Arte Taurino

¿Cuándo vuelve
Antonio Urrutia?

¿Cuándo se acabará la ausencia de toreros mexicanos de las plazas españolas?

Joaquín Albaicín *

Hay gente con carrete para rato y que aún, meses después de autos, sigue dando la tabarra con lo que pintaba o no pintaba Zotoluco en San Isidro con Ponce y El Juli. Parecen olvidar los parlantes en cuestión que Zotoluco es en México una gran figura del toreo. E ignorar –o no querer mencionar- que muchos otros toreros que ni por asomo pueden presumir de ostentar ese rango entran en San Isidro –y en todas las ferias- por recomendaciones, sugerencias y presiones de otros toreros y que, de no ser por ello, un alto porcentaje de coletas no se vestiría de luces ni una vez en toda la temporada, mucho menos en ciclos de categoría.

Nadie considera injusto, en cambio, que Antonio Urrutia, matador con más de veinte años de alternativa, con aquilatado cartel en América y que en la México ha indultado un toro, venga por tercera vez a Las Ventas a matar… la de Monteviejo. Me pregunto por qué todas esas voces no entraron en disputa para reclamar su puesto en esa corrida. Y también cuántos de ellos habrían pegado al segundo de la tarde esos muletazos doblándose con él, bandeando la pañosa con largueza y mimo para ver de dar de sí su embestida, en la mejor tradición del toreo azteca, que le propinó Urrutia. O ese derechazo lánguido y rítmico que se tuvo que tragar el cuarto, fugaz pero profundo suspiro que nos recordó nuestra charlas con Urrutia sobre las largas conversaciones sostenidas por uno de sus maestros, el matador Amado Ramírez, con un Cagancho otoñal que le transmitió uno de sus secretos íntimos: el de la colocación de los pies.

A mí me gustaría ver a muchos más toreros mexicanos en Madrid y en otras plazas, disfrutar de al menos las mismas oportunidades con que cuentan los mexicanos de ver a los españoles. Me gustaría volver a ver a Luévano con otro ganado. Me gustaría ver a ese brujo del toreo de capa que dicen que es Jerónimo. Y a Ignacio Garibay, que estaba en el tendido la tarde en que Urrutia se midió con los patasblancas… Y a Antonio Bricio, que vino de novillero. Como me gustaría ver a ese gran artista que dicen que es el ecuatoriano Cruz Ordóñez, que acaba de indultar un toro en Chinacota. Y volver a ver, claro, pero con toros de una ganadería que embista, a Antonio Urrutia, que dejó en nuestras retinas ese redondo de lujo y se volcó con coraje sobre la cuna de las dos rocas que le correspondió lidiar.

¿Dos carteles para Madrid… y para cualquier plaza por los que apostaría? Ahí va uno: toros de Alcurrucén para Javier Conde, Manuel Amador y Jerónimo, el gran artista de México. Y otro: astados de El Pilar para Antonio Urrutia, Julio Aparicio y Curro Díaz. Y una novillada buenecita, de Espartaco o El Torreón mismamente, para David Mora, José Manuel Sandín y Tomás Escudero o Rubén Sanz, único novillero en activo en la provincia de Soria. Sí, ya sé que parecen carteles de ciencia-ficción. Pero son los que me gustan.

Madrid, Septiembre de 2005

JOAQUÍN ALBAICÍN (Madrid, 1966)
Escritor, conferenciante y cronista de la vida artística, sus artículos y relatos, así como sus críticas de arte flamenco -que han contribuido positivamente al presente resurgir del género- han aparecido en diarios como ABC, El País y Reforma (de México), y revistas como El Europeo, Vogue, Sur-Exprés, Axis Mundi, Letra y Espíritu, La Clave, Generación XXI, Debats, Amanecer, Web Islam, 6 Toros 6, El Ruedo, MAN, Próximo Milenio, The Ecologist, Más Allá, Omarambo... El esoterismo de las grandes tradiciones espirituales, la geopolítica, la tauromaquia, el espionaje, el Imperio Mongol y el mundo de los últimos Romanov son algunos de los principales focos de interés de este escritor nacido en una familia de artistas de raíces gitanas.
Contertulio habitual del programa de TV El Faro de Alejandría, dirigido y presentado por Fernando Sánchez Dragó, ha publicado en España la novela La serpiente terrenal (Anagrama, Barcelona 1993), el cuaderno de viajes Diario de un paulista (El Europeo, Madrid 1995) y los ensayos Gitanos en el ruedo: el Indostán en el toreo (Espasa Calpe, Madrid 1993), En pos del Sol: los gitanos en la historia, el mito y la leyenda (Obelisco, Barcelona 1997) -única obra escrita sobre la materia desde la perspectiva de la Philosophia Perennis-, El Príncipe que ha de venir (Muchnik Editores, Barcelona 1999) y Monteras de aquí y de allá (Castilnovo, 2006), así como el libro de cuentos La Estrella de Plata (Manuscritos, Madrid 2000). Dos relatos suyos inéditos en castellano han sido recientemente publicados en Suecia en la antología de literatura gitana coordinada por Gunilla Lundgren Svarta rosor/Rosas negras (Tranan, Estocolmo 2003).
En la actualidad está concluyendo una nueva novela, un ensayo sobre la leyenda medieval del Reino del Preste Juan, otro sobre el misterio de la Gran Duquesa Anastasia y un tercero sobre la controvertida figura del Barón Ungern-Sternberg. Su cajón guarda además un libro de cuentos inédito.
En la web www.svabhinava.org, creada por Sunthar Visuvalingam y dedicada al modelo indio de aculturación, Joaquín Albaicín coordina la sección Roma, consagrada a la diáspora indo-gitana. Los interesados encontrarán más información tanto en dicha web como en la de International Romani Writers Association (www.romaniwriters.com), de la que este autor es miembro.
Entrevista con Joaquín Albaicín en: 
"Opinión y Toros"



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