Cómo juntar dos periquitos

 

Aunque los periquitos son animales gregarios, sociables y relativamente pacíficos conviene seguir una serie de reglas al juntar periquitos desconocidos, que valen tanto cuando un periquito solitario ve por primera vez a su futura pareja como al integrar otro periquito en un grupo de pericos ya existente.

El sexo

Al elegir una pareja para un periquito lo mejor es que sea del sexo contrario, ya que una pareja verdadera evidentemente tendrá menos problemas al realizar sus comportamientos sexuales y típicos de pareja. Aunque en parejas "homosexuales", sobre todo masculinos, uno de los dos miembros de la pareja al cabo de un tiempo suele adoptar el rol del sexo que falta, normalmente no llegan a montarse ni a muchos otros matices de su comportamiento sexual. Sobre todo en el caso de periquitos difíciles de emparejar, sobre todo aquellos que muestran alteraciones en el comportamiento debido a que, por ejemplo, hayan sido criados a mano, es preferible elegir una pareja del sexo contrario, ya que los poses y comportamientos que el otro periquito mostrará pueden ayudar a "poner en marcha" los casi olvidados comportamientos de emparejamiento.

Si aún así prefieres una pareja homosexual (para lo que realmente no hay ninguna razón, ya que evitar descendencia indeseada es muy fácil, basta simplemente con no ofrecer un nido) es preferible que sean dos machos. Los machos de manera natural se muestran mucho más amistosos entre sí y son menos agresivos. La convivencia de dos machos no suele ofrecer mayores problemas.

En cambio, una pareja formada por dos hembras suele ser problemática. Las hembras son bastante más agresivas, peleonas y territoriales que los machos, y es más bien raro que dos hembras se lleguen a emparejar como si fueran una pareja verdadera. Dos hembras con el tiempo se suelen tolerar, siempre y cuando la jaula sea lo suficientemente grande (alguna bronca de vez en cuando es normal), pero no pasarán de esto. Por supuesto hay excepciones, hay hembras que son "amigas del alma" y forman una "pareja" muy harmónica, y otras que no paran de pelearse, llegando incluso a peleas serias que pueden llegar hasta la sangre. En cualquier caso (menos en el último) es recomendable dar su tiempo a las dos periquitas, no es cierto que dos hembras se matarán irremediablemente. Es muy posible que con el tiempo se empiecen a llevar mejor.

Una combinación completamente desaconsejable son dos hembras y un macho, o en definitiva, un número superior de hembras en grupos de periquitos que no pasen de los seis ejemplares en total. (Si hay más no suele haber muchos problemas). las hembras lucharán por los machos, pudiendo llegar a peleas muy severas que (esto sí, en casos más bien raros) pueden acabar con la muerte de la hembra más débil. En cambio, un pequeño grupo de periquitos con un número superior de machos no suele dar problemas.

La edad

La edad del nuevo periquito no es un criterio muy importante, aunque suele haber menos problemas si ambos periquitos tienen aproximadamente la misma edad. Pero también puede funcionar perfectamente juntar a un periquito mayor con uno bastante joven, incluso es posible que el periquito mayor trate al nuevo como "su polluelo" mostrando los comportamientos típicos de un periquito criando a sus crías.

El primer contacto

Antes de comprar un periquito nuevo conviene conseguir una segunda jaula. Puede servir perfectamente una jaula pequeña y barata, que después también se podrá usar como jaula de transporte o de cuarentena. Otra posibilidad es pedirla prestada. Es recomendable tener al periquito nuevo por lo menos una semana aislado del periquito "viejo", para estar seguro de que no tenga ninguna enfermedad contagiosa. Otro efecto positivo de esta cuarentena es que puedes aprovechar este tiempo a acostumbrar al nuevo un poco a ti y a la mano.

El siguiente paso es poner la jaula con el periquito nuevo en la misma habitación que la del otro periquito (o de los otros periquitos según el caso). Así podrán establecer contacto acústico y visual, pero ningún periquito considerará al otro como intruso en su territorio. Si sueltas a tu periquito a volar por la habitación puedes hacerlo (pero todavía sin abrir la jaula del "nuevo"), seguramente se acercará y los pájaros podrán establecer un primer contacto físico a través de los barrotes.

Tras unos días así abre ambas jaulas, y los periquitos podrán conocerse en semilibertad por la habitación. Esto por un lado ofrece la ventaja de que ningún periquito ve al otro como intruso en su territorio más íntimo, la jaula, y también hay espacio suficiente para que ambos periquitos puedan ponerse fuera del alcance del otro en caso de que haya problemas.

Hay tres reacciones posibles a un periquito nuevo:

  • El/los periquitos viejos le aceptan en seguida, establecen contacto con el y lo establecen como un miembro más de la bandada.

  • El/los periquitos viejos ignoran al periquito nuevo, es decir, ni se acercan a el ni lo atacan. Al cabo de un tiempo (de días a semanas) lo acepta(n) y establece(n) contacto con el.

  • El /los periquitos viejos atacan o espantan al nuevo o le tiene(n) miedo.

Dependiendo de la reacción hará falta más o menos tiempo hasta que el periquito nuevo tras las excursiones por la habitación entre en la jaula del otro periquito y éste lo acepte. Una forma de facilitar este proceso es cambiar el mobiliario de la jaula del periquito antiguo, es decir, cambiar la disposición de las perchas, colocar juguetes nuevos... Así para ambos periquitos la jaula será territorio desconocido y en principio se evitarán peleas por territorialismo.

¡NUNCA metas a un periquito nuevo en la jaula del periquito viejo (o los periquitos viejos) directamente! Un grupo de periquitos, aunque solo conste de una pareja, en un grupo cerrado. Cualquier periquito que después se incorpore primero se ve como un intruso, se ignora o hasta se ataca. Normalmente el periquito nuevo se integra rápidamente a un grupo existente, pero meterlo en la jaula sin tomar precauciones llevará a problemas, también porque los periquitos querrán defender su territorio (la jaula) del nuevo al que todavía consideran un intruso. Un periquito antes solitario al principio hará lo mismo, y sobre todo si la jaula es demasiado pequeña es fácil que surjan peleas serias o reacciones de pánico por parte de alguno de los dos.

No esperes que ambos periquitos se hagan amigos del alma de un día para el otro. Establecer amistad requiere su tiempo, aunque los periquitos son animales muy sociales y gregarios, también necesitarán unos días a semanas para acostumbrarse a la situación nueva, sobre todo si llevaban mucho tiempo solos. Así que no desesperes y dales su tiempo. Que ambos periquitos al cabo de dos o tres emanas todavía no se hagan mucho caso no significa que no puedan llegar a ser una pareja harmónica al cabo de unos meses.

Problemas y periquitos difíciles de aparear

Normalmente no son de esperar mayores problemas al juntar a dos periquitos, siempre que se cumplan las reglas expuestas arriba. Aún así puede haber excepciones:

Sobre todo puede haber problemas con periquitos criados a mano. Estos animales sufren alteraciones en el comportamiento normal que hacen difícil acostumbrarlos a un compañero periquitil. Desde su más temprana juventud no han tenido más contactos sociales que con seres humanos - se puede decir que han olvidado que son periquitos. Su comportamiento social ante otros periquitos está subdesarrollado, y frecuentemente muestran alguna forma de fijación sexual anormal por un objeto (espejo, periquito de plástico, otra superficie reflectante...) o por los propios seres humanos. Lo mismo ocurre con periquitos mayores que han pasado muchos años sin la compañía de un congénere.

Aún así, no es imposible, aunque sí difícil, acostumbrarlos a un compañero periquitil. Y merece la pena hacerlo - aunque estos periquitos parecen estar más felices en su actual situación, el hecho de que muchos de ellos a la larga acaban sufriendo alteraciones en el comportamiento como el picaje de las plumas o chillar demuestra que no lo son. Y también aquí vale: un ser humano no es un periquito, y nunca podrá sustituir a una pareja de verdad.

Básicamente, hay que seguir los mismos pasos que les descritos arriba, pero aquí la regla más importante es: dales su tiempo. Hasta que ambos periquitos puedan establecer una relación normal pueden pasar varios meses.

La reacción más común de un periquito "difícil de emparejar" al periquito nuevo no es agresividad, sino miedo. Aquí es elemental que ambos periquitos pasen suficiente tiempo en jaulas separadas, para que el periquito viejo se habitúe a la presencia del otro sin que se sienta acosado.

Asimismo es importante que el periquito viejo sea el que decida acercarse al nuevo, no al revés. Suéltalo a volar con el otro periquito encerrado, llegará el día donde la curiosidad vencerá al miedo y se acercará a la jaula del nuevo. Este día puede llegar a la semana, al mes, o más. Para que el otro periquito no pase todo este tiempo encerrado puedes soltarlo mientras el periquito viejo esté en su jaula. Es importante que ambos periquito tengan contacto acústico y visual las 24 horas del día.

Solo los sueltes a volar juntos cuando veas que el periquito viejo ya se acerca voluntariamente a la jaula del nuevo o por lo menos no le tiene miedo. Si ves que hay problemas, vuelve a encerrar ambos periquitos en sus respectivas jaulas. No los fuerces a nada. Y recuerda: tiempo al tiempo. Solo cuando ha llegando el momento donde ambos periquitos se acercan uno al otro voluntariamente y se toleran, sin que ninguno se muestre asustado o especialmente agresivo, puedes juntarlos en una misma jaula, siempre observándolos muy bien al principio. Si hay cualquier problema, sepáralos de nuevo.

Otra cosa muy importante es no disminuir las horas de atención que recibe el periquito viejo. S antes te ocupabas de el intensamente tres horas diarias, esto no puede cambiar con la llegada del nuevo periquito. Si el nuevo está acostumbrado a ti puedes incluirle en el trato con el otro periquito, por ejemplo, darles de comer de la mano a los dos a la vez.

Por mucho que cueste resocializar a un periquito con fijación excesiva por los humanos, verás la recompensa: nunca olvidarás el día donde por fin ambos periquitos se rasquen la cabecita por primera ves, aunque hasta este momento hayan pasado dos años de esfuerzos intensos. Ya me han dicho varias personas que después de acostumbrar a su periquito a un compañero periquitil le notan cambiado a mejor: aunque antes el periquito parecía feliz, después los propietarios se han dado cuenta de todos los comportamientos nuevos y fascinantes de su periquito que antes nunca mostraba.

 

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