Rumbo WWW

El enredo de navegar
en el Web

Jose G. Lepervanche
Capitán de Web

Desde hace varios años se viene hablando de la superautopista de la información como si ésta fuese una estructura ordenada con canales específicos, entradas y salidas bien señalizadas, etc. o lo más parecido a una pista de carreras. Lo que en realidad es, si queremos utilizar el carreterístico simil, es que Internet y el Web son hasta ahora tramos de autopista y puentes permanentemente en construcción, con señalizaciones provisionales, barricadas con luces intermitentes, desvios y en su mejor hora, con un embotellamiento similar a cualquier autopista metropolitana. Lo cierto es que si Internet y el Web fuesen una superautopista, no se hablara de "navegadores", "exploradores" o "surfistas" sino de "mapa de carreteras" o algo por el estilo.

Aunque los embotellamientos son similares, en la Net no contamos con los estridentes locutores de la radio y sus reportes del tránsito desde avionetas, helicópteros, taxis, motos y teléfonos celulares y que más o menos dicen lo mismo todos los dias. En los embotellamientos cibernéticos, tenemos la ventaja que podemos dar marcha atrás, cambiar de rumbo, aumentar la velocidad, cambiar de computador, entrar por otro sitio o ir a otro lado inmediatamente sin tener que leer el periódico o bostezar mientras avanzamos arduamente en los canales de circulación. Por todo esto, para mi estas grandes vías están ubicadas en un un gran océano interactivo de información.

Internet y el Web son un gran océano con infinitas posibilidades de comunicación, interacción y acceso a la información Es lo que podriamos decir un "mar de posibilidades". Navegar, explorar o surfear en la Net pueder ser un enredo tan grande que el viento y las corrientes nos pueden alterar el rumbo si no sabemos a donde vamos, no controlamos el timón y no utilizamos las ayudas a la navegación. Se pierde uno en tanto mar. Sin embargo, asumiendo que uno sí sabe lo que busca y con una buena embarcación, el dinamismo y flexibilidad de la Net permite que encontremos las ayudas necesarias para encontrar puerto seguro.

Latitud y Longitud. Una posición en el mar cibernético.

Hay dos datos que se han convertido en algo indispensable para el moderno Internauta: la dirección personal de correo electrónico ([email protected]) y la dirección electrónica de las páginas en el WWW (http://www.intinet.net). La primera ubica a usuario, lo personaliza y le permite interrelacionarse con otros. La segunda es el punto de salida, de cruce o de llegada en el hiperocéano del Web.

Cada dirección representa un punto específico en este mar de posibilidades comparable con la posición determinada por la latitud y longitud en una carta naútica. Sin embargo, a diferencia de esta forma de posicionamiento, la dirección del Web permite adentrarse en las profundidades de las páginas electrónicas de un sitio en particular y encontrar otras direcciones que instantaneamente te llevan al otro extremo del planeta.

Esta simple dirección permite llevarte al sitio de una gran corporación y sus ramificaciones hasta el sitio de cualquier persona y sus inquietudes editoriales. A diferencia del mundo real, cualquier latitud y longitud en el Web puede ser visitada una y otra vez y la información puede ser modificada, actualizada o eliminada en cualquier momento. A diferencia del mundo real, cualquier posición es tan valiosa o inútil como cualquier cosa. Y para complicar o simplificar aún más la cosa, se puede interactuar con la información al poder enviar mensajes por correo electrónico, hacer transacciones comerciales, endeudarnos al instante, conversar por teleinternétfono o videoconferenciar con los protagonistas, visitantes o autores de esta páginas electrónicas. A diferencia del mundo real donde podemos ver hacia el cielo, la navegación en la Net nos deja los ojos cuadrados de tanto ver la pantalla. ¡Que enredo!

Ayudas a la Navegación

Para facilitar las travesías en el Web, han surgido innumerables ayudas a la navegación: los mega-sitios de los grandes servicios on-line, de los proveedores de browsers como el Netscape Navigator o Microsoft Explorer, que como sus nombres y símbolos indican, están conscientes de que la "autopista de la información" es más océano que explorar que una civilizada y cuadriculada metrópolis.

Para venir en nuestro auxilio, han surgido además los buscadores o "search engines" y directorios junto con arañas , tarántulas, robots, ciempiés, y demás alimañas o "spiders", que rastrean, revisan, hurgan y arrasan con lo que encuentran a fin de mantener actualizados a estos directorios. A esto se han agregado los megabuscadores que buscan en todos los anteriores y las combinaciones o fusiones tipo Yahoo con Altavista. Dentro de poco hara falta una guía de navegación para visitar las guías de navegacion.

Para completar este enredo dentro de las redes, los sitios favoritos o "bookmarks" también crecen en la medida que visitamos mas sitios por lo que pronto habrá que tener buscadores de sitios favoritos con su respectiva guía de navegación.

Rumbo WWW

Con tantos rumbos a donde ir y con unas cuantas millas navegadas en los siete mares cibernéticos e interactivos, Rumbo WWW inicia esta jornada para navegar virtualmente por Las Américas y dar a conocer las Ayudas a la Navegación en español que vayamos encontrando.. En esta oportunidad intentamos definir el rumbo como primera ayuda. Después relataremos las crónicas de lo más impactante que encontremos en nuestro propio idioma. Como todo ahora es interactivo, los invito a navegar conmigo, a compartir esta jornada virtual enviando sus comentarios y sugerencias para próximas travesías a mi dirección de correo electrónico ([email protected]).

Por ahora, todo el timón a babor hasta el 270, rumbo WWW.

(Publicado en la revista REDES de Comunicación de Venezuela y por La Rebotica en el WWW)
Septiembre 1996

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