SAN FRANCISCO JAVIER
Autor: P. Omar França-Tarragó
Parroquia Ntra. Sra de la Fundación
Montevideo (Uruguay)
BREVE BIOGRAFIA DE SAN FRANCISCO
JAVIER
Oración de comienzo para cada día
Oración final para cada día
Día 1: LOS GRANDES SUEÑOS
Día 2: GRITAR EL EVANGELIO
Día 3: LA LUCHA CONTRA EL MAL ESPIRITU
Día 4: LA LUCHA CONTRA LAS IDEAS Y CONDUCTAS
Día 5: LA CONSOLACIÓN DEL QUE RESPONDE A DIOS
Día 6: LA SOLEDAD DEL APOSTOL
Día 7: DAR A DIOS LO
QUE ES DE DIOS
Día 8: PONERLE “MALA
CARA” AL MIEDO
Día 9: EL SUSTENTO
PARA LA LUCHA
UNA HAZAÑA TAN EXTRAORDINARIA COMO
LA DE CRISTOBAL COLON
1506, Nace en Navarra (España) el 7 de marzo
1525. Va a París a estudiar a la Sorbona
donde
se licencia en 1530
1534 Hace los votos de Montmartre con San
Ignacio
y otros cinco compañeros
1537 Ordenado sacerdote en Venecia
1540 Lo destinan a la India
1542 Llega a Goa desde donde evangeliza
durante
7 años a India, Ceilán, y Malaca,
1549 Llega a Japón
1551. Vuelve a la India para emprender
viaje
a China. Muere antes de llegar.
Nació en 1506 como sexto hijo del matrimonio
de Juan de Jasso y María de Azpilcueta. Su padre era uno de los hombres de más
confianza del rey de Navarra, quien le confiaba tareas políticas y diplomáticas
ante el Reino de Castilla y de Francia. Sin embargo, esta misma confianza trajo
la ruina sobre la familia, cuando el Rey de Castilla castigó a Navarra por su
disposición a ayudar a Francia. Los padres de Francisco fueron penados con el
derrumbe de la torre de defensa y todos los privilegios que tenían ante el rey
de Navarra quedaron eliminados. Debido a eso, la situación de la familia de
Francisco resultó crítica en lo que se refiere a los aspectos políticos y
económicos.
Tenia 19 años cuando fue a París en 1525. Era
fornido y de buena presencia. En la Sorbona se encontraría en un ambiente
universitario de los mejores de Europa, donde estudiaban entre tres mil y
cuatro mil estudiantes que se agrupaban en los Colegios mayores (residencias
universitarias) del barrio que se llamaba “latino” de París.
A Francisco le tocó el colegio de Santa
Bárbara que dependía del Rey de Portugal.
Se levantaban a las 4 de la madrugada y a las 5 tenían la primera
clase. Después asistían a misa y
desayunaban. Entre las 8 y 10 de la
mañana tenían la clase principal, a la que seguía una sesión de “ejercicios”
académicos
Se almorzaba a las 11 de la mañana y de 3 a 5
tenían la clase de la tarde. A las 18 hs. se cenaba. Luego hacían un repaso del
día, las oraciones y el sueño a partir de las 9 de la noche.
En la misma habitación de Francisco estaba
Pedro Fabro. Este -al igual que Francisco- también se integraría al grupo de
los “iñiguistas”, es decir a los nueve compañeros de Ignacio de Loyola. Fabro
era un muchacho muy piadoso y responsable; ayudó a Francisco Javier a refrenar
sus impulsos aunque no impidió que Francisco se escapara varias veces por la
noche.
Providencialmente, en la misma habitación de Francisco y Fabro también
se alojó Ignacio de Loyola. El “Vasco”–ya grande, puesto que tenía 34 años-
desempeñaría en la vida de los otros dos un papel extraordinario. Como Ignacio
no disponía de ayuda de su familia y ya había hecho una clara opción de vida a
favor de seguir a Cristo pobre, ayudaba a los enfermos del hospital mientras
vivía de las limosnas que pedía. Aún de sus magros recursos, Ignacio compartía
su dinero con Francisco –que no era precisamente cuidadoso con sus
finanzas-. Apenas Francisco se graduó de
Maestro de Artes, Ignacio le recomendó
alumnos para que empezara a enseñar.
Pero al mismo tiempo le decía una y otra vez:
“Javier, Javier ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su
alma?”. La repetición de esta frase de Jesús, empezó a hacer mella en la
interioridad de Francisco.
