***Avianca a punto de quiebra  ****Se desmorona el más poderoso grupo económico colombiano   ***Alberto Garrido desnuda a Norberto Ceresole: nada grato queda a la vista.

El más importante y tradicional grupo económico colombiano se juega su supervivencia. El  18SEP01, la casi monopólica  cervecera colombiana Bavaria, informó de su inmediata reestructuración. En lo inmediato procederá a reducir la nómina en un 10% y a cerrar 7 de las 15 plantas que posee. La empresa  pretende concentrar su producción en instalaciones tecnológicamente más modernas, buscando reducir costos.

Bavaria forma parte del grupo encabezado por Julio Mario Santo Domingo, y está arrastrando serios problemas en sus negocios más relevantes. Avianca se encuentra en situación de quiebra técnica. Al finalizar el año 2000, su contabilidad señalaba que las deudas equivalían a 139% de sus activos. Actualmente está en pleitos legales con el gobierno Pastrana, procurando la autorización para fusionarse con Aces, de lo cual emergería un casi monopolio aeronáutico. Esa operación tendría el propósito de mejorar la cara de Avianca para su posterior venta. Con el impacto del S11 en el mercado de transporte aéreo mundial, la situación de la línea bandera colombiana tenderá a complicarse ante la esperable ausencia de compradores y la caída en la demanda de boletos aéreos.

El deterioro del Grupo quedó en justa evidencia dos semanas atrás, cuando el diario EL ESPECTADOR suspendió su circulación, para convertirse en un semanario. Santo Domingo había entrado al viejo diario de la familia Cano en una fallida fórmula que procuraba salvarlo. En medios bogotanos se comenta que el poderoso grupo colombiano está en camino de disolución. El jefe Julio Mario Santo Domingo reside fuera de Colombia y cada día se encarga menos de los negocios de su organización. El cierre de embotelladoras y de sus correspondientes circuitos de producción locales, podrían salvar a Bavaria. Pero el otrora poderoso grupo, de alta presencia  económica nacional y regional  pudiera convertirse en recuerdo lejano de la Colombia del siglo XX.

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AL CIERRE. Alberto Garrido con su libro “Mi amigo Chávez”, ha colocado el punto final al capítulo Ceresole dentro de los análisis del “ideario” chavista. A lo largo del libro se descubre en Ceresole a un charlatán, hábil en el manejo de la palabra, listo para mezclar teorías a gusto del patrón, presto a servir a la causa que mejor remunere, dispuesto a realizar trabajos sucios de desinformación, con un claro sentido de la oportunidad y del camuflaje. El libro de Garrido ya está en las librerías de Caracas y es una pieza de colección para conocer la pobreza intelectual de las fuentes “teóricas” en las cuales se “formó” el presidente bolivariano para dirigir al país.