****La izquierda busca capitalizar los movimientos indígenas. La clase política empresarial de Guayaquil carece de una oferta para ampliar el espectro político.

Sus padres le registraron como Segundo Antonio Tituaña. Desde 1992 cambió su nombre y ahora legalmente se llama Auki Tituaña. Tituaña es economista graduado en Cuba. Ha sido conferencista en universidades de quince países, incluyendo  Harvard y Cornell. Siendo Alcalde de Cotacachi recibió un reconocimiento por parte de la ONU como uno de los mejores gobernantes locales del mundo. Actualmente preside la Federación de Municipalidades del Ecuador. Lleva el cabello hasta la cintura en forma de trenza. Calza alpargatas, viste pantalón y camisa de lino blanco. Gusta decir que no se quita el sombrero ante nadie, