MANUAL DE ESPIRITUALIDAD

(siguiendo la tradición de San Ignacio de Loyola)

por el P. Omar França-Tarragó

CONTENIDO

(para ir a los temas apriete el botón izquierdo del ratón sobre los títulos)

 

¿QUE ES ORAR? ¿QUE ES LA ORACION?

 

)COMO HABLA DIOS?

 

LAS PARTES O MOMENTOS DE CADA EJERCICIO U ORACION

            La Preparación de la Oración

            La oración en sí misma

            El examen de la Oración

 

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE UN GUIA ESPIRITUAL?

 

EL DISCERNIMIENTO ESPIRITUAL

            Discernimiento Personal

            Discernimiento Comunitario

                        Discernimiento comunitario propiamente tal

                        Consulta espiritual comunitaria

 

LAS ESPIRITUALIDADES DE LA SAGRADA ESCRITURA

 

 

 

---

)QUE ES ORAR?

Romi  Lezama lo describe así: "Una noche de setiembre de 1817, después de una jornada agotadora de marcha forzada, descansa un escuadrón artiguista. El campamento está a oscuras. Cuerpos rendidos, envueltos en ponchos, yacen desperdigados en el claro del monte. Sólo el croar de las ranas o el chistido de una lechuza cortan el silencio. Hasta la caballada duerme. Con gesto rápido, zigzagueando y saltando por sobre los compañeros se acerca uno de los centinelas. Únicamente  el pálido resplandor de la luna ilumina la escena:

- (Capitán!

- )Qué pasa?

- Se oye gente a caballo

- Por aquí sólo pueden ser enemigos.

Sin despertar a nadie, ambos se alejan del campamento. A unos 50 metros, el baqueano se echa cuerpo a tierra y pega su oído al suelo:

- Sí, (son muchos caballos!

- )Y serán del ejército?

- Sí mi capitán, caminan con orden.

(El baqueano seguía con el oído puesto en la tierra)

- )A qué distancia?

- a una legua más o menos

- )Qué rumbo llevan?

- Hace rato que escucho el ruido que  viene de la tierra y es cada vez más fuerte. Se acercan.

- (Aijuna!.... nos van siguiendo la huella. Vamos a levantar el campamento y en marcha.

Ahora también los teros daban la alarma".

 

Para Romi "la oración de los cristianos es de centinelas y baqueanos, que escuchan y disciernen leves murmullos que vienen de lo profundo del corazón, de los demás, de la Palabra de Dios. Los discípulos de Jesús rezan distinto de los paganos. El pagano reza hablando y cree que necesita decir muchas y lindas palabras para agradar y convencer a Dios. El cristiano sabe que Dios conoce lo que necesita y se lo quiere conceder, desde antes de la oración. Por tanto, más que hablar, escucha lo que Dios le quiere dar para pedírselo. El arte de orar, como el ser un buen baqueano y centinela, está en aplicar el oído, pero el del corazón, y escuchar ese rumor confuso que sube desde el fondo de nuestro yo y quiere atravesar nuestra superficie (a más superficialidad, menos oración). Es escuchar la palabra misteriosa de Dios que da vida al hombre..."

 

El P. Pedro Arrupe (ex superior General de los Jesuitas) también tiene una anécdota muy iluminadora sobre cómo entender la oración cristiana. Nos cuenta un hecho que le sucedió cuando estaba en el Japón como misionero:

 

"No me olvidaré nunca de un caso que me pasó. Había una muchacha joven, recién convertida al cristianismo y yo veía que venía a la capilla; una parroquia tan miserable que cuando llovía no tenía yo en casa suficientes baldes para las goteras que caían. Pero en fin, en aquella capilla yo veía que aquella muchacha se pasaba una hora, dos horas.... Y un día ya me entró un poco de curiosidad, y haciendo una cosa que en Japón no se concibe (pero yo llevaba entonces nada más que tres años y no lo sabía) le pregunté directamente:

- )Vienes por aquí por la capilla?

- Si

- )Y tanto tiempo?

- Si

- )Y qué haces? )Rezas el rosario?

- No

- )Lees algún libro?

- No

- )Qué haces?

- Orar

- )Orar?... )Y cómo oras?

- voy ante el sagrario, me pongo delante del Señor, él me mira y yo lo miro..."

 

Un texto del siglo XIV nos recomienda a propósito de la oración:

 

"Hemos de orar con toda la intensidad de nuestro ser, en su altura y profundidad, en su largura y anchura. Y no con muchas palabras sino con una palabrita de una sílaba....En sí misma, la oración es simplemente una apertura reverente y consciente a Dios, llena del desee de crecer en bondad y superar el mal. Y así, cuando quieras pedir la bondad para nosotros, pon en tu corazón una única palabra, una palabrita con una sílaba: "Dios". No se necesita nada más, ni otras palabras, pues Dios es el compendio de todo bien. El es la fuente de todo bien..." (La nube del no saber)

 

Oración es

ponernos delante de Dios y

juntos con él contemplar nuestra vida (nuestro pasado, presente y futuro)

para darle gracias y alabarle por todo lo que el nos da permanentemente

expresarle nuestros deseos

hablarle como a un amigo

ofrecernos a lo que El quiera

sentir gozo ante su mirada bondadosa sobre nosotros

reconocer delante de él nuestras faltas y pecados.

 

 

 

---

)COMO HABLA DIOS?

 

De infinitas maneras. A veces incluso de forma extraordinaria. Pero estas son excepcionales y sólo vienen como un don inesperado de Dios. No dependen de nuestro esfuerzo.

 

La mayoría de las veces Dios penetra en nuestra alma casi de forma imperceptible... como el agua en una esponja.

