Artículos
publicados por Alejo Carpentier en el diario "El Nacional"
de Caracas, Venezuela, en
su sección
"Letra y Solfa", 1952
Colaboración
de Ramón Rodríguez
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PLUTARCO
Y LOS PLATILLOS
No
vamos a preguntarnos, como muchas personas en estos días,
si los platillos voladores pertenecen al mundo de la realidad o
de la fantasía. Pero lo que sí resulta cierto es que
no constituyen una novedad... Un curioso ensayista, poseedor de
la más envidiable erudición, se ha entregado recientemente
a la tarea de buscar platillos voladores ( o eso que llaman los
ingleses "unidentified flying object") en los más
clásicos textos, empezando por Plutarco. Este último
creía en la existencia de islas errantes en el éter.
Y las describía como "cuerpos redondos, dotados de una
armónica rotación, que se acompañaban de un
leve silbido del aire". Otras se asemejaban a un huso de hilandera,
coincidiendo esta imagen con los testimonios actuales de quienes
declaran haber visto "formas alargadas" en el espacio
-semejantes en todo al "huso" de Plutarco-.
Fontanelle, en el siglo XVIII, nos dio una suerte de tratado de
cosmología recreativa, con su famoso libro acerca de la pluralidad
de los mundos, en una página afirmaba que los habitantes
de otro planeta podían muy bien aparecerse en nuestra atmósfera
el día menos pensado, a bordo de naves aéreas. Y preguntaba
el escritor a una dama que le escuchaba: ¿y qué haría
usted, señora, si uno de esos seres, por la casualidad de
conocernos, nos arrojaran redes para pescarnos como peces?"
A lo que le respondía su interlocutora: "Yo misma trataría
de caer en una de esas redes, para ver de cerca la criatura que
de tal manera me hubiera pescado". Por lo demás, entusiasmado
por los primeros experimentos de los hermanos Montgolfier, Fontanelle
declaraba atrevidamente: "Está naciendo el arte de volar.
Cuando se perfeccione podremos ir a la Luna".
Saliéndose del mundo de las utopías y ficciones, el
pastor Simón Goulart (1543-1628) nos dejó un raro
memorial en que recogiera los testimonios de personas que, en su
tiempo, afirmaban haber visto cuerpos extraños en el espacio.
En 1514, los habitantes de Wurtemberg se habían aterrorizado
al ver pasar algo como "tres discos, unidos entre sí,
horizontalmente, por una suerte de espada". (Idéntica
descripción de los platillos voladores nos ofrecía
"Life" hace algunos meses).En 1544, una suerte de disco
, con los colores del arco iris, aparece sobre Suiza: durante cuatro
horas se mueve a escasa velocidad (se nos señala que, ese
día, el cielo estaba particularmente despejado) antes de
diluirse en la luz del Sol. Y siguen los testimonios: en 1517, es
una esfera oscura en Halerstadt; en 1547, en Hamburgo, un globo
ardiente, que promueve un pánico en el puerto...
Como puede verse los platillos voladores no constituyen una total
novedad. Plutarco, con sus islas aéreas, circulares o alargadas,
se anticipa ya a los relatos de algunos aviadores de nuestros días.
Por lo pronto está demostrado que ciertos testimonios actuales
tenían antecedentes clásicos.
Alejo
Carpentier
1904-1980
Es
la mayor figura de la novelística cubana y uno de los más
importantes escritores de la lengua española en el siglo
XX.
Su
obra está conformada por: ¡Ecué-Yamba-O! (1933),
Viaje a la semilla (1944), El reino de este mundo (1949), Los pasos
perdidos (1953), El acoso (1956), Guerra del tiempo (1958), El siglo
de las luces (1962), El derecho de asilo (1972), El recurso del
método (1974), La consagración de la primavera (1978)
y El arpa y la sombra (1979). Ha sido traducido a todas las lenguas
modernas.
Fue
reconocido con las más altas distinciones literarias cubanas
y de otros países, entre ellas el Premio Miguel de Cervantes
en el año 1978.
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