En este contexto Francisco se gradúa de
Licenciado en Artes por La Sorbona en 1530
Sin embargo, gota a gota, el vaso se fue
llenando con la influencia espiritual positiva de Ignacio de Loyola y los 40
días de ejercicios espirituales dirigidos por el mismo Ignacio en 1533
terminaron de convertir radicalmente a Francisco Javier. La fogosidad para el
mundo se convirtió en fogosidad para Dios y para el apostolado. Lo demás estaba
ya en germen en aquel corazón generoso.
Con Ignacio, otros estudiantes universitarios
también habían sido atraídos por el mensaje de Jesús. Fué así que con Laínez, Salmerón,
Bobadilla y Simón Rodríguez, Fabro y Francisco hicieron los Votos de Montmartre
en 1534. Se comprometieron a ir juntos a
Tierra Santa para contrarrestar a los turcos que en ese entonces amenazaban con
destruir los lugares santos donde Jesús había realizado su misión.
Pero en 1537 no era posible partir a Tierra
Santa y debían esperar que las naves que partían desde Venecia pudieran tener
las condiciones mínimas de seguridad. El turco amenazaba con el control del
Mediterráneo y no era posible partir a la tierra de Jesús porque sus piratas
asolaban el Mediterráneo. De ahí que los nueve compañeros de Ignacio deciden
quedarse en Italia para esperar el momento oportuno. Mientras tanto, se
distribuyen por diferentes regiones para predicar de dos en dos, viviendo en
hospitales, sirviendo a los enfermos y dando catequesis a los niños. En este
año de espera Francisco Javier fue ordenado sacerdote.
Finalmente el viaje a Tierra Santa fue
imposible y deciden presentarse al papa para ofrecerse a lo que el papa
necesitase. Para eso, Ignacio con sus nueve compañeros van a Roma a
entrevistarse con el Santo Padre. Este es el principio de lo que sería la
Compañía de Jesús puesto que el papa les encomienda una serie de misiones de
enorme importancia evangelizadora: Alemania, Etiopía, las Indias....
Ignacio de Loyola empieza a ejecutar las
“misiones” encomendadas por el papa mientras se queda en Roma organizando al
nuevo grupo apostólico que pasa a llamarse Compañía de Jesús. Dado que el Rey de
Portugal había pedido misioneros a Oriente, esta misión le fue encomendada en
1540 a Francisco Javier, joven, vigoroso, entusiasta, inteligente, piadoso.
Goa era una ciudad que estaba ubicada a
orillas de la costa occidental de la India, junto al delta del Río Mandovi. Fue
conquistada por Alfonso de Alburquerque y pronto se convirtió en la capital del
imperio portugués en Oriente. Goa llegó a ser una gran ciudad, superando los
200.000 habitantes con gran número de iglesias y casas de dominicos y franciscanos.
Era una ciudad encantadora, no solo por su privilegiada geografía sino por su
opulencia, su vida “fácil”, su liberalidad de costumbres.
En ella estaban, por un lado los hindúes y
musulmanes. Por otro lado, los portugueses, muchos de los cuales eran soldados,
funcionarios y aventureros. El mundo pagano sensual, el clima, y la falta de
sacerdotes hacían de Goa un lugar muy alejado del ideal de vida cristiana que
se vivía en las ciudades reformadas de la nueva Europa.
Este ambiente fue el primero evangelizado por
Francisco, a partir de 1542. Pronto fueron miles los convertidos que
acompañaban costumbres acordes con la fe y cambiaban de vida. Las confesiones,
la vida austera y la práctica sacramental, fortalecida por una vigorosa
predicación del Evangelio y una doctrina bien fundamentada en la razón y en el
amor ardiente a Jesucristo, hacen que la comunidad cristiana de Goa, en torno a
la iglesia de Francisco Javier, proliferara ampliamente. Entonces deja a otros
jesuitas encargados de mantener lo sembrado por él, y Francisco sigue su camino
a lugares todavía no explorados
Conformado el equipo jesuita de Goa, el
Legado Pontificio Francisco Javier, se dirige a la costa de la Pesquería en la
punta sur de la India y su costa oriental. A partir de 1542 empieza a
evangelizar a los paravas, que se dedicaban a la pesca de perlas en condiciones
infrahumanas. Eran considerados los más inferiores dentro de la jerarquía de
castas indias. Francisco se dedica a cuidar a los enfermos de ellos y al final,
los paravas lo llamaban el Gran Padre porque los defendía de la explotación de
los traficantes.
A medida que iba evangelizando, Francisco
ponía a algún jesuita al frente de la nueva misión. Cuando podía, establecía
colegios para formar a las nuevas generaciones de las ciudades evangelizadas.
En 1549 se dirige al Japón, país sofisticado
en costumbres y cultura. Allí se encuentra con una religión organizada y una
sociedad altamente jerarquizada. Fue así que los bonzos, los novicios, los templos
y los reyezuelos locales, poderosos y celosos de sus tradiciones
constituyeron una gran “pared” para la
evangelización de Francisco, que hasta ese momento se había visto facilitada
por la previa dominación civil de los portugueses en las costas del Pacífico y
de la India.
Al principio Francisco se presentó pobremente
vestido ante el daimyo (rey de la zona,
equivalente al señor feudal de Europa), lo cual generó sorpresa en el
aristócrata japonés. Francisco se dio cuenta que debía presentarse con el
“aura” de poder y le llevó pergaminos portugueses, anteojos, un arcabuz con
tres cañones, botellas de cristal y otras cosas que en Europa eran corrientes
pero resultaban “maravillas” desconocidas en Japón. El daimyo le ofreció oro y
plata que fue rechazado por Francisco a cambio de poder tener libertad para la
predicación. El daimyo le permitió hacerlo libremente y a esos efectos le dio
como local un templo abandonado. Aquí ubica Francisco su base de operaciones de
conquista de las almas japonesas para la fe cristiana y de lucha contra los
ideólogos y bonzos japoneses, con sus supersticiones y ritos. Cuando logra
ubicar a otros evangelizadores que continuaran su obra, Francisco Javier se
dispone a “conquistar” para Cristo el país más “inaccesible” y peligroso de
todos: China. Para Francisco era necesario convertir China a fin de que los
bonzos japoneses debilitaran su influencia religiosa sobre el pueblo.
Este extraordinario país era una meta
fundamental en los planes pastorales de Francisco. Dios no habrá querido que
fuera él que se ocupara de entrar a esta “muralla” cultural casi inexpugnable
para los occidentales. El solo hecho de provenir de occidente podía ser motivo
para la prisión y la muerte. No obstante, Francisco decide hacer el intento. Pero
a los cuatro meses de iniciar su viaje hacia China cae enfermo y muere a la
vista del puerto de entrada de Cantón. Era el 3 de diciembre de 1552. Francisco
tenía 46 años de edad y había recorrido 100.000 km., algo inaudito para los
medios disponibles en aquella época. Solo el celo por Cristo explicaba tal
intrepidez.
En una helada cabaña, con fiebre altísima,
luego de 8 días de enfermedad perdió el conocimiento y se durmió para siempre a
las 2 de la madrugada. Lo asistía un criado indio llamado Cristóbal y el
intérprete chino llamado Antonio. Ellos fueron testigos que sus últimas
palabras fueron dirigidas a la Santísima Trinidad.
Francisco
en la “Gloria” de Dios
Fue canonizado por el papa Gregorio XV, en
1522, 70 años después de la muerte de Francisco. El papa Pio X lo nombró
patrono de la Propagación de la Fe. El papa Pio XI lo constituye Patrono de
todas las Misiones Católicas, junto con
Santa Teresa del Niño Jesús. En Goa (India) reposa su cuerpo incorrupto hasta
el día de hoy y parte de sus restos están en la Iglesia del Gesú de Roma. Juan
Pablo II dijo de Javier: “es la masa más rebelde que modeló Ignacio”
NOVENA A SAN
FRANCISCO JAVIER PATRONO DE LAS MISIONES
Señal de la
Cruz…. Acto de Contricción….
Oración preparatoria
para todos los días:
San Francisco, tú que no dudaste en afrontar los
desafíos más difíciles porque sabías Quien era tu Protector, te pedimos que
intercedas por nosotros, a fin de poder vivir nuestras dificultades como una
oportunidad para confiar más intensamente en el Padre y su providencia para con
nosotros.
Que siguiendo
tu ejemplo y espíritu misionero mostremos a nuestro mundo tan dividido por
guerras y venganzas, ambiciones e indiferencias, vacío de sentido y
materialismo de mentalidades, que la Iglesia es el más grande recinto para la
Esperanza, el lugar de la hoguera del Gran Amor del mundo y el candelero donde
siempre está encendida la Luz capaz de iluminarle la verdadera Vida al género
humano.
Oración final de cada día de la novena
Padre Francisco, tú que viviste en tu juventud como
un hombre perdido y a la deriva, pero cambiaste radicalmente de vida, te pido
por tu intercesión en esta novena, que Dios me alcance la gracia de desterrar
de mí todo lo que me aparta de El y del camino trazado por tu hijo Jesús.
Padre
Nuestro.... Gloria al Padre...
Padre Francisco, tú que te enfrentaste a lo largo de
la vida a innumerables peligros y desafíos, ayúdame con tu intercesión, a
aumentar mi espíritu misionero y a no temer dar testimonio de Jesús.
Padre
Nuestro.... Gloria al Padre...
Padre Francisco, tú que superaste el
miedo y la incertidumbre que te venían en aquellas solitarias y lejanas tierras,
con la confianza siempre puesta en el Padre, ayúdanos a confiar que tus
“caminos” para con nosotros son los que más ayudan para nuestra salvación. Padre
Nuestro....
“Padre
todopoderoso, tú que tienes más en cuenta nuestra buena voluntad llena de humildad
y entrega a ti, que los logros y éxitos visibles a los ojos de los hombres –por
muchos que sean- te pedimos que nos ayudes a ofrecer constantemente nuestras
vidas por sólo tu amor y gloria y por la expansión de tu Reinado de Amor en el
mundo”. Amén
Dia 1 LOS GRANDES SUEÑOS
Meditación para el día de hoy
Nuestra vida espiritual es una mezcla de
grandes “sueños” y de “sueños” mediocres o malos. Los anhelos de perfección, de liberación, de santidad,
de elevación, de justicia y amor para el género humano constituyen los “sueños”
que hemos de perseguir y hacer realidad porque reconstituyen un mundo acorde
con el Reinado de Dios. Los sueños materiales o de bienestar subjetivo pueden
ser anhelos que nos hagan más narcisistas y ego-ístas. Estos últimos “sueños”
no suelen ser los que nos acercan a Dios sino que –por el contrario- nos
encierran en nuestros propios afectos e intereses.
Este primer día de la novena, lo centraremos
en tomar conciencia de nuestros sueños “nobles” para pedirle a San Francisco
que nos ayude con su ejemplo y su intercesión a no abandonar nuestros mejores
“sueños”: los que nos acercan al Creador.
El mismo padre Francisco nos ayuda con una de
sus cartas: “Os acordáis, hermano mío
Simón, de aquella noche que pasamos juntos en el hospital de Roma y que yo me
desperté con mis repetidos gritos: ¡Más, más!. Cuando me preguntasteis vos cuál
era la razón de mi grito, os contesté que no hicierais ningún caso de ello.
Sabe ahora que fue por verme como envuelto en grandes trabajos y peligros por
el servicio de Dios Nuestro Señor; sin embargo, su gracia me sostenía y me
animaba de tal manera que yo no podía menos de pedir más. Yo creo que llega la
hora en que se ha de realizar lo que me fue mostrado de antemano”.
El padre Francisco estaba todavía en Lisboa cuando le cuenta este
“sueño” a uno de sus compañeros de orden. El “sueño” de Francisco era convertir
el Oriente para el Cristianismo. De ese “sueño” la semilla sembrada en la India
y en Japón permanece hasta hoy. Su sueño “grande” lo llevó a una misión
“grande”. Sólo los sueños importantes
pueden sacarnos de la modorra cotidiana con su mediocridad y nuestra
pusilanimidad.
Oración
para el día de hoy
Te pedimos padre Francisco para que
intercedas ante Dios a fin de que nos muestre con más claridad los sueños
“grandes” que nos saquen de nuestra cotidiana comodidad y nos desafíen a
horizontes nuevos de libertad y amor.
Y
que Cristo Nuestro Señor nos dé su ayuda y favor. Amén
DIA 2 GRITAR EL EVANGELIO
El P.Francisco al llegar a la India y
recorrer sus costas, al dirigirse a Sri Lanka, Japón, y otras tantas islas del
Pacífico se da cuenta de la cantidad inmensa de ideologías, religiones,
costumbres, supersticiones, injusticias, dolores, miserias y grandezas de
millones de hombres y mujeres.
Su corazón sabía que los anhelos más sublimes
del hombre y la verdad más perfecta, están formuladas de forma eminente en la
religión que el Padre decidió fundar a través de Jesucristo y su Iglesia.
Sabía que las ·semillas de verdad· que están
presente y brillaban en numerosas religiones de aquellas tierras solo podían
adquirir máxima claridad y sentido, con Cristo.
