Refuerzo (psicología),
proceso por el que se incrementa la asociación continuada de una cierta
respuesta ante un cierto estímulo, al obtener el sujeto un premio o recompensa
(refuerzo positivo). Empleado de forma positiva para estimular un comportamiento
mejorado y en el aprendizaje, esta técnica puede tener un gran éxito. Cuando se
usa negativamente (generando un castigo o un dolor como refuerzo negativo, para
disminuir la frecuencia de aparición de una respuesta), como en el castigo
físico a los niños, los resultados son más confusos, ya que se despiertan reacciones
emocionales negativas que pueden perturbar el proceso de aprendizaje e incapacitar
al sujeto.
Cuando se administra correctamente, el refuerzo puede modificar
con éxito el comportamiento y estimular el aprendizaje. En un contexto clínico,
por ejemplo, si el sujeto realiza una tarea de modo satisfactorio, la
recompensa o refuerzo positivo ayuda a su mejoría. Por el contrario, si la
tarea no se ejecuta de modo adecuado, no se da recompensa, lo que favorece la
desaparición de conductas indeseables.
El psicólogo estadounidense
B. F. Skinner fue el más prestigioso conocedor de este fenómeno, ya que explicó
el refuerzo como la inducción de una pauta de comportamiento determinada a
través de la presentación reiterada de consecuencias positivas o negativas tras
la ejecución de conductas que se asemejen o difieran de la pauta que se quiere
establecer. En esta teoría, no se da especial importancia a los factores
emocionales o fisiológicos. La teoría del refuerzo constituye la base del trabajo
de Skinner sobre la predicción y el control del comportamiento en áreas aplicadas
de la psicología, como la enseñanza programada, siempre dentro del enfoque
propio de la psicología experimental.