 

)Has observado alguna vez una esponja? )Te has dado cuenta que si la pones debajo del agua y dejas que vaya cayendo sobre ella agua, gotita a gotita, la esponja la absorbe pero queda como si estuviera igual que al principio?. Y sucede que al cabo de un rato, aun teniendo el mismo aspecto exterior, si uno intenta tomarla, está pesada, densa, cargada, llena, rebosante de agua...

 

Pues bien, en un retiro espiritual, Dios va penetrando en nuestro corazón de la misma manera. Basta con tener el corazón abierto como el de la esponja: receptivo, permeable, escuchante... No hay que tener la idea de que uno va a recibir un "torrente" impetuoso de agua, sino apenas gota a gota. Hay que esperar que Dios vaya entrando como esas gotitas de agua, una a una, suave y casi sin ruido hasta que quedemos así, densos, cargados, llenos, rebosantes, de algo lleno de Misterio y de Grandeza que es Dios mismo en nosotros.

 

Para eso, hay que darle tiempo a Dios, hay que hacer silencio para escucharlo, hay que estar a su disposición.

 

La voz de Dios a través de la consolación y desolación espiritual

 

San Ignacio nos enseñó que una de las tantas maneras que tiene Dios de hablarnos es a través de los sentimientos espirituales más profundos del corazón humano. El observó que habían dos sentimientos básicos que se contraponían: la consolación y la desolación.

 

Consolación: es el sentimiento espiritual que aumenta en nosotros la fe, el amor, y la esperanza. Cada vez que sentimos más fe, más ganas de seguirlo a él, más amor a Dios y a los demás, más esperanza y gozo profundo, entonces es como si Dios nos pusiera una luz verde (a la manera del semáforo) y nos dijera: (ánimo! sigue por ahí que vas bien!. La consolación espiritual suele acompañarse también, de paz interior, gozo, satisfacción, tranquilidad, luz. (Y otras muchas cosas  que sólo la experiencia te lo irá mostrando!.

 

La recomendación de San Ignacio es que si Dios ha generado en nosotros la consolación espiritual es porque nos está diciendo que por ese camino tenemos "vía libre" para continuar. (Por lo menos....en principio, porque para S. Ignacio las cosas se vuelven más complejas a medida que uno avanza en la vida espiritual).

 

Por ejemplo, si cada vez que pensamos en que debemos dar testimonio de nuestra fe sin vergüenza, experimentamos ese sentimiento de Consolación, quiere decir que Dios nos está diciendo -en principio-, algo así como: "sigue por ahí, hasta prueba de lo contrario... eso te acercará más a mí!"

 

Desolación: es lo contrario de la consolación. Es el sentimiento espiritual básico que nos mueve a disminuir nuestra fe, disminuir nuestro amor, disminuir nuestra esperanza. Y al disminuir nuestra fe, provoca confusión, falta de claridad, inquietud. La desolación siempre está acompañada del sentimiento de que estamos alejados de Dios. Muchas veces nos encontramos tentados de hacer el mal. Tenemos pensamientos negativos hacia Dios o hacia los demás. Suele acompañarse (pero no siempre) de una falta de entusiasmo por vivir la fe, una falta de entusiasmo por servir a Dios que está presente en los demás, etc.

 

No es lo mismo desolación que tristeza psicológica. Hay que aprender a distinguirlas. Se puede estar desolado pero no necesariamente triste. Y a veces pasa lo inverso. Se puede estar triste pero no desolado.

 

Cuando hay una verdadera desolación espiritual, es como si Dios nos hablara y nos dijera: "(Hijo mío!, por ahí no sigas... cambia de rumbo". Es como si Dios nos pusiera una luz roja, (o una barrera! para no cruzar la vía del tren.

 


Por ejemplo, si cada vez que pensamos en lo que vamos a hacer con nuestros amigos o amigas, nos viene un sentimiento de estar más alejados de Dios y sentimos que por dentro tenemos una cierta inquietud, una cierta confusión, una cierta falta de paz, es como si Dios nos estuviera diciendo: "Ves... ya te lo mostré antes, me parece que por ahí no vas bien... Por ahí te alejas de mí!".

 

POR LO TANTO en un retiro, se trata de ir percibiendo esos dos tipos de sentimientos espirituales básicos. Pero tienes que ser muy sagaz para no confundirlos con los sentimientos comunes de tristeza o alegría. Para aprender a distinguirlos habla con tu guía espiritual. No te "automediques" porque podrías cometer muy graves errores.

 

Y recuerda.... la oración es elevar tu corazón a Dios para sentir lo que él pueda decirte en lo más profundo de tu alma. La oración saldrá bien si tu te metes a fondo, con confianza, sin miedo, con ánimo, con ganas... El Señor está contigo (no lo dudes!.

 

El o los directores de la tanda de ejercitantes están para ayudarte en todas tus dificultades. No dejes de recurrir a ellos si te sientes perdido/a en algún momento. Ellos también han vivido tus dificultades y las superaron, por eso tienen mucho para ayudarte.

 

 

 

---

LAS PARTES O MOMENTOS DE CADA EJERCICIO

 ESPIRITUAL U ORACION

 

Recordar siempre que estas recomendaciones que aquí te brindamos no pretenden ser tomadas como un "reglamento". Son solo sugerencias que han de ser utilizadas en la medida que ayuden. La experiencia que tenemos en la tradición ignaciana nos lo dice así, y  por eso te lo proponemos.

 

Teniendo en cuenta esto, podemos decir que cada Ejercicio Espiritual consta de tres partes bien diferenciadas, repartidos a lo largo de una hora y media aproximadamente:

 

I.   La preparación de la oración

II  La oración en sí

III  El examen de la oración

 

 

Te explicaré aquí como puedes organizarte para hacer mejor cada ejercicio.