Sin embargo, el Padre Francisco también veía
las semillas de la oscuridad, tiniebla, superstición y error en las religiones de Oriente, que
destruían a tantos incontables millones de criaturas humanas. De ahí que
escribe desde Asia en términos que siguen siendo sobrecogedores:
“Muchos no se hacen cristianos en estas tierras (Oriente) por no haber
personas que se ocupen de ellos. Muchas veces me mueven pensamientos de ir a
los (centros de) estudios de esas partes (Europa) dando gritos, como hombre que
ha perdido el juicio; y principalmente a la Universidad de París, diciendo a
los de la Sorbona, a los que tienen más letras que voluntad para disponerse a
fructificar con ellas: ¡Cuántas almas dejan de ir a la gloria y se pierden por
la negligencia de ellos!... cuántos mil millares de gentiles se harían
cristianos si hubiese operarios para que fuesen solícitos de buscar y favorecer
las personas que no buscan sus propios intereses sino los de Jesucristo. Es
tanta la multitud de los que se convierten a Cristo en esta tierra donde ando, que
muchas veces me acaece tener cansados los brazos de bautizar”
Padre
Francisco, tu entusiasmo por ayudar a las gentes a descubrir la religiosidad
más perfecta, y el Dios más plenamente revelado, es extraordinaria. Quisiéramos
incrementar nuestro propio deseo de ser apóstoles de Jesucristo. Te pedimos
padre Francisco que ores al Padre Dios por nosotros para que su gracia sea
suficiente para que nuestra libertad le responda con generosidad y valentía en
el testimonio de fe. “Alabado sea Dios por siempre jamás, pues comunica tanto su paz a
quienes lo aman” Amén
Dia 3. LA LUCHA CONTRA EL MAL ESPIRITU
Francisco Javier, además de misionero
extraordinario y apóstol sin frontera, era un insigne maestro espiritual. Con
sus cuarenta y tres años adquirió del mismo San Ignacio el arte de distinguir
las mociones que venían de Dios de las que provenían del demonio o mal
espíritu. Una de las tentaciones que más perjudican a los que desean responder
a las invitaciones de Dios a santificar el mundo con su amor, es dirigir la
mirada donde no hay que mirar, no afrontando la realidad propia y concreta de
cada uno. Esa misma tentación era la que experimentaban los jesuitas
contemporáneos de Francisco. Veamos lo que el Santo nos dice:
“temo
que el Enemigo (demonio) desinquiete
(paralice) a algunos de vosotros, proponiéndoos cosas arduas y grandes
de servicio de Dios que haríades si en otras partes de las que ahora estáis, os
hallásedes. Todo esto ordena el demonio a este fin de desconsolaros,
desinquietándoos que no hagáis fruto en vuestras almas ni en las de los
prójimos en los lugares donde en el presente estáis, dándoos a entender que
perdéis el tiempo. Esta es una clara, manifiesta y común tentación a muchos que
desean servir a Dios; a esta tentación os ruego mucho que resistáis, que impide
ir adelante y hace tornar atrás con mucha sequedad y desconsolación de
espíritu. Por tanto, cada uno de vosotros, en los lugares donde esté, trabaje
mucho de aprovechar a sí primero, y después a los otros, teniendo cierto para
sí que en ninguna otra parte puede tanto servir a Dios como donde por
obediencia se halla... Porque así como en las partes donde deseáis estar no
hacéis ningún
fruto al no estar en ellas, así de la misma manera en el lugar donde ahora
estáis, ni a vosotros ni a otros aprovecháis, por tener los pensamientos y
deseos ocupados en otras partes”(5 nov.1549)
Oración
para el día de hoy
Padre Francisco, que tu ejemplo nos ayude a
afrontar nuestra propia realidad personal y responder desde nuestras reales
posibilidades y talentos a la voluntad del Señor. Que tu intercesión por
nosotros ante Dios nos ayude a resistir los engaños del Mal Espíritu, que nos
hace tener sueños fantasiosos, irreales, o evasivos. Pero al mismo tiempo, que
nos libre de enterrar nuestros talentos debajo de la tierra, sin dar los frutos
apostólicos que tù quieres de nosotros
“Nuestro Señor continuamente sea en nuestra guarda y nos dé
muchas fuerzas para que lo sirvamos”. Amén
DIA 4 LA LUCHA
CONTRA LAS IDEAS Y CONDUCTAS
Francisco se encuentra en Japón con una
religiosidad organizada en torno a los bonzos de los monasterios, en una
sociedad muy estructurada en jerarquías y en convicciones que se oponían al
Cristianismo. Francisco nos habla de cómo enfrentó la ideología de los bonzos:
“ La gente secular (es decir los japoneses que no son bonzos) no me
parece que nos ha de contradecir ni perseguir, cuanto es de su parte, salvo si
no fuere por muchas importunaciones de los bonzos. Nosotros no pretendemos
diferencias (conflictos) con ellos ni por temor dejaremos de hablar de la
gloria de Dios y de la salvación de las almas; y ellos no nos pueden hacer más
mal de lo que Dios Nuestro Señor les permitiere; .... Nuestras intenciones son
declarar y manifestar la verdad, por mucho que ellos nos contradigan, pues Dios
nos obliga a que más amemos la salvación de nuestros prójimos que nuestras
vidas corporales. (15 nov.1549)
Los bonzos japoneses del siglo XVI representan
a los ideólogos de la secularización de hoy. Estos ideólogos, hoy, están en el
campo intelectual y de los medios de comunicación social. Los “bonzos” de hoy
con sus “importunaciones” generan la intolerancia y el corazón prejuiciado en
contra del anuncio de Jesucristo. Los “Bonzos” de hoy, están en todos los
paises, en las administraciones públicas y en la cultura emotivista y hedonista
de nuestra época. Los “bonzos” (secularistas) de la sociedad actual quieren
impedir que el cristianismo continúe anunciando la Salvación. Por eso, la lucha
que tuvo San Francisco contra los bonzos japoneses, es la misma lucha que
tenemos los cristianos contra la secularización de hoy y su mensaje de
descreimiento hacia el Poder supremo de Dios sobre toda la historia y sobre el
Cosmos.
