Una experiencia viajando en autobús.
Soy una persona de 40 años de edad que utilizo silla de ruedas debido a una discapacidad física,
y deseo contar las circunstancias
de la reclamación que me vi obligado a realizar ante la empresa de autobuses urbanos de
mi ciudad porque considero que los hechos que me ocurrieron son
algo fuera de lo común, carentes de toda lógica y razonamiento, que incurren en la privación del derecho de viajar
a las personas en mis circunstancias físicas. De hecho en mis numerosos viajes en transporte público de todo tipo
(trenes, etc…) nunca me ha ocurrido algo similar.
Un viernes del mes de agosto del año 2005 siendo las 22.10 h y encontrándome en una centrica plaza de mi ciudad
esperando subir al autobús que me llevaría a mi casa, el conductor me informo de que no me iba a sacar la rampa
para subir ya que "no puedo viajar en su autobús sin un acompañante",
alegando que "personas como yo no pueden viajar solas".
Dados los hechos tan insolitos y ridiculos presenciados por numerosas
personas que permanecían en la parada solicite una hoja de reclamaciones que el conductor después de incluso acusarme de que
por mi culpa se estan poniendo a todos los viajeros en su contra, me entrego de muy mala gana. A la vez ,enfadado
llamo por la emisora a la central para exponer a sus superiores la
situación y su postura, a lo que desde dicha central guardaron silencio sin rectificarle ni reprenderle por
su actitud, por eso instantes después me reitera que está en su derecho de negarme el acceso sin un
acompañante, cierra la puerta y se marcha tan fresco.
Dada la gravedad de los hechos un caballero atónito como el resto de viajeros que además no quisieron viajar con el,
me ofreció sus datos personales como testigo presencial por si queria denunciar los hechos en una comisaria de policía,
lo cual no era para menos. De este modo me ví obligado a esperar al siguiente autobús a quien una vez en la parada
escuché que llamaron de la central por la emisora para preguntarle si existía una persona en dicha parada con una silla de
ruedas.
El conductor pregunto a la central si había algún problema para que yo pueda subir y la emisora
le respondió en mi presencia “no hay ningún problema si el viajero está capacitado para ello” Por lo que el conductor
como es lógico y normal me permitió subir con total normalidad.
No comprendiendo el proceder de este conductor a quien en todo momento me dirigí con corrección tanto para
solicitar mi subida como para solicitar explicaciones lógicas sobre su actitud “discriminatoria” de prohibirme
el viaje. Me he decidido a escribirles porque sinceramente es la primera y unica vez que me ocurrió una situación así
tan incómoda en la que un empleado de una empresa de transporte público trató "sin saber porque" no solo de avergonzarme
y humillarme delante del público, sino además de “prohibirme” viajar.
Solo me cabe pensar, "pensando bien" que quizás ese conductor dudase sobre el reglamento de
viajeros en estos casos o tuviese falta de costumbre de transportar a una persona sola con una silla de ruedas, por ello
en mi reclamación solo pedí que tomen las medidas oportunas para que este tipo de cosas no ocurran porque
realmente son humillantes para las personas en mi situación.
No obstante quiero reiterar que soy una persona con buena presencia que valoro la cortesía y educación y como tal
la ofrezco en todo momento y no merezco trato tan indigno recibido públicamente y para testimoniar mi proceder
sirvió el testimonio de ese amable caballero de 70 años que junto con su esposa estaba a la espera de subir al autobús
y me ofreció sus datos personales para dar fe de tan indigno e ilógico trato.
A todo ésto el conductor alegó a la empresa, referente a mi reclamación que no me dejo subir porque el autobus
iba muy lleno de viajeros, algo además absurdo pues el autobús estaba situado en la cabecera de línea y
procedía a abrir servicio sin viajeros a bordo.
Anónimo.