Hora: 11:58 p.m.
Lugar: Nuevo Vedado (Ciudad de la Habana, Cuba).
Condiciones del tiempo: Noche nubosa, con visibilidad regular del firmamento.
Duración: 1 minuto y medio aproximadamente.

Comentario: Este fue un caso bastante curioso, lo vio mucha gente, pero esta ocurriendo - no se sabe el por qué - un fenómeno de degeneración en el aspecto comunicativo de muchos cubanos; es decir, las personas ven algo y no saben explicarlos; quizás el fenómeno visto los dejó en perplejidad o en su orden prioritario de la vida cotidiana, no se prioriza sus métodos de comunicación. También es posible que el desconocimiento del tema haya sido una de las causas para que no sepan definir lo que pudieron ver.

Síntesis del hecho: La noche del 16 de Diciembre de 1998 amenazaba con estar bastante nubosa y algo fría. Me encontraba realizando el servicio de guardia operativa cederista, correspondiente a mi área de residencia, me acompañaban 5 personas, uno de los presentes señala al cielo y dice: ¡Miren que cosa más linda!, parece estar amaneciendo a media noche.

Verdaderamente el cielo adoptó la misma coloración de cuando es el medio día de un día de verano totalmente despejado, o sea, un color azul producido por un intenso brillo de algo que iba pasando mucho más alto que las nubes. Ese algo era una formación en delta de 6 objetos luminosos, que a una altura aproximada entre 100 y 150 km. Tenían un tamaño aproximado de una bola de billar. Estos objetos tenían una forma elipsoidal y en cada maniobra que hicieron mantuvieron sin alteración su misma estructura. Describieron una órbita ascendente desde el sur de la ciudad hacia el norte, se detuvieron, iniciaron un descenso en forma de picado, y sobre esa misma trayectoria de aproximación realizaron un resbalamiento posterior ascendente de inversión de trayectoria, incrementando su velocidad hasta desaparecer con rumbo norte. Su brillantez abarcaba los colores del espectro que va desde el azul intenso, violeta, morado hasta el anaranjado, amarillo y rojo intenso. Su velocidad se incrementó hasta el orden de los 16 grados por segundos, evolucionando sobre la ciudad por espacio de 1 minuto y medio.

Francamente, no creo que el hombre haya concebido algo de esa intensidad luminosa, que a la altura que fue observado tenga las dimensiones de una bola de billar, maniobre desafiando leyes físicas como la ley de la inercia y la ley de la gravedad.

Teniendo en cuenta que en ni9ngún momento varió su forma elipsoidal, ni la distancia entra cada uno de sus puntos luminosos, nos hace suponer que estábamos en presencia de un objeto de configuración triangular de enormes proporciones, tomando en consideración la altura a la que fue observado.

Es una verdadera lástima que científicos muy respetados en los que descansa el futuro sostén científico de nuestro país, se atrevan a afirmar públicamente (en la prensa, la TV) que se trataba del reingreso a las capas superiores de la atmósfera de un satélite. Yo al menos, no lo creo así, pues lo que pude presenciar no tenía nada que ver con eso y las razones las explico anteriormente, por eso lo defino como un OVNI.