Oración
para el día de hoy
Padre Francisco, así como tú te preparaste en la Sorbona
para responder a todos los desafíos y falacias de cualquier ideología de la
época (incluyendo la férrea mentalidad de los bonzos japoneses y chinos) ayúdanos
con tu intercesión a formarnos permanentemente en la fe que profesamos, a fin
de tener siempre la respuesta oportuna e inteligente que desarticule las
deficiencias de la mentalidad y la ideología de la secularización. “Cristo Nuestro Señor nos dé su ayuda y
favor. Amén.”
DIA 5 LA CONSOLACIÓN DEL QUE RESPONDE A DIOS
Francisco había tenido “grandes” sueños,
había pasado por enormes dificultades, había luchado contra innumerables tormentas
físicas, espirituales y culturales. Pero estaba en el camino que Dios le había
ido mostrando en su interior y la obediencia le había confirmado ese camino a
través de su padre Ignacio. Su lucha pertinaz, esperanzada, generosa, abierta,
liberada de las comodidades y bienestares de Europa, era “premiada” –ahora y
estando en lejanas tierras- por abundante “bienestar” de índole completamente
diverso al que experimentaba en el continente del cristianismo. Es lo que pasa
a todos los creyentes cuando, asumiendo la voluntad de Dios, se colocan con el
corazón abierto a servir su Reino.
El padre Francisco nos lo relata así:
“Esta cuenta os doy para que sepáis cuán abundosas islas son estas de
consolaciones espirituales: porque todos estos peligros y trabajos
voluntariamente tomados por amor y servicio de Dios nuestro Señor, son tesoros
abundosos de grandes consolaciones espirituales en tanta manera, que son islas
muy dispuestas y aparejadas para un hombre en pocos años perder la vista de los
ojos corporales con abundancia de lágrimas consolativas. Nunca me acuerdo de
haber tenido tantas y tan continuas consolaciones espirituales como en estas
islas con tan poco sentimiento de trabajos corporales; mejor es llamarlas
‘islas de esperar en Dios’, que no ‘islas de Moro’ (20 de enero de 1548).
Oración para el
día de hoy
Padre Francisco tu ejemplo de entrega nos ha mostrado
cómo el apóstol llega a un tipo de consolación espiritual incomparablemente
superior a los bienestares o gozos pasajeros que nos da la vida secularizada y
consumista en la que estamos. Intercede por nosotros ante Dios para que podamos
alcanzar en nuestro trabajo de apóstoles y en nuestro testimonio de fe, en
nuestras reuniones comunitarias de la Iglesia, aquellas gratificaciones
espirituales y consolaciones que nos ayuden a perseverar en tu servicio, sin
desfallecer ante ninguna dificultad.
“Nuestro Señor continuamente sea en nuestra guarda y nos dé
muchas fuerzas para que lo sirvamos”. Amén
DIA 6 LA SOLEDAD DEL APOSTOL
En aquellas lejanas tierras de Oriente, con las
comunicaciones marítimas tan malas y peligrosas, no es de extrañar que a lo
largo de 10 años que permaneció el P.Francisco en Asia, sólo hubiese recibido 7
cartas con noticias de sus amigos de la Compañía de Jesús. Estando en una
cultura tan extraña, pasando tanta necesidad material, afectiva y espiritual,
Francisco Javier sentía profundamente la distancia geográfica y la soledad
psicológica.