 

 

I.  LA PREPARACION DE LA ORACION

(tiempo necesario: 10-15 minutos aprox.)

 

Esto te puede llevar unos 10-15 min., según los casos. Cuando el director de ejercicio o acompañante espiritual te dé los "Puntos para la oración" te indicará una serie de sugerencias, "pistas", textos, preguntas, frases, etc.

 

Luego, eres tú quien tiene que preparar su propia oración, sabiendo aquello de San Ignacio: "No el mucho saber harta y satisface el ánima, sino sentir y gustar las cosas internamente"

 

Para hacerlo has de seleccionar aquello que ves que mueve tu corazón, que "te toca" por dentro, te "provoca inquietud" (sea positiva o negativa, rechazo o aceptación).

 


A veces la preparación consistirá en escoger como material para la oración todo el o los textos que te han recomendado. Otras veces será escoger sólo una frase o una palabra de un texto. Otras veces sólo una pregunta, o una imagen (mental o real), una idea, algo que te ha ocurrido, el recuerdo de personas, una canción, una música, etc.

 

En suma: de entre todo lo que te ha sugerido el director de ejercicio, decidirás el material a usar en tu oración, observando en la preparación, cual es el que te "mueve" interiormente. El resto -por el momento, lo dejarás de lado.<

 

            Desde el punto de vista práctico, deberás:

 

11. Elegir un buen lugar. En lo posible para hacer varios ejercicios en el mismo sitio y no tener que estar cambiando de lugar cada vez. Cuida que esté protegido de cualquier tipo de distracciones (ruido, viento excesivo, frío o calor, o cualquier otra molestia exterior). La capilla puede ser el lugar apropiado.

 

21 Tenerlo todo preparado. Es decir, el lápiz, cuaderno, textos repartidos, Biblia, un abrigo (en caso de frío), etc.

 

 

 

II.  LA ORACION EN SI MISMA.

(Duración recomendada: 60 mins.)

 

 

2.1. )COMO EMPEZAR LA ORACION SEGÚN SAN IGNACIO?

 

Bastaría solamente con ponernos delante de Dios y estar así, sintiendo su presencia junto a nosotros, tratando de poner el oído para escuchar lo que nos dice a través de las Consolaciones o desolaciones espirituales. O como decía Santa Teresa de Jesús: "tratando de amistad con Dios". (O simplemente mirándolo como le decía la muchacha japonesa al P. Arrupe!

 

Se podría decir que hacer oración se resume en estas tres frases de Nepper:

 

CALMARSE....DELANTE DE ALGUIEN....EN ESPERA DE ALGO

 

)Qué quieren decir estas tres frases?.

 

Calmarse: es aflojarse, relajarse, quedarse tranquilo, sereno, calmo, prepararse tanto física como psíquicamente. (Lo puedes hacer aflojando uno a uno la musculatura de cada parte de tu cuerpo, terminando por aquellos músculos del cuello, rostro y párpados, que suelen ser los que más acumulan tensiones). Calmarse: quiere decirse ponerse cómodo y relajarse el cuerpo. Por varios minutos respira hondo con los ojos cerrados y ve relajando los músculos de tu cuerpo

 

Delante de alguien: porque no hay oración si no nos ponemos delante del Señor Jesús o de nuestro Padre Dios o del Espíritu de Dios para escuchar lo que nos dice. Por eso es tan importante el silencio, tanto el interior como el exterior. Y no menos importante respetar también el silencio de los demás, no distraerlos, no perturbarlos con nuestra charla o con nuestros gestos.

Delante de alguien: al ritmo de tu respiración puedes empezar con la "Oración de los anhélitos" de San Ignacio. Esta consiste en ir repitiendo una "mantra" espiritual (una frase repetitiva) como esta: "Dios mío, aquí estoy junto a ti..." u otra similar. Al inspirar se dice una parte de la frase, y al espirar la segunda parte. Tu puedes inventarte cualquier "mantra" de tu gusto.  Estate así, hasta que sientas deseos de continuar el paso siguiente.

 

En espera de algo: porque Dios habla en lo profundo del corazón de cada uno. Lo hace a través de los dos sentimientos espirituales básicos: la consolación espiritual y la desolación espiritual vista anteriormente. pídele a Dios que te aumente la fe para que puedas conocerlo y amarlo cada vez más. San Ignacio recomienda que al empezar, el orante pida lograr el objetivo indicado por el tema de la oración (por ejemplo, la gracia de ver con claridad, o arrepentimiento, o aumentar la entrega, etc.)

 

 

 

2.2. LA ORACION EN SI MISMA –SEGÚN SAN IGNACIO-

 

Ahora es el momento de utilizar el material que tú mismo preparaste antes de empezar.


 

Puedes utilizar dos métodos principales para meditar u orar con un texto evangélico. Uno es llamado la "Lectio espiritual". El otro es la "contemplación ignaciana"

 

CONTEMPLACIÓN O LECTIO ESPIRITUAL

 

      Los que la usaron y enseñaron desde muy antiguo fueron Jerónimo y Gregorio Magno (S. IV y V)

No es una lectura, tampoco es un estudio; más apropiado es decir que se trata de una  meditación

"Es una lectura personal de la Palabra de Dios mediante la cual nos esforzamos por asimilar su sustancia. Una lectura que se hace en la fe, en espíritu de oración, creyendo en la presencia actual de Dios que nos habla en el texto sagrado mientras nos esforzamos por estar nosotros mismos presentes en espíritu de obediencia y de completa entrega tanto a las promesas como a las exigencias divinas" (Bouyer)

 

            También puedes seguir el método recomendado por los grandes maestros espirituales:

 

