Es muy importante no confundir la polisemia con la homonimia, ya que es un fenómeno diferente. Son homónimas dos palabras distintas (con un origen distinto) cuya forma (sus significantes) ha llegado a coincidir a causa de la evolución fonética o de la derivación. Es el caso, por ejemplo de bote (procedente de pote “vasija”) y bote (procedente del inglés boat “embarcación pequeña”). | |
La distinción es más fácil cuando la homonimia se produce entre dos palabras pertenecientes a distintas categorías gramaticales, como sucede con suela (sustantivo) y suela (forma verbal del verbo soler), que son necesariamente dos términos homónimos y no una sola palabra con distintos significados. | |
La consulta del diccionario también nos permite distinguirlas con claridad: las diversas acepciones de una palabra polisémica figuran numeradas dentro de la misma entrada, como hemos visto en el
ejemplo de caballo; las palabras homónimas, sin embargo constituyen entradas diferentes. Es lo que
ocurre también, por ejemplo, con: | |