Aptitud, rasgo
general y propio de cada individuo que le facilita el aprendizaje de tareas específicas
y le distingue de los demás.
Las
aptitudes aparecen en las distintas etapas de maduración individual, aunque no
comienzan a precisarse hasta aproximadamente los 10 años de edad. Pueden ser de
muy diversos tipos: intelectuales, sensoriales, motrices... El concepto de
inteligencia, como combinación de determinadas aptitudes que contribuye a la
realización de una amplia gama de actividades, está muy relacionado con el de
aptitud. Esta relación fue analizada por el psicólogo inglés Charles E.
Spearman, quien postuló que el éxito en cualquier tarea se halla determinado
por una “aptitud general única”, común a todas, y una “aptitud específica” de
esa habilidad.
El
conocimiento y la medición de las aptitudes mediante la realización de tests es
hoy común en la orientación vocacional, la asignación de empleos o los
programas de selección. Estos tests se aplican para detectar problemas o pronosticar
el éxito de una persona en una determinada profesión, tarea u ocupación. Por
otro lado, es también fundamental el conocimiento de las aptitudes del niño
para orientar su trabajo escolar. Los tests suelen clasificarse en función de
los factores que se desean medir. Existe una gran variedad: hay tests de
vocabulario, de comprensión y atención, de aptitudes musicales, orientación
espacial, rapidez de percepción, destreza manual y otros.