1. Lectio "Dios me habla" (en voz alta)  no es lectura de un libro sino que Dios me habla

Si quieres seguir este método, toma el texto bíblico y léelo lenta y pausadamente. Y cuando encuentres una frase, una imagen o pensamiento que te provoque gusto y paz, amor y esperanza, donde sientas que el Señor te puede estar diciendo algo, -sea a través de un sentimiento o una moción espiritual o una reflexión-, quédate en esa frase  y se pasa al segundo paso

 

2. Meditatio. "alimenta tu vientre y llena tu estómago en este volumen que te doy" (Ezequiel)

por eso los medievales usaban la palabra rumia. Mons. D.Gil llama el método de la "Gallina tomando Agua": Se lee una frase o pocas palabras, y se levanta la cabeza dejando de leer, rumiando lo leído. Se puede uno detener en los valores permanentes que aparecen en ese texto.La lectura presenta la verdad, pero es la meditatio la que la desmenuza, la mastica, la rumia y la reduce, por así decir, a papilla alimenticia del alma. Se entiende por meditación al ejercicio reflexivo de ocuparse de las verdades de la fe para penetrar su más íntimo y sagrado significado, impregnar con ellos la mente y el corazón y así alimentarse para crecer en la virtud y en la unión con Dios.

 

3. Oratio. Es la plegaria que brota del corazón.  Puedes utilizar esa frase o imagen o pensamiento, para contarle al Señor lo que sientes en ese momento, como quien habla a un amigo

 

4. Contemplatio Es un acto simple espontáneo de estupor, admiración, recogimiento, admiración, canto, confesión, alabanza, reverencia,  himno fruición que parece anticiparse al gozo celeste.

 

 

 

2ª. LA CONTEMPLACION IGNACIANA

 

En primer lugar has de tener en cuenta que los textos de la Biblia no son cualquier texto (como lo es un cuento, una novela, una poesía, una canción, etc.). (No!. La Biblia es para nosotros un libro sagrado, es decir, un libro inspirado por Dios.

 

Aunque en la Biblia la mayoría de los textos trasmiten hechos que han sucedido en realidad, también hay cuentos, poesías, novelas e historias simbólicas, etc. Pero todos esos textos tienen un MENSAJE de Dios para nosotros los creyentes, si los leemos con un corazón creyente.

 

            Por eso, cada relato de la vida de Jesús, o de Moisés, o de San Pablo, o del Pueblo de Israel, o de cualquier otro personaje, tienen un mensaje de Dios para ti, que tu puedes escuchar en el interior de la oración

 

Aquí seguimos el método que nos dejó San Ignacio de Loyola como para que un texto de la Biblia nos pueda ayudar en la oración, y de esa manera, poder escuchar ese mensaje dirigido a cada uno de nosotros. Quizá podemos sintetizar la mitología que propone San Ignacio en sus Ejercicios Espirituales a través de las siguientes recomendaciones:

 

            Metodológicamente la contemplación ignaciana tiene tres momentos:

 

Primero: la composición de lugar y aplicación de sentidos

Segundo: la composición de personas

Tercero: el Coloquio espiritual

 

 

 

 

PRIMERO:   HACER COMPOSICIÓN DE LUGAR Y APLICACIÓN DE SENTIDOS.

 

Objetivo: es ponerte tú en la escena como si fueras uno más de los personajes que forman un relato. Se trata de que tú te pongas imaginativamente en un determinado lugar de la escena (lejos o cerca de los personajes, sentado o de pie, etc., etc., ) como si estuvieses presente allí.

 

 

Para hacer la composición de lugar y de sentidos, has de seguir los siguientes pasos metodológicos:

 

mirar la imaginación, las referencias geográficas que se mencionan en el texto: si es una llanura, o montaña, o mar, si hay verde o es desierto, si hay casas, aldeas, o animales, si hay gente o es solitario, etc.

 

Sentir imaginativamente si hace frío o calor, humedad o sequedad, sol o nubes, etc.

 

Oír imaginativamente los posibles ruidos: voces, risas, llantos, gritos, etc., de los personajes de la escena

 

Olfatear imaginativamente el “olor” del mar (si la escena es en la orilla o los discípulos están pescando) o de las uvas (si habla de un viñedo) o de los alimentos (si se trata de que estén comiendo) etc.

 

 

 

 

SEGUNDO:   HACER COMPOSICION DE PERSONAS

 

Objetivo: viendo los rostros, lo que hacen y lo que dicen, tú te irás metiendo cada vez más en el ambiente en que sucede esa escena, y lo más importante de todo, irás sintiendo y comprendiendo más cómo era Jesús, cuál era su espíritu, etc.,

 

Ver las personas de la escena.

a. identificar cuál y cuantos personajes forman parte de la escena. ¿De qué tipo son, en edades, sexos, condiciones sociales, etc.?

b. Ver sus rostros: ¿Te parece que están tristes, alegres, preocupadas, despreciativas, agresivas, admiradas, bondadosas, etc., etc.,?

 

2º. Mirar lo que hacen en la escena, es decir, observar sus acciones. Para esto puede ayudarte el analizar los verbos que aparecen en el texto (Ej.: “caminaban”, “hablaban”, “reían”, “jugaban”., etc.). Además de observar lo que hacen cada uno de los personajes, trata de imaginarte cuáles podrían ser sus posibles intenciones.

 

3º. Oír lo que dicen en la escena, es decir, descubrir en el texto bíblico las palabras que dicen unos y otros.

             Puedes hacerlo de la siguiente manera:

toma la frase de uno de los personajes y escúchala (por Ej. Aquella frase de Jesús que dice: ¡Pedro! ¿me amas?

