacionales o del
medio. Los primeros hacen referencia a la conducta innata (instintiva) que
existe en el individuo al nacer; los segundos, a la conducta concreta que se da
ante una determinada situación (aprendida).
Durante
mucho tiempo se pensó que gran parte de la conducta humana era instintiva: el
individuo a lo largo de su vida llevaba consigo un repertorio de respuestas
organizadas que se adecuaban a las diferentes situaciones. Hoy sabemos que a
los instintos se superponen las respuestas aprendidas, y que la conducta
instintiva es característica de las especies animales, aunque éstas puedan
también desarrollar pautas de conducta aprendidas. La sociobiología es la
ciencia que estudia las bases biológicas de la conducta social en los animales.
Véase Conducta animal.
El estudio
de la conducta no se limita a investigar la evolución de ciertas etapas formativas
en el individuo, como la infancia o adolescencia, sino que va unida a su
desarrollo físico desde el nacimiento hasta la muerte.