Así nos lo cuenta:
“Cuatro años hace que partí de Portugal. En todo este tiempo sólas unas
cartas vuestras recibí de Roma; y de Portugal dos del maestro Simón. Deseo cada
año saber nuevas vuestras y de todos los de la Compañía, particularmente. Bien
sé que cada año me escribís: yo también escribo todos los años, más me temo que
así como yo no recibo vuestras cartas, vosotros no recibís las mías” (27 enero
1548)
Tanto quería a sus compañeros que recortaba sus
firmas de las cartas y se las llevaba siempre consigo: “Y para que
jamás me olvide de vosotros, por continua y especial memoria para mucha
consolación mía, os hago saber, carísimos hermanos, que tomé de las cartas que
me escribisteis, vuestros nombres escritos por vuestras manos propias,
juntamente con el foto de la profesión que hice, y los llevo conmigo, por las
consolaciones que de ellos recibo” (10 mayo 1546).
La soledad de Francisco Javier era una soledad
física, afectiva y cultural, pero no espiritual. La cercanía con Dios le hacía
superar todas las mediaciones humanas de esa lejanía afectiva que experimentaba.
Sin embargo, la soledad del P. Francisco nos hace reconocer la realidad de
nuestra propia soledad: cada uno está “solo” ante su vida. Aunque tengamos
familia, aunque tengamos pareja, aunque tengamos una comunidad de amigos con la
que compartir los anhelos y las luchas, es insalvable un último recinto de
soledad irreductible en cada uno de nosotros.
Oración para el
día de hoy
Padre Francisco, tú que supiste luchar contra la
soledad de la misión en tierras tan lejanas y adversas, ayúdanos a afrontar el
recinto último de nuestra soledad, con la confianza puesta en el Señor y con la
libertad de dejarnos ayudar por nuestros hermanos, en aquellos momentos que
necesitamos ser auxiliados en nuestras debilidades.
“Alabado sea Dios por siempre jamás, pues comunica tanto su paz a
quienes lo aman” Amén
DIA 7. DAR A DIOS LO
QUE ES DE DIOS
Francisco Javier fue intrépido y no se quedó quieto
ni un momento. Supo servirse de los medios adecuados cuando los medios eran
apropiados al fin que era salvar a las almas. Con los marineros se hizo
marinero, a los pecadores les mostró que él era
tan pecador como ellos, con los bonzos supo argumentar a partir de lo
que había aprendido en una de las mejores universidades de la época. Aprendió la lengua de los nativos para
hablarles de manera entendible, con los pobres se hizo pobre, con el Daimyo
(señor feudal) de Japón supo ponerse ropas aristocráticas y llevarle “joyas”
europeas para despertar su admiración y lograr libertad para predicar. Sin embargo,
Francisco supo siempre reconocer que todos esos eran medios permitidos por el
Señor para poder responderle fielmente. Por eso, la actitud de la humildad de
la creatura, capaz de reconocer que Dios es Dios y nosotros, sus hijos, es
esencial para la paz del alma. Es así que el padre Francisco intruye a Berceo,
un jesuita que había llegado para ayudarle, en los siguientes términos:
“No dejéis nunca de pensar que se hallan en el infierno muchos predicadores
que tuvieron más gracias que vos en el predicar y que hicieron con sus
predicaciones más frutos del que vos hacéis, y más aún, que fueron instrumentos
para que muchos dejaran de pecar; y lo que da mayor espanto que fueron causa
instrumental para que muchos fuesen a la gloria y ellos, desgraciados, fueran
al infierno por haberse atribuido a sí mismos lo que era de Dios, por servirse
del mundo, gozando de ser alabados por los mundanos, creciendo en vana opinión
y grande soberbia por donde vinieron”
Oración
para el día de hoy
Padre Francisco, tu no escatimaste ningún medio útil
para el objetivo de anunciar que la salvación del hombre está en Jesucristo.
Sin embargo, siempre tuviste la humildad de nunca atribuirte a ti, lo que era
Gracia o Don del Señor puesta a tu
disposición. Ayúdanos con tu intercesión para que el Señor sea paciente con
nuestras soberbias y nos ayude a corregirlas. Pídele al Padre, que sea
tolerante con nuestras autosuficiencias y nos dé ocasiones abundantes como para
poder reconocer –de corazón- que somos sus creaturas y estamos siempre en sus
manos de paternales.