-                     1º oye esa frase como si te la dijera a ti

-                     2º repite esa frase como si la dijeses tú mismo (poniéndote tú como si fueses Jesús que le dice eso a uno de sus    apóstoles)

-                     3º. Repite la frase como si tú se la oyeses pronunciar a Jesús dirigida a Pedro, y tú simplemente la escuchas.

 

después puedes tomar la frase de respuesta que el personaje le dice a Jesús. Por ejemplo, en este caso Pedro le responde a Jesús: “¡Si Señor, tu sabes que te quiero!” Puedes hacer lo mismo que en los tres pasos anteriores.

 

Aunque te parezca que no, si sigues estas ayudas, verás que empiezas a experimentar una cantidad de “mociones” totalmente  nuevas para ti. Verás que de una u otra manera te permitirán caer en la cuenta de lo que Dios te puede estar diciendo en ese momento de tu vida. La contemplación ignaciana es particularmente apta para los “racionalistas” que tienden a “reflexionar” sobre el texto, pero les cuesta meterse con el corazón.

 

 

TERCERO: EL COLOQUIO

 

            Antes de terminar tu oración dedicaras varios minutos al  coloquio.

 

En él le explicarás al Señor, cuales son los puntos que más te llegaron al corazón, o los que te hicieron pensar o y profundizar durante la oración. También puedes agradecerle por algún descubrimiento que hayas tenido, o pedirle alguna gracia o ayuda especial

 

 

 

 

 

III   EL EXAMEN DE LA ORACION

(Duración recomendada: 10-15 mins.)

 

Se trata de que una vez que hayas orado por un tiempo prolongado, intentes tomar conciencia de qué luces o mociones espirituales te ha regalado Dios en ella. Te señalo 4 sugerencias para observar lo que te haya sucedido durante la oración y hacer tu examen:

 

1. Las Señales: )Qué cosas aparecieron?: ideas, sentimientos, imágenes, frases, deseos, proyectos, distracciones, etc. No se trata de juzgar nada ahora, sino simplemente detectar todo lo que sucedió y tal cual se dio.

 

2. El camino: )Cómo fue el proceso? )Qué asuntos aparecieron al comienzo? )Cuales en el medio, cuales al terminar?.

 

3. La nube o las "espaldas" de Dios: de todo lo que apareció en el transcurso de la oración )cuales fueron los asuntos que  te trajeron consolación espiritual y cuales lo que te provocaron desolación?

 

4. La campana: )Qué es lo que se repitió?. )Por qué en "tal" momento siempre te vino consolación o desolación?. En esta hora de oración )se han dado desolaciones o consolaciones por causas similares a las que te han venido en otras oraciones o en otras oportunidades de tu vida?. )Qué querrá decirte Dios a través de estas "mociones" que se repiten una y otra vez?

 

El examen de la oración es como una "cantera" de las luces y mensajes que Dios te ha ido regalando en la oración. De lo encontrado en él, tendrás el material apropiado como para conversar con el guía espiritual

 

 

 

 

 

---

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE UN GUIA ESPIRITUAL?

 

Primero. Porque la fe se trasmite de persona a persona y el testimonio del guía espiritual es de enorme importancia para la fe de cada uno.

 

Segundo. Porque cuando se trata de la oración, uno se puede perder fácilmente, confundir, desolar y es ahí cuando el guía espiritual ayuda a que uno re encuentre el camino. El o ella te ayudarán a que vayas descubriendo lo que Dios te va diciendo a través de los sentimientos espirituales básicos de Consolación y Desolación

 

Tercero. Porque el guía espiritual es un compañero que está para darle a uno la mano en cualquier necesidad.

 

El propósito de la dirección espiritual no es que oiga todo lo que te pase en tu vida. ¡No! El guía solamente debe escuchar la explicación pormenorizada de como te va yendo en las oraciones y ejercicios. Tu guía espiritual siempre buscará ser muy respetuoso de tu intimidad y no te preguntará de otra cosa si tu no se lo dices.

 

 

 

---

DISCERNIMIENTO ESPIRITUAL

 

Puede distinguirse entre

                                        discernimiento personal y

                                        discernimiento comunitario

 

 

                           I .   DISCERNIMIENTO PERSONAL

 

 

NOCION DE DISCERNIMIENTO

 

En el NT: diacrisis pneumaton: discernimiento de espíritus (1 Cor 12,10)

el verbo dokimazein: probar, catar, examinar

 

Es el procedimiento espiritual que nos permite percibir cual es la invitación que Dios quiere hacernos con el fin de que podamos potenciarnos como creyentes y como apóstoles en medio del mundo. Y percibiendo ese camino, llegar a decidir sobre cuales son los medios mas aptos para aceptar y llevar a cabo esa propuesta.

 

La atenta consideración de las motivaciones propias para la acción a fin de ver si se insertan en el dinamismo de salvación que Dios ofrece a cada creyente. "Cuantos son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios" Rm. 8,14

 

La acción es hacia uno mismo

hacia los demás

hacia la misión de ser testigos visibles que proclaman que Jesucristo es el Sentido.

 

Dice San Pablo "Nuestra lucha es contra los principados y potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus malos que andan por los aires" (Ef. 6,12). Porque Satanás es el "Padre de la mentira" (Jn 8,14) debemos distinguir el espíritu de la verdad y el espíritu del error" (1 Jn 4,6).

