No te olvides!

Para no perder la memoria y mantener un buen funcionamiento cognitivo seguí aprendiendo.

Desarrollar nuevos intereses y mantenerse activo intelectualmente parece ser el mejor remedio contra el envejecimiento de las neuronas. Las áreas del cerebro que no se usan se van perdiendo.

Porque cuando se aprende se producen cambios a nivel funcional y morfológico en las terminaciones sinápticas. Los experimentos con animales han demostrado que cuando se produce el aprendizaje aumenta el número de conexiones sinápticas. Cuantas más conexiones se produzcan más posibilidades habrá de ponerse en contacto con una vía neuronal que conduzca a la memoria.

Parece que a medida que avanza la edad se va produciendo una descordinación entre la memoria de largo plazo y la de corto plazo. Cada una parece mantenerse intacta, pero lo que se deteriora es el proceso que permite que la información almacenada en la Memoria de Corto Plazo pase a la Memoria de Largo Plazo y quede allí almacenada para una futura recuperación.

Es por esta razón que no resulta extraño encontrar ancianos con vívidos recuerdos de su juventud, pero que sin embargo tienen dificultades cuando deben recordar hechos más recientes, del mes o semana anterior.

Por otro lado, varias investigaciones han demostrado que un coeficiente intelectual (CI) alto se relaciona con la posibilidad de haber sido criado en un ambiente estimulador. Así, se ha podido comprobar que los niños de zonas marginales tienen menores posibilidades de alcanzar un coeficiente intelectual más alto que aquellos de clases sociales medias y altas.

En consecuencia, pareciera que nunca hay que dejar de ejercitar la mente. Y al mismo tiempo los primeros años de la infancia resultan determinantes para alcanzar un Coeficiente Intelectual (CI) alto.