Efectivamente 48 horas antes recibí 2 mensajes, en los que me indicaban que 30 min., antes de la salida (a las 7:15) desde la ciudad de origen, estarían esperándome dos personas en Atención al Pasajero. Con lo que el mencionado día (a las 6:15) me persone junto a mi AP, en la estación con una hora de antelación y espere, no sin antes comunicarle al jefe de atención al pasajero que ya estaba allí, quién me dijo que esto ya no era de su competencia pero que sí tenían constancia de mi viaje… esperamos… esperamos… y no vino nadie, a falta de 10 min., de la salida del tren y ya nerviosas, pasamos el control policial y nos dirigimos hacia el tren, la plataforma estaba, pero nadie para subirme… pregunte y vino un chico para subirme, cuando le dije que estaba esperándole en el sitio indicado, contesto que él de eso no sabia nada… nada más entrar en el vagón me di cuenta que no cabía por el estrecho pasillo y él empeñado que si, lo hice y con mi paso iba arrancando las molduras y embellecedores tanto del tren como (lo peor) de mi silla nueva… al llegar al sitio para la silla, resulto que habían cambiado el vagón y no entraba… llego el interventor y decidió que mejor viajara en la cafetería del tren, donde iría más cómoda aunque sin video, ni música… (Vuelta a romper la silla y lo que quedaba de embellecedores del pasillo…) una vez acomodada en la cafetería (sin asistente personal, ya que viajaba en otro vagón) le informe al interventor lo de mis dos paradas, para bajar al aseo adaptado… al rato me indico que ya había hecho la gestión con el control central y pararía 1º en una estación y 2º en otra mas adelante. Hasta aquí todo bien, salvo que mi AP, iba y venia cada 5 minutos por si necesitaba alguna cosa.
Cuando llegamos a la primera parada donde tenia previsto bajarme al aseo, me avisaron que me preparara para bajar… (Uf! Menos mal, desde las 6:00 no había orinado y tras 5 horas mi vejiga no podía más) efectivamente frente a la puerta del tren estaba la plataforma, yo veía que discutían los empleados del tren con el jefe de estación, el maquinista que hasta intento coger la plataforma, el jefe de estación se lo prohibió, que hablaran con los responsables de la estación y no sé quién más, que eran los que no le habían puesto personal para este servicio, que la plataforma no la tocaba nadie. Yo lo llamaba desde mi posición en la puerta del tren, pero solo conseguí que levantara su brazo enseñándome algo parecido a un libreto y se marcho por una puerta de la estación, (luego supe que era una nueva guía de un convenio para regular nuestra accesibilidad a los trenes) los viajeros se ofrecieron a bajarme a pulso, a lo que me negué no sin darles las gracias, les conté que esto era una discriminación en toda regla, independientemente a que nos podíamos lastimar todos por el peso de la silla eléctrica.
El tren estuvo parado en esa primera estación casi una hora, hasta que llame desde mi móvil al 112 de emergencia ciudadana (pues mi situación ya era caótica) y les explique lo que ocurría, fueron muy amables conmigo y me dijeron que no se moviera el tren que me enviaba una dotación de la policía nacional. Así se lo hice saber al interventor, y lo comunico al responsable quién salio como una flecha y le ordeno al empleado del banderín rojo que saliera el tren YA!! Ni esperar a la policía, ni a la virgen… dijo. Pillo a casi todo el pasaje fuera del tren que subieron en marcha, hasta mi AP se lastimo en la rod illa, con un moretón que ha estado coja tres días. El interventor indignado y disculpándose porque no comprendía nada, me dijo (por si me servia) que todas las conversaciones desde el tren estaban grabadas en el control de la empresa ferroviaria y que ya tenían preparada otra parada intermedia , aunque en ese momento ya me había orinado encima, y además al poco me dio una indisposición, con sudores fríos que concluyo con descomposición y diarrea… nadie se puede imaginar la vergüenza, lo humillada, degradada y sucia que me sentía, claro que para sucia mi silla nueva que no se va el olor, ni la mancha, que me tendrán que cambiar el asiento. (A parte de reparar los desperfectos de ambos lados de la silla, por lo estrecho del pasillo).
Tras dos horas y pico más llegamos a esa estación , en esta había corrido la voz y según el interventor estaban esperándome toda la plana mayor de la empresa de ferrocarriles, quienes sin saber pretendían hasta conducir mi silla, (hecho que me indigno aun más) no hice caso a nadie (sé que me hablaban, pero yo no oía a nadie) tan solo quería entrar al aseo adaptado y limpiarme. Gracias a la diligente rapidez de Susana que ejercía de AP, solo tardamos 10 minutos de los 25 que paro el tren, no sé que hubiera hecho sin ella. Pido disculpas a los viajeros que no podían casi estar en la cafetería, (por el olor) pese a que todos fueron muy comprensivos y amables…
De nuevo en el tren se intereso por mi salud otro interventor, (hicieron cambio de personal) que ya estaba al tanto de todo y me intento animar, le dije que anulara la siguiente parada en Albacete, que solo quería llegar a mi casa, ducharme y dormir.
Por todo ello he tenido que pasar una semana enferma, con cistitis y descomposición.
Anónimo.