Desde el tiempo apostólico los apóstoles estuvieron permanentemente ayudando a los cristianos a que no se dejaran llevar por la subjetividad en la interpretación del Espíritu de Dios para c.u.. Dice San Juan: "Queridísimos, no os fiéis de todo espíritu, sino examinad los espíritus, a ver si son de Dios" (Jn 4,1)

 

Los  criterios o reglas  del discernimiento según San Pablo:

 

1. Los frutos: amor a los demás, alegría, paz, generosidad, bondad, fe, mansedumbre, continencia, benignidad (Gal 5, 14-22; Ef 5, 8-10; Rom 7, 4-5. 19-20)

 

2. La comunión con la iglesia: los carismas y la diversidad en la medida que edifiquen la Iglesia

 

3. La fuerza y el valor en la lucha del mundo: seguridad para proclamar a Dios y afrontar el desprecio y la persecución (1 Tes 1, 4-5; 2 Cor 12,12; 1 Cor, 2,4)


4. La luz y la paz, consigo y con el resto de la comunidad eclesial. La unión fraterna (1 Cor 13)

 

5. La adhesión fuerte a Jesucristo. (1 Cor 12,3)

 

 

 

 

EL DISCERNIMIENTO ESPIRITUAL EN  LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

 

 

La espiritualidad ignaciana es esencialmente una espiritualidad de la decisión según el Espíritu de Dios.

 

 

LOS TRES METODOS DE DECISION SEGUN SAN IGNACIO

 

 

1. Según el primer tiempo: uno decide casi sin esfuerzo, de forma evidente, como "quien se cae del caballo". No necesita discernimiento. "Es cuando Dios nuestro Señor así mueve y atrae la voluntad, que sin dubitar (dudar) ni poder dubitar, la tal alma sigue a lo que es mostrado". Es un procedimiento fácil, pero poco frecuente. Depende más bien de que Dios quiera iluminarnos de esa forma así evidente.

 

2. Según el segundo tiempo: "cuando se toma asaz claridad y cognoscimiento por experiencia de consolaciones y desolaciones, y por experiencia de discreción de varios espíritus".  Es el Discernimiento espiritual propiamente tal, el que se hace aplicando las Reglas de Discernimiento tal como las propone San Ignacio (EE 313-336).

 

3. Según el tercer tiempo: o "tiempo tranquilo cuando el alma no está agitada de varios espíritus y usa de sus potencias naturales de forma libre y tranquilamente". A este tercer tiempo es al que se le llama más frecuentemente discernimiento y que quizá sería más propiamente denominable "Deliberación espiritual" tal como le llama el mismo Ignacio en el n.182-183 y tal como le llamaron los primeros compañeros a la "Deliberación" comunitaria que hicieron a propósito del tema de la pobreza y de la obediencia en la Compañía de Jesús. Ignacio propone dos modos para esta deliberación (EE 178-188).

 

Hoy en día, la denominación "Discernimiento" se hace extensiva al tercer tiempo. Más aún, la Deliberación espiritual se ha hecho casi sinónimo de Discernimiento de espíritus, pese a que San Ignacio distinguía ambos procesos como uno más afectivo y otro más racional.

 

En los ejercicios es un instrumento para la elección de vida. El discernimiento es un procedimiento espiritual que parte de su misma experiencia de desconcierto y que tiene como objetivo ayudar al ejercitante a ir clarificando su mundo interior a fin de cambiar su vida y elegir cuales son los medios concretos para afincar y arraigar ese cambio.

 


"vencerse a uno mismo y ordenar la vida sin dejarse determinar por ningún afecto desordenado" (EE 21) sabiendo que todas las cosas en la vida son relativas y que lo único absoluto es Dios: "es menester hacernos indiferentes" (EE23) "mirando para lo que soy creado, es a saber, para alabanza de Dios nuestro Señor y salvación de mi alma" (EE169). 

 

En San Ignacio, la finalidad de la experiencia de fe es decisiva. Sin esto, todo el discernimiento no es más que un juego psicológico.

 

Pero suponiendo que el fin está claro, entonces, San Ignacio propone varios medios o artilugios espirituales para lograrlo:

 

1. la observación intuitiva de consolaciones y desolaciones.

Durante la “primera semana” de ejercicios: el remordimiento de conciencia (cuando hay pecados graves)

              consolaciones (en los pecadores leves) (La noción de consolación y desolación se explicó en el punto “¿Cómo habla Dios?”)

 

 

2. La identificación de los pensamientos y razonamientos que surgen -o tienden a salir- espontáneamente de la consolación y desolación

 

 

3. La reflexión sobre de las posibles causas de estar desolados, tal como lo indica la experiencia de los maestros de espíritu:

- por ser tibios y perezosos, cómodos en nuestra respuesta de fe

- para probar nuestras fuerzas: hasta donde llegamos en su servicio

- para mostrarnos nuestra fragilidad y limitación

- porque nos achicamos y empequeñecemos ante la dificultad y lo que Dios nos presenta delante (325)

- porque nos encerramos en nosotros mismos y no revelamos a otros hermanos  nuestra tentación y nuestra debilidad (326)

- porque hay zonas especialmente débiles de nuestra afectividad que estamos descuidando (327)

 

4. La revisión del proceso espiritual  (principio, medio, fin) (331-336)

 


5. El razonamiento y el cálculo (también llamado por él Deliberación o tercer modo de elección, que es de tiempo tranquilo). Sobre este nos detendremos un poco más. Es el tercer tiempo y primer modo: "cómodos o provechos" contra los "incómodos y peligros" (181). La decisión se toma por inclinación racional no afectiva.

 

6. La imaginación de situaciones límites

- la decisión que yo recomendaría a otro que no conozco si quisiera su      mejor bien espiritual (185)

- estando en el momento de la muerte, la decisión que tomaría (186)

- estando delante de Jesucristo el día del juicio, pensar la decisión que  me gustaría haber tomado en vida (187)

 

 

 

¿COMO ACERCARNOS A UNA BUENA DECISION?

 

        Siguiendo la espiritualidad ignaciana, exponemos una serie de preguntas o “pautas” concretas que pueden servir para llegar a una buena decisión.

