Seminario "Calentamiento Global y Cambio
Climático":
Los secretos de la visita de Al Gore a Chile
El ex vicepresidente de EE.UU., convertido en celebridad, estará menos
de un día en el país, abordará autos híbridos y
todas las emisiones de CO² que genere su viaje podrían ser compensadas
con una masiva plantación de árboles en alguna parte del territorio
nacional.
Gabriel Pardo - Reportajes, El Mercurio
Estará en Chile unas pocas horas. Menos de un día. Ni la actriz
Penélope Cruz estuvo tan poco. Y por ningún motivo visitará
La Moneda. Es que Al Gore no tiene tiempo. Su agenda mundial es más apretada
que la de una estrella de cine o la de un Presidente. Algo que hace poco estaba
alejado de su tranquila vida en la ciudad de Nashville.
De fome a estrella
Los norteamericanos lo llamaban Al "Bore". Al "aburrido".
O, en términos más chilenos, Al "fome".
Fue la sombra de Clinton como vicepresidente desde el 93 al 2001. Y, claro,
al lado de Bill -eterna sonrisa, aficionado al saxo, protagonista de escándalos
sexuales- Albert Arnold Gore Junior aparecía como un padre de familia
ejemplar, bien peinado, graduado de Harvard y con su servicio militar cumplido
en Vietnam. Todo un ejemplo. Pero ninguna chispa.
Las cosas cambiaron. Quien llegará a Chile el 11 de mayo es el nuevo
Al Gore. Una celebridad. Una especie de rock star con corbata y buen perfume.
Y todo eso diciendo "una verdad incómoda". En 2006 lanzó
su película sobre el calentamiento global, "An Inconvenient Truth",
y hace sólo unos días se lo podía ver en la ceremonia de
los Oscar, contento con el galardón de mejor documental, riendo en pantalla
con Leonardo DiCaprio y bromeando con el público sobre su posible candidatura
presidencial.
Hollywood se puso al servicio de las iniciativas de Gore. Las tarjetas eran
de papel reciclado, la comida era orgánica y los actores llegaron en
autos híbridos. Por si fuera poco, ahora prepara "Live Hearth",
un megaconcierto para el 7 de julio donde incluso podría volver a reunir
a Pink Floyd tras su causa.
Algo de eso también se repetirá en su esperada visita a Chile,
por la que cobra 200 mil dólares. Medidas de desarrollo sustentable y
glamour.
Todo en apenas una tarde. Nada más. Llegará desde Buenos Aires
al mediodía y abordará un vuelo a Estados Unidos por la noche.
Dará su conferencia, le tomarán fotos, sonreirá y partirá
de nuevo.
Y en ese corto lapso todo será riguroso. Sus representantes, la famosa
agencia Harry Walker -la misma que representa a Bono, Kofi Annan y Bill Clinton-
solicita que haya una habitación de hotel exclusivamente reservada para
él en caso de emergencia. La reservación no tendrá su nombre
sino un alias y en su cuarto debe tener a mano abundante agua mineral y maní
con pasas.
La lista sigue. Los dos autos disponibles para su traslado deberán ser
en lo posible híbridos. Por ningún motivo se trasladará
en una van o en una camioneta 4X4. Tiene que ser un sedán. Ya se sabe
que serán dos Mercedes Benz.
Tampoco puede aceptar salirse de su estricta agenda. Nada de visitas a La Moneda
ni paseos turísticos fuera de protocolo. Por eso, el único encuentro
que tendrá con la Presidenta Bachelet será en la recepción
que se dará en CasaPiedra minutos antes de su exposición, que
se iniciará a las 18 horas. La charla de clausura estará en manos
de la Mandataria.
Se sabe que Gore no vendrá a denunciar. Sino a proponer. Ya tiene un
decálogo de medidas para reducir el calentamiento global que cualquiera
puede poner en práctica y algo similar podría incentivar en su
exposición (ver recuadro). Posibles soluciones a los problemas que denunció
en su documental "Una verdad incómoda".
Pero no es todo. Oikos, la ONG medioambiental que firmó el contrato para
traerlo, trabajará con la empresa consultora Deuman para medir todas
las emisiones de dióxido de carbono que produzca el evento. ¿Sorprendente?
No. Ya es una práctica que se ha realizado en otros países. Es
decir, el uso de combustible en aviones que utilice el expositor, la luz eléctrica
del evento, la gasolina de los autos que concurran a la cita, todo será
cuantificado.
Y tras la medición, se realizará una compensación que podría
consistir en una plantación de árboles en algún lugar del
territorio nacional. Una de las alternativas es un plan de reforestación
de Isla de Pascua. Pero nada está definido aún.
Después de su seminario, Al Gore volverá a Tennessee a pasar unos
días con su familia. La idea es escapar un tiempo de las luces globales.