Fenómenos
Anómalos
Una
experiencia cubana en el Triángulo de las Bermudas
Esta
experiencia increíble ha sido extraída del diario
de navegación del buque tanquero "Cuba". Se apoya
también en el testimonio de Juan Albo Ruiz, quien estaba
a bordo como telegrafista.
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Zona
del suceso
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"Sucedió
el 25 de agosto del año 1980. Veníamos navegando del
puerto de Toronto, Canadá, hacia la Habana, Cuba, y esto
fue los que nos ocurrió entre la Florida y las Bahamas:
La
noche anterior todos a bordo se extrañaban que hubiera una
noche cerrada, sin una nube y sin una estrella, pero como estábamos
a horas de la Habana, nadie se preocupó mucho por ello.
Al
otro día, a la hora meridiana (12 meridiano) cuando el segundo
oficial de cubierta puso el radar, para tomar la meridiana en posición,
pues debía verse por estima el saliente del faro de Palm
Beach, el radar no vio tierra en ninguna escala, ni 18, ni 24, ni
36, ni 64 millas, cuando debíamos estar a 12 millas. En ese
momento subió el contramaestre con el primer oficial gritando
que pararan las máquinas, que veían el fondo con piedras,
caracoles, arena y todo, y que... "nos íbamos a varar
en un pie de agua!!!"
Yo
me asomé por el alerón, y efectivamente, parecía
que estábamos varados ya. El capitán, en el puente,
ordena no parar máquina, sino dar giro de Williamson (girar
180 grados y tomar el rumbo inverso) cosa que se hizo en el acto.
Cuando
se me ordenó mirar el satélite de navegación,
la pantalla solo presentaba puntos, cero posición. Entré
por orden del capitán a la estación de radio para
informar al control de tráfico de Miami Coast Guard lo que
pasaba, pues el VHF solo tenía ruidos atmosféricos
y no salíamos al aire, y al encender el transmisor y los
dos receptores, el transmisor me daba con las agujas del manómetro
a tierra, y el receptor no decía nada en ninguna banda.
Pongo
los sistemas de emergencia de 244 y el mismo resultado.
En
ese momento oigo al tercer oficial gritar que el girocompás
estaba loco, y el compás magnético no señalaba
el norte, sino que se movía a más de 30 grados de
un lado al otro. En estas circunstancias el capitán ordenó
tripulación con chaleco (en un barco cuando se da esa orden
es como un "abran fuego" sin saber a quien tirar), preparar
balsas y botes y continuar navegando hacia lo que se suponía
el norte, hasta que el mar se oscureciera. A las 4 horas el mar
retomó sus contornos habituales y comenzaron los equipos
de navegación a responder.
Se
tomó rumbo oeste hasta ver la costa de EEUU. Salimos directamente
a Palm Beach y enmendamos rumbo Habana.
Conclusiones
En
primer lugar, en un barco cargado a "full" (que tiene
línea de flotación mas baja que la de un carguero)
era casi imposible haber visto el fondo con esa claridad, y a casi
un pie del casco. Y para que quedaran fuera de servicio todos los
equipos a bordo, solo pudo ser provocado por una fuerza externa,
pues ninguna tormenta eléctrica ni las explosiones del sol
son capaces de eso.
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