 

0.     CONSIDERAR LA CONDICION PREVIA A TODA DECISIÓN:

Nunca tomar decisiones cuando se está eufórico de alegría o cuando se está deprimido. Hay que retrasar la decisión y aguantar con perseverancia hasta que pasen esos momentos.

 

 PREGUNTAS PARA EVALUAR UNA BUENA DECISIÓN

 

1 )LO QUE ME PROPONGO DECIDIR CUMPLE CON LA FINALIDAD QUE DIOS QUIERE PARA EL HOMBRE?

Pensar para qué Dios ha creado al ser humano en la tierra y analizar si con la decisión que yo quiero tomar me encamino a cumplir con esa finalidad.

 

2. )LO QUE QUIERO DECIDIR ESTA COMPRENDIDO EN LOS MANDAMIENTOS DE DIOS?

Pensar si lo que tengo que decidir está dentro del camino moral que Dios quiere para sus hijos (es decir debemos pensar si la propuesta decisión está dentro de los mandamientos de Dios y de la Iglesia o se aparta de ello).

 

3  )ES LO QUE MÁS AUMENTA EL AMOR, LA FE Y LA ESPERANZA?

 Pensar si la decisión que quiero tomar es lo que más amor fe y esperanza trae en mi vida,  en la vida de los demás y en el mundo entero. )Lo que me propongo hacer contribuye al bien más universal o, al contrario, va contra el bien general ?

 

4. )QUÉ LE RECOMENDARÍA A OTRO?

Si tuviese que aconsejar a otra persona a la que quiero todo lo mejor, )qué le recomendaría que decidiese al respecto?

 

5. ES LO QUE YO DECIDIRÍA  EN EL MOMENTO DE MI MUERTE?

Esto que tengo que decidir es lo que a mí me hubiera gustado haber decidido si estuviera ya en el momento de mi muerte?

 

 

 

 

 

 

                            II.   DISCERNIMIENTO COMUNITARIO

 

La aplicación del tercer modo de decidir, es decir la Deliberación espiritual, a la toma de decisión hecha por un grupo se ha dado en llamar el Discernimiento comunitario.

 

Fue lo que practicaron San Ignacio y sus primeros compañeros respecto a la obediencia y a la pobreza. En el caso de la obediencia el discernimiento comunitario duró 3 meses (Cfr. Deliberación y conclusiones de los siete compañeros. Tanto en uno como en otro caso, el procedimiento fue muy pautado y concatenado.

 

Según mi entender y teniendo en cuenta la práctica en las comunidades cristianas de hoy en día, puede distinguirse dos maneras de utilizar la ayuda de las pautas ignacianas en la práctica. Una de ellas es lo que puede llamarse legítimamente el Discernimiento comunitario propiamente tal y otro es lo que yo le llamaría la Consulta Espiritual Comunitaria.

 

Se diferencian en que el discernimiento comunitario implica que el objeto de decisión es algo que involucra a todos los miembros y  a la comunidad como tal. El objeto o la materia es algo que debe decidirse espiritualmente por medio del discernimiento.

 

Por el contrario, en la CEM, el involucrado es un miembro individual de la comunidad que debe tomar una decisión espiritual y consulta el parecer de la comunidad. En este caso la opinión de la comunidad es meramente consultiva y no resolutiva.

 

Nos referiremos primero al Discernimiento comunitario y  luego a la CEM.

 

 


¿COMO LLEVAR A CABO EL DISCERNIMIENTO COMUNITARIO?

 

        Sugerimos que se sigan los siguientes pasos en el grupo o comunidad:

 

1. Suscitar entre todos un clima de oración, de mutua escucha de unos y otros y de disponibilidad a lo que Dios pueda generar en todos, haciendo un ofrecimiento individual de disponibilidad e indiferencia

 

2. Precisar con exactitud el tema que ha de ser escogido y evaluar si el objeto es en sí mismo bueno o indiferente. Es el momento de recabar de forma sintética todas las informaciones pertinentes respecto al tema en cuestión. El objeto del discernimiento comunitario debe ser algo que involucre el cambio de decisión de la comunidad como tal, no sólo a algunos de sus miembros o a uno en particular.

 

3. Comenzar con un tiempo de oración personal para ponerse a la escucha del Señor respecto al tema expuesto.

 

4. Puesta en común de las "mociones" espirituales que ha generado en cada uno el tema expuesto. En este momento se escucha lo que dice el otro sin discusión

 

5. Se vuelve a la oración personal tratando de discernir los motivos a favor y en contra de la decisión

 

6. Se vuelve a poner en común los distintos motivos a favor y en contra de la decisión.

 

7. Nuevo momento de oración personal llevando cada uno los distintos pros y contras que se encontraron en la puesta en común

 

8. Se retorna a la deliberación comunitaria tratando de llegar a la unanimidad de parecer mediante la búsqueda desapasionada de una decisión.  En caso de que no haya decisión unánime se puede recurrir alguien extraño al grupo al que el grupo confíe unánimemente. A esta persona se le expone el proceso  completo de discernimiento y las distintas inclinaciones de los miembros de la comunidad. El grupo tiene que haberse puesto de acuerdo en que aquello que esta persona finalmente considere la decisión más adecuada, una vez visto meticulosamente todo el proceso, será lo que el grupo acate como decisión final

 

9. La confirmación de la decisión y el asentimiento de la voluntad de Dios. Cada uno vuelve a la oración personal. Se puede concluir con una oración comunitaria de acción de gracias.

 

 

 

 

LA "CONSULTA ESPIRITUAL COMUNITARIA" (CEM)

 

1. )Qué es la "consulta espiritual comunitaria?"