“Nuestro Señor continuamente sea en nuestra guarda y nos dé
muchas fuerzas para que lo sirvamos”. Amén
DIA OCHO: PONERLE
“MALA CARA” AL MIEDO
En la vida espiritual, en la vida afectiva, en la
vida social pasamos por muchas ocasiones en el miedo surge en nosotros con
fuerza. Miedo a lo que vendrá frente a una enfermedad, miedo a lo que sucederá
con un nuevo emprendimiento, miedo a las consecuencias de determinadas
acciones, a las represalias de determinadas personas, a perder el trabajo,
miedo a no poder hacer frente a las obligaciones financieras; en suma,
experimentamos miedos psicológicos, miedos laborales y, por sobre todo, miedos espirituales: “seremos felices? ¿nos
sentiremos realizados como personas? ¿seremos capaces de responder a los
desafíos espirituales que nos pone la vida? ¿superaremos la muerte?
Francisco Javier también experimentó miedo. Un miedo
muy atroz –y con razón- porque las circunstancias vividas ofrecían riesgos más que evidentes.
Veamos cómo lo enfrenta:
“Espántanse mucho todos mis devotos y amigos de hacer un viaje tan
largo y peligroso. Yo me pasmo más de ellos, en ver la poca fe que tienen, pues
Dios nuestro Señor tiene mando y poder sobre las tempestades del mar de la
China y Japón, que son las mayores que hasta ahora se han visto, y poderoso
sobre todos los vientos y bajos que hay muchos, a lo que dicen, porque se
pierden muchos navíos. Tiene Dios Nuestro Señor poder y mando sobre todos los
ladrones del mar, que hay tantos que es cosa de espanto. Como Dios nuestro
Señor tiene poder sobre todos éstos, de ninguno tengo miedo, sino de Dios, por
ser negligente en su servicio, inhábil o inútil para acrecentar el nombre de
Jesucristo, entre gente que no lo conocen. Todos los otros miedos, peligros y
trabajos que me dicen mis amigos, los tengo en nada” (22 junio 1549)
La respuesta de Francisco es contundente: el Señor de
los acontecimientos es Dios, que permite que acontezcan las cosas para nuestro
bien. Nada en nuestra vida sucede sino para nuestra santificación; aún lo que
nos parece que es malo.
Oración
para el día de hoy
Te pedimos padre Francisco, ya que estás junto al Padre, que su gracia siempre sea abundante en nosotros, y nunca lo dejemos de servir en lo que sea necesario a causa de los miedos que nos ponen los “demonios” que merodean siempre nuestra alma. “Cristo Nuestro Señor nos dé su ayuda y favor. Amén.”
DIA NUEVE: EL
SUSTENTO PARA LA LUCHA
La vida es compleja y llena de altibajos en los
aspectos sociales, afectivos y espirituales. Sólo la oración y los sacramentos,
pueden ser el sustento y el alimento para afrontar las adversidades –cualquiera
sean éstas- que nos depara el vivir.
Francisco Javier, más que nadie necesitó de esa fuente permanente de
Gracia para poder llevar a cabo la misión tan difícil que el Señor le había
encomendado en aquellas lejanas tierras.
Dice al respecto la señora Jerónima Pereira (1556) sobre
el Padre Francisco:
“Mi hermano y un amigo, que trataron durante mucho tiempo con el Padre
Maestro Francisco, quisieron averiguar qué es lo que hacía de noche. A través
de los agujeros y hendiduras de su choza, hecha de hojas de palmera, le
pudieron observar a veces y le vieron en oración, arrodillado ante un crucifijo
colocado sobre una mesa; pasaba casi toda la noche en esta contemplación y
oración. Si después de su contemplación al echarse sobre una colchoneta de
cuero con una piedra a la cabecera lograba tomar descanso este sueño,
ciertamente era breve. ..... Y otro testigo, en el mismo
sentido expresaba: “Cuando nosotros habíamos conciliado el sueño, el
Padre Maestro Francisco, de rodillas, vestido como de día, contemplaba y oraba
con las manos levantadas al cielo. Yo mismo lo vi así durante algún tiempo....
Se levantaba ya antes de la aurora para decir el oficio divino y celebrar el
Santo Sacrificio”
Oración
para el día de hoy
Padre Francisco, tú que ahora estás en la plenitud de
la gloria de los bienaventurados, luego de haber confiado mucho, entregándote a
la oración, intercede ante Dios por
nosotros para que no deje de derramar su gracia abundante cada vez que se la
pedimos en la oración.
“Nuestro Señor continuamente sea en nuestra guarda y nos dé
muchas fuerzas para que lo sirvamos”. Amén
Padre
Francisco, que podamos seguir tu ejemplo y basar nuestra vida en una constante
entrega y confianza en el Señor, retirándonos a orar lo más frecuente posible a
lo largo de los días.
“Nuestro Señor continuamente sea en nuestra guarda y nos dé
muchas fuerzas para que lo sirvamos”. Amén