Accidentes y primeros auxilios

 

Heridas

La peligrosidad de una herida depende de su tamaño, su localización y la intensidad con la que sangra. Lo más importante ante esta situación es parar el sangrado: un periquito apenas tiene unos diez mililitros de sangre y la pérdida de unas gotas ya pueden poner en peligro su vida.

Para parar el sangrado se venden distintos fármacos pensados para uso humano en la farmacia, por ejemplo una solución de cloruro férrico (FeCl3)que se aplica sobre la herida con un algodón. También se vende en "sticks" que se aprietan sobre la herida.

Ante heridas grandes, profundas o infectadas hay que acudir a un veterinario.

Normalmente no hace falta limpiar la herida, una vez que haya dejado de sangrar con la aplicación de un desinfectante normalmente no se consigue nada, incluso puede ser dañino. Solamente si el periquito tiene una herida muy pequeña, que sospechas que puede estar infectada (por ejemplo, procedente de un mordisco) puedes aplicarle una pequeña gota de Betadine. Si la herida por alguna razón está muy sucia conviene ir al veterinario.

 

Fracturas óseas

Un periquito con una fractura ósea en cualquier parte del cuerpo necesita la ayuda de un veterinario especializado en aves. Intentar corregir la fractura "por cuenta propia" puede hacer mucho daño y dejar el miembro afectado dañado para el resto de la vida del periquito.

Si te encuentras a tu periquito con una fractura llévalo al veterinario dentro de una caja pequeña y oscura (con agujeros para la ventilación), cuyo suelo se cubre con un paño de cocina. La oscuridad tranquiliza al periquito, y dentro de una caja pequeña no se puede hacer más daño si revoltea. El paño sirve para que el periquito se puede agarrar y no resbale.

Dependiendo de la localización de la fractura, el veterinario aplicará un vendaje o no. La mayoría de las fracturas tienen un buen pronóstico, pero algunas abiertas, que conllevan pérdida de sangre, pueden ser bastante peligrosos.

Mientras el periquito permanezca con el vendaje aplicado por el veterinario se debería aislarlo en una jaula más pequeña para evitar que se proporcione heridas. También conviene cubrir el suelo con varios paños de cocina doblados, para que en caso de caída el periquito no se lastime. Si la fractura se encuentra a nivel de las patas deberías colocar algunas tablas pequeñas de madera en la jaula, en vez de las perchas, donde el periquito puede "echarse" sin tener que usar su pata dañada.

 

Conmoción cerebral

Sobre todo si el periquito ha chocado contra algún obstáculo puede que sufra una conmoción cerebral. En estos casos el periquito después del accidente parece desorientado, a veces no controla alguna extremidad, o pone la cabeza en una posición extraña. En casos graves pueden aparecer convulsiones, temblores e inconsciencia. Una conmoción cerebral leve puede "solo" producir desorientación, descontrol al volar y vómitos. El periquito duerme mucho, no come y reacciona de forma adversa a la luz directa.

Siempre es recomendable llevar al periquito a un veterinario, pero el transporte en sí también guarda cierto riesgo: cualquier movimiento brusco puede agravar la situación. Algunos veterinarios hacen visitas a casa, pero si el tuyo no ofrece este servicio llévalo con mucho cuidado y tomando una serie de precauciones: ponlo dentro de una caja cuyo suelo se cubre con varios paños de cocina para que sea blando. Si utilizas una jaula pequeña para el transporte quita todas las perchas, normalmente el periquito permanece por voluntad propia en el suelo. Cubre la jaula con un paño oscuro o cierra la caja (con agujeros para la ventilación). Intenta evitar sacudidas y otros movimientos bruscos durante el transporte.

Probablemente, el veterinario recetará, en función de la gravedad de la conmoción, algún tipo de fármaco. Además hay que excluir la posibilidad de una hemorragia cerebral.

En casa, después de consultar al veterinario, mantén al periquito en una jaula aparte, separado de sus congéneres, y colocada en una habitación silenciosa. La luz molesta, así que baja un poco las persianas o cubre la jaula hasta conseguir una luz tenue. La temperatura debería rondar los 21 ºC, un periquito con conmoción cerebral es muy sensible tanto al frío como al calor excesivo. ¡Nunca le aplicas radiación infrarroja a un periquito con conmoción cerebral! Aunque en otras enfermedades puede ser beneficioso, en cualquier enfermedad relacionada con el cerebro y el sistema nervioso puede hacer mucho daño.


Envenenamiento

En el hogar hay cientos de sustancias potencialmente peligrosos para el periquito, los cuales el dueño debe conocer para ponerlos fuera del alcance de sus periquitos. El "veneno" con el que más se suelen encontrar los periquitos dentro de una casa son plantas de adorno venenosos, seguidos de metales como cinc (en los barrotes de jaulas de mala calidad) y plomo, y vapores de sartenes recubiertos de teflón.

El comportamiento de un periquito envenenado varía con el veneno que ha ingerido, pero normalmente parece decaído y apático, permanece con el plumaje levantado y frecuentemente sufre diarrea. Pero estas síntomas también lo son de muchísimas otras enfermedades.

Un envenenamiento con metales como cinc, plomo, cobre... se manifiesta con debilidad, temblores y diarreas fuertes que pueden contener sangre. Muchas veces el periquito muere pasadas pocas horas. Las síntomas de un envenenamiento con plantas de adorno varían mucho según el vegetal y van desde desorientación, apatía y diarreas hasta convulsiones, vómitos e irritación del buche.

Un envenenamiento con nicotina se produce si un periquito despedaza un cigarrillo y se come parte del tabaco: produce convulsiones y hemorragias internas que se manifiestan con diarreas con sangre. El envenenamiento también puede ser crónico y se produce si el periquito permanece mucho tiempo en habitaciones cerradas en donde se fuma.

Un envenenamiento por sartenes de teflón se manifiesta con temblores, desorientación, el periquito permanece en el suelo de la jaula, y muere al cabo de pocos minutos. Los vapores se desprenden de sartenes recubiertos con teflón en cuanto éstos se sobrecalientan, pero también sin sobrecalentamiento si el recubrimiento está dañado.

El tratamiento también varía en función del tipo de veneno, pero en cualquier caso es recomendable consultar a un veterinario especializado en aves con rapidez. Normalmente aplicará un antídoto específico al veneno y algún fármaco para proteger al hígado. ¡Cuanto menos tiempo ha pasado desde el envenamiento al tratamiento mejor será el pronóstico! Así que es sumamente importante actuar con rapidez y no perder tiempo esperando "a ver si mejora solo" o automedicando con remedios caseros al periquito, lo que seguramente hará más daño que beneficio. Lleva, si es posible, una prueba de la sustancia venenosa al veterinario, para poder determinar el antídoto correcto con más precisión.

 

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