 


1. No es un discernimiento comunitario [1] pero tiene muchos elementos comunes con él. Se trata de aquella ocasión en la que un compañero-a consulta a la comunidad sobre algo que le ha pasado, le puede ocurrir, o algo que siente, piensa o busca y quiere oír el parecer espiritual de la comunidad sobre su asunto.

 

2. La CEM no siempre se refiere a un cambio de comportamiento o de conducta puntual sino que frecuentemente busca clarificar aspectos desconcertantes de la experiencia vital o espiritual de cada uno. Algunas veces tiene que ver con la perplejidad que generan los aspectos afectivos o emotivos que distorsionan la vida espiritual, otras con el sentido espiritual que se busca en cualquiera de los acontecimientos concretos de la vida.

 

3. Las actitudes imprescindibles  para que pueda hacerse correctamente una CEM son las mismas que para el Discernimiento espiritual comunitario

 

4. El objetivo de la CEM es el ir espiritualizando el mundo de las actitudes, de los sentimientos, de los pensamientos y de las negatividades que tenemos en la vida. En el fondo tiene el mismo objetivo que el de los ejercicios espirituales: "por este nombre se entiende todo modo de examinar la conciencia, de meditar, de contemplar, de orar vocal y mental, y de otras espirituales operaciones...todo modo de preparar y disponer el ánima para quitar de sí todas las afecciones desordenadas, y después de quitadas para buscar y hallar la voluntad divina..."(EE 1)

 

5. A diferencia del "ejercicio" espiritual que todos hacemos en un retiro, la CEM pretende encontrar a través de los-as hermanos-as cuales son nuestras "afecciones desordenadas" para de esa forma preparar nuestro mundo de emociones, sentimientos, ideas y actitudes para buscar y hallar la voluntad divina.

 

 

 

2. )Cómo hacer la "consulta espiritual comunitaria"

 

Para eso son necesarias las siguientes condiciones:

 

1. Un miembro de la comunidad ha de haber solicitado a la comunidad la oportunidad de una CEM. La comunidad debe aceptar este pedido y asignar un día especial para hacerlo.

 

2. Durante la semana se invita a todos a orar por ese-a compañero-a y su especial necesidad

 


3. Al empezar la reunión se hace una oración comunitaria que tiene como objetivo el disponerse a escuchar al hermano con desapasionamiento y generosidad

 

4. El compañero expone su motivo de consulta. Los demás le escuchan y le hacen preguntas aclaratorias a la consulta. El consultante o cualquier otro miembro de la comunidad hace una síntesis de los datos más relevantes y del objeto directo de la consulta

 

5. Se termina con una oración comunitaria o un silencio orante, con el fin de acoger espiritualmente lo que se ha consultado a la comunidad

 

6. Durante la semana todos los miembros oran y reflexionan sobre la consulta.

 

7. En la reunión siguiente, de nuevo se comienza con oración comunitaria pidiendo la asistencia del Espíritu Santo para que ayude a la comunidad para comunicar al hermano su parecer en el espíritu.

 

8. Cada uno va expresando su parecer sin entrar en discusión con nadie de la comunidad. El consultante hace preguntas aclaratorias de las diversas devoluciones que se le han hecho.

 

9. Se termina la reunión con la oración o el silencio orante.

 

10. A la siguiente reunión el consultante comunica al grupo su decisión final respecto a la consulta. El grupo puede celebrarlo festivamente si así se diera la ocasión o llevarlo nuevamente a la oración. Se impone una actitud de respeto respecto a la decisión del compañero, pero esto no quiere decir que algunos le puedan  comunicar una última moción espiritual al respecto.

 

                                                                                                                                                      

       

---

LAS ESPIRITUALIDADES DE LA SAGRADA ESCRITURA

 

      Los texttos de la Sagrada Escritura están redactados en distintas “frecuencias” espirituales. Las podríamos clasificar en cuatro “frecuencias” de onda espiritual: la sapiencial, la profética, la apocalíptica y la kenótica. Cada uno de ellos tienen una “nota” espiritual diferente y sirven para distintos momentos de la vida del espíritu.

 

      En el cuadro siguiente indicamos sus características,  el momento espiritual más apropiado para cada una y el lugar de la Biblia donde se encuentra preferentemente:

 

experiencia espiritual la caracteriza

apropiada para:

en qué lugar se encuentra

sapiencial

Dios es el Señor de la historia y de cada acontecimiento de la vida cotidiana

confesión de agradecimiento y alabanza

oración de confianza y entrega

libros sapienciales y poéticos

libros históricos

pentateuco

profética

reacciona ante una fe que es indigna del amor, la compasión y la misericordia, la justicia y la lealtad de Dios

confesión de arrepentimiento y perdón

libros proféticos

relatos de Jesús en conflicto con los de su época

Salmos de arrepentimiento

escatológica

anuncia la esperanza futura para cada uno y para la humanidad

para renovar la esperanza, para ofrecer nuestra acción futura, para reconsiderar el sentido

Libros apocalípticos (Dan.Ap.)

relatos apocalípticos de los Ev., Relatos del Reino de Dios

kenótica

Dios prueba, nos deja solos para que nos purifiquemos

Súplica de ayuda en nuestras negatividades, ante el dolor sin solución, ante el sufrimiento injusto. Para renovar la vivencia de que Dios nunca abandona al Justo

Salmos

Job

Fil 2,2-6

Relatos de la pasión de Cristo

Relatos del Siervo de Yahvé (Is)

 

 



 Vease la charla sobre Discernimiento Espiritual Comunitario del 7 de julio 1990. Podría pensarse que la CEM es equivalente a la forma 2 de discernimiento que allí exponemos.

Hosted by www.Geocities.ws

1