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15-Julio-2005
 
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Artículos publicados por Alejo Carpentier en el diario "El Nacional" de Caracas, Venezuela, en su sección
"Letra y Solfa",
17 de agosto de 1952
Colaboración de Ramón Rodríguez


PLATILLOS SOBRE EL ORINOCO

Bueno: ahora que muchos los han visto; ahora que la fotografía que uno de ellos apareció en primera plana de nuestro periódico; ahora que los científicos testarudos no podrán decirles a uno que son espejismos, puedo decir que yo también he visto platillos voladores. Y junto a mí, los vieron varias personas dignas de crédito. Y no fue ayer. Fue hace cuatro años, sobre el Orinoco. Muy exactamente a las 10:20 de la noche del 23 de agosto de 1948.

Navegábamos a bordo de "El Caribe", conducidos por la firme mano del capitán Eustaclio, veterano de viajes a lo largo del Padre Río. Como siempre anclábamos al atardecer en alguna orilla, me resultaba tan nuevo eso de remontar el río en una noche despejada y fresca, que me había sentado en la toldilla de proa del remolcador, de cara a la orilla izquierda (en el sentido del descenso) y dejando colgar las piernas sobre las aguas que bullían sordamente en la oscuridad. Habíamos salido de Caicora al alba. Llegaríamos mañana a La Urbana. Ibamos por nuestro cuarto día de navegación, pues apenas si empezaban a bajar las aguas después del tiempo de la lluvias, y el remolcador que empujaba la gabarra ganadera hacia Puerto Ayacucho tenía que luchar contra una fortísima corriente.

 
 
Los OVNIs que pudo haber observado Alejo Carpentier...

De pronto, la noche dejó de ser noche. Una luz blanca, cruda, intensísima, se hizo sobre nosotros. Escuchamos un ruido como papel celofán que estrujaran. Y pasaron a gran velocidad, tres discos de color blanco verdoso, uno tras otro, (la estela del primero alcanzaba el segundo, y la del segundo al tercero, como una línea continua), que pudimos contemplar durante unos cuatro segundos.

-Aerolitos!...exclamé, buscando la explicación más lógica al prodigio. Y nadie, para decir la verdad, concedió la menor importancia al hecho. Yo lo comenté, en aquel momento, con mis compañeros de navegación, viéndolos como complementos de las muchas imágenes maravillosas que se nos habían ofrecido, hasta entonces, en Guayana. Tomé luego el "Diario" de viaje, y apunté: "23 de agosto. 10:20. Asistimos al paso de varios aerolitos. Ver si Gumilla, por casualidad, señala algo semejante en su libro..." Y no pensé más en lo visto.

Transcurrieron cuatro años. Y, hace poco, al hojear un número de la "Life", encontré una representación de platillos voladores, idéntica a los que había contemplado, durante varios segundos, sobre el Orinoco. La misma coloración verde blanca; la misma luz; se hacía referencia, además, al ruido semejante al papel estrujado. Entonces me percaté del error cometido al considerar aquello como paso de aerolitos. En efecto: ¿cómo podían ser aerolitos, los cuerpos vistos en el cielo, si eran tres, y avanzaban en perfecta fila - por no decir en "formación"?... Lo que habíamos visto, aquella noche, eran platillos voladores.

Sencillamente. Por lo demás, dos conocidos profesores que nos acompañaban en el viaje, una persona que desempeñaba funciones de jefe civil, actualmente en el territorio Amazonas, y varios viajeros más, que sería fácil localizar, pueden confirmar lo que acabo de narrar. Hace cuatro años, vimos platillos voladores sobre el Orinoco.

Artículos del mismo autor sobre el tema


Alejo Carpentier
1904-1980

Es la mayor figura de la novelística cubana y uno de los más importantes escritores de la lengua española en el siglo XX.

Su obra está conformada por: ¡Ecué-Yamba-O! (1933), Viaje a la semilla (1944), El reino de este mundo (1949), Los pasos perdidos (1953), El acoso (1956), Guerra del tiempo (1958), El siglo de las luces (1962), El derecho de asilo (1972), El recurso del método (1974), La consagración de la primavera (1978) y El arpa y la sombra (1979). Ha sido traducido a todas las lenguas modernas.

Fue reconocido con las más altas distinciones literarias cubanas y de otros países, entre ellas el Premio Miguel de Cervantes en el año 1978.

 
 
 
 
 

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