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Eustoquio Gómez

Versión digital del libro de Edgar C. Otálvora

Editorial Pomaire. Caracas. 1993

 En el texto se identifica al autor con las iniciales “ECO”. Las intervenciones del señor Eustoquio Gómez Villamizar y la señora Josefita Gómez de Briceño se identifican con las iniciales "EG” y “DJ”, respectivamente


 

Capítulo VII

El sucesor del Benemérito

 

EG: En el año de 1935, año que yo viví en Caracas, el general Gómez hacía uno o dos viajes al mes a Caracas. Los primeros días de diciembre vino a Caracas y prácticamente llagando se sintió físicamente mal. Sin informar a nadie, ordenó a su chofer que diera la vuelta y regresaran a Maracay. Sorpresivamente llegó a Maracay, a la casa de Las Delicias, a coger cama.

ECO: ¿Era público el estado de salud del general?

EG.: Claro, todo el mundo supo del sorpresivo regreso del general a su casa de Maracay. Papá y yo lo visitamos y nos habló de sentirse quebrantado. Recuerdo mucho que el general pidió descansar, que no le hablaran de política, ni de ningún problema. Dijo que aquél que le fuera a hablar de política lo iba a considerar su peor enemigo, porque no se sentía bien de salud.

ECO: ¿Cuándo llega Eustoquio Gómez a Maracay?

EG: Papá llega a Maracay más o menos el 10 de diciembre. Todo nosotros nos fuimos a Maracay, mamá, Josefina y su esposo, todos nos mudamos a la casa que quedaba frente a los Telares.

ECO: Una de las figuras de esta época ha sido muy explotada como imagen del régimen es el indio Eloy Tarazona. Se ha dicho que fue la eminencia gris tras el trono, se ha dicho que era quien influenciaba directamente en las decisiones del gobierno. También se ha dicho en los días finales del general Gómez, Tarazona y Eustoquio Gómez estaban unidos para impedir el ascenso de López Contreras. En conclusión, este indio con apellido que recuerda algún pueblo español, es uno de los personajes insistentemente usados a la hora de contar la pequeña historia del gomecismo.

EG: No. El era hombre que atendía al general en sus servicios domésticos, se encargaba de mandar a lavar la ropa, a plancharla, de buscársela al general a la hora de vestirse. Como el general nunca vivió con ninguna mujer, Tarazona se encargaba de las cosas domésticas. Era corno Maximiano para mi papá.

Tarazona no tenía poder. Eso que ahora dicen de que él dormía atravesado en la puerta del dormitorio del general es pura mentira. Tarazona era muy parrandero, y por el contrario, él aprovechaba las noches para echarse unas palazones en bares con mujeres de la vida alegre.

ECO: Las relaciones de Tarazona con Eustoquio Gómez han sido usadas para hablar de una maniobra de ambos cortarle el paso a López Contreras en su camino a la Presidencia.

EG: Eso es falso. Mi papá en aquel diciembre de 1935, se encontraba todos los días con Tarazona cuando íbamos, mi papá y yo, a Las Delicias, a visitar al general Gómez que estaba en cama. Sus conversaciones no pasaban de un “cómo amaneció hoy el general”. Papá se molestó muchas veces por la forma en que Tarazona atendía al general.

DJ: Te acuerdas de cuando papá regaño a Tarazona en Camurí. Ellos fueron a bañarse en los bañitos que construyó el general en Camurí. El general Gómez y papá se estaban bañando y cuando sale del agua mi papá ve a Tarazona secando al aire unos interiores. Papá regaño a Tarazona porque no le había preparado al general Gómez una maleta con ropa limpia, siempre preparada para las permanentes salidas imprevistas del general.

LG: Papá cuando iba a Maracay poco hablaba con los edecanes del general. Se limitaba a encerrarse a hablar con Juan Vicente en la habitación de él, o hablaba de vez en cuando con un ministro.

ECO: ¿Cuánto hay de cierto en que Eustoquio y Tarazona organizaron una emboscada, un atentado contra López Contreras en la casa de Eustoquio Gómez en Maracay, días antes de morir el general Gómez?.

EG: Esa es otra mentira que ahora circulan en libros como los de Domingo Alberto Rangel. La casa donde vivíamos aquellos días en Maracay no era de papá, sino de su hermano Femando Gómez. Lo del atentado es totalmente falso. Si hubiese sido verdad, hoy en día yo te lo dijera, pero no fue así.

Papá no hubiera mandado a matar a López Contreras porque él no era hombre de esas casas. Pero sí hubiera querido levantarse contra López Contreras, Papá tenía oficiales del Estado Mayor que fueron a mi casa personalmente a ponerse a sus órdenes.

Papá tenía en aquellos días antes de morirse el general, una oficina en el Hotel Jardín, desde donde él despachaba. Desde allí daba órdenes y se ponía en contacto con su secretario, Carlos Siso, quien había quedado encargado de la Presidencia del Estado Lara. Una noche, estando papá en su oficina lo visita Fernando Gómez y le dice:”Eustoquio, pero tú vas a apoyar al tísico?”. Papá le respondió que sí. “Nosotros ya hemos pactado en la casa de la señorita Regina”. Femando entonces le informó de un grupo de oficiales del Estado Mayor y comandantes de batallones que estaban con papá, que no querían a López en el poder. “Uno de ellos me dijo que si usted quiere, si usted da la orden, él está dispuesto a matar a López Contreras cuando pase por la vía hacia Las Delicias”. Papá se indigna contra Femando, su hermano, y le dijo: “Femando, usted como que no me conoce a mí. Yo no soy hombre de mandar a matar a otro por la espalda. Me hace el favor, Femando, de no volver a repetir nunca más lo que hoy me ha dicho.”

Casi todas las noches venían a la casa oficiales a visitar a papá en aquellos días me dijo muy claramente: “A todas estos militares que están visitando yo les estoy diciendo que hay que seguir las órdenes de López Contreras”.

ECO: Tarazona es arrestado por orden de López Contreras, por estar supuestamente armando a unos hombres para alzarse.

EG: Fíjate en esta carta le envía López Contreras a mi papá, con fecha del 17 de diciembre de 1935, hora antes de morir el general Gómez: “General Eustoquio Gómez. Estimado amigo. Tengo que informarle con mucho sentimiento, que me he visto precisado a arrestar al coronel Tarazona y algunos de sus amigos de él, por tener comprobado que ha tratado de disponer del material de guerra depositado en el Cuartel Nacional de esta ciudad, para armar por su cuenta a trabajadores de carreteras y hacienda, sin consulta de alguna autoridad superior y nisiquera de los hombres de la familia del Benemérito. Responsable de la conversación de orden y solidaridad en la unión que hemos pactado los hombres de nuestra posición y antecedente formados por el Benemérito general Gómez y obligado a conservar la obra del querido jefe, toda acción de indisciplina o desobediencia será reprimida con la mayor energía. Le reitero mis sentimientos de amistad y firme compañarismo. Cordialmente lo saludad su amigo. E. López .Contreras”.

Más abajo coloca una nota a la carta: “En este momento vuelan hacia occidente, aviones militares con la misión de hacer por la Península de la Guajira por fundadas sospechas que hay. También se prepara otra misión aérea para hacer exploración por el Arauca.”

ECO: ¿Cuál fue la reacción de Eustoquio Gómez?

EG: El comentario que recuerdo hizo papá al recibir la carta fue: “Es muy raro que Tarazona ande en estas cosas, porque quién va a apoyar a Eloy, él no tienen ni oficiales ni tropa que le puedan apoyar en algo”.

Papá quería salirse de todo esto y cometió un error al no hacer caso al general Rafael María Velazco que sale de Caracas abandonando su cargo de gobernador y se viene a Maracay. El general Velazco en una visita que le hace a papá en nuestra casa tiene una conversación donde le dice: “General, por qué no se prepara y nos vamos juntos para el extranjero”. Por supuesto, mi papá le respondió que él no pensaba irse del país así, huyendo.

ECO: Pareciera que el epicentro de esta historia se encuentra en el pacto que Eustoquio Gómez le refiere a Femando Gómez para impedir el asesinato de López. Ese mismo pacto es la argumentación que utiliza López Contreras cuando justifica la detención de Tarazona. Si uno lo ve en perspectiva, esa reunión donde de común acuerdo se decidió el nombre del continuador de Gómez en la presidencia, es quizás el momento que moldearía los siguientes años de la vida política venezolana.

E.G.: La señorita Regina, la hermana del general Gómez, invitó a la reunión que sería en su casa. Ella le habló a papá en una de las visitas nuestras a Las Delicias: “Yo quiero que ustedes se reúnan. Que vengan a mi casa Rafael Maria Velazco, Colmenares Pacheco, López Contreras y usted”. Esto fue el 16 de diciembre. La señorita Regina le decía: “Yo quiero que se reúnan para ver qué se hace, porque yo veo a Juan Vicente en muy malas condiciones”. La reunión se dio en casa de la señorita Regina en Maracay.

Yo acompañé a papá hasta afuera de la casa, es decir, que no presencié directamente la reunión. Fernando Gómez también asistió a la casa de Regina pero también se quedó fuera. Nos quedamos afuera con los edecanes de López Contreras que eran el coronel Murillo y otro que no recuerdo su nombre. Papá me contó los detalles de la reunión cuando salimos de la casa de la señorita Regina, rumbo a nuestra casa.

Regina les dijo a los presentes que la situación era muy grave y había que pensar en quién iba a ser el sucesor. Entonces le preguntó a papá si él estaba dispuesto a encargarse de la presidencia y papá respondió que no, él no estaba dispuesto a ser Presidente. Al morir el general Gómez, papá deseaba irse a Europa a hacerse un chequeo médico y además pensaba asegurarles la educación a sus hijos. Recuerda que papá había estado muy enfermo, había sufrido dos derrames.

La señorita Regina le pregunta sobre quién cree él que debería ser el sucesor y papá le respondió: “Para mí el candidato lógico es el general Eleazar López Contreras que es el Ministro de Guerra y Marina. A él es que le corresponde ser el sucesor en la Presidencia de la República”.

Yo le agradezco mucho lo que usted ha dicho” respondió López Contreras.

Preguntados Rafael Maria Velazco y Colmenares Pacheco, estuvieron de acuerdo con la proposición de papá.

ECO: La conclusión inmediata que uno saca de esta historia es referida a la supuesta pugna por el poder entre López Contreras y Eustoquio Gómez. Pareciera que esta pugna nunca existió.

EG: Ahí no hubo pugna por el poder. Todo se arregló en esa reunión en casa de la hermana del general Gómez.

Mi papá se reunía a cada rato con Eleazar López Contreras, en la oficina del Ministerio de Guerra y Marina, en casa de papá, o en Las Delicias. Muchas veces se les veía pasearse conversando ellos solos, alejados de los demás en la casa de Las Delicias, mientras el general Gómez esperaba la muerte en el segundo piso de la casa. Esos días fueron de mucha tensión en Maracay. Había una situación muy tirante entre las dos familias del general Gómez. Los Bello temían un matrimonio de última hora entre el general y doña Amelia, lo cual hubiera favorecido a los hijos de doña Amelia a la hora del reparto de la herencia y esas cosas.

ECO: El señor Nemesio Parada en un libro de memorias de la época gomecista de titulo “De Ocumare a Miraflores” dice más o menos lo siguiente. López Contreras, pensando en asegurar su ascenso al más alto cargo del país, había creado con la ayuda de un sacerdote de nombre Monseñor Delfín Moncada, una intrincada red de complicaciones entre militares, funcionarios y sectores representativos, los cuales estaban ganados para respaldar a como diera lugar al general López Contreras en su intento por hacerse del poder.

EG: Mira, Edgar, ésta es la primera noticia que yo tengo de esas cosas. No sé de dónde las ha sacado el señor Parada, pero yo creo que eso es imposible que sucediera. El general Gómez tenía un control absoluto sobre todas las guarniciones, sobre todos los cuarteles. Cualquier cosa de éstas, él se hubiera enterado inmediatamente y seguro que no las hubiera permitido.

 

 

 

 

 

 

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