Cognición,
acto o proceso de conocimiento que engloba los procesos de atención,
percepción, memoria, razonamiento, imaginación, toma de decisiones, pensamiento
y lenguaje.
Los intentos de explicar el modo en que los procesos cognitivos tienen
lugar son tan antiguos como la propia filosofía; el término, de hecho, procede
de los escritos de Platón y Aristóteles. Con el nacimiento de la psicología
como disciplina científica independiente de la filosofía, la cognición se ha
estudiado desde otros puntos de vista.
Desde la década de 1950 se ha establecido una escuela de
psicología, denominada psicología cognitiva, que estudia la cognición desde el
punto de vista del manejo de la información, estableciendo paralelismos entre
las funciones del cerebro humano y conceptos propios de la informática como
codificación, almacenamiento, recuperación y ordenación de la información. La
fisiología de la cognición tiene poco interés para los psicólogos cognitivos,
pero sus modelos teóricos han profundizado en la comprensión de la memoria, la
psicolingüística y el desarrollo de la inteligencia, lo que ha permitido
avanzar en el terreno de la psicología educativa.
Por su parte, los psicólogos sociales se han ocupado desde mediados de la década de 1960 de la consistencia cognitiva, tendencia de las personas a establecer una consistencia lógica entre sus creencias y sus acciones. Cuando no aparece esta consistencia (denominada disonancia cognitiva), se intenta restablecer cambiando su comportamiento, sus creencias o sus percepciones. El modo en que se clasifican los distintos conocimientos para establecer el orden mental interno es una de las claves de la personalidad; básicos para entender las reacciones de un individuo en un momento determinado y sus posibles desequilibrios mentales, se les ha denominado ‘estilos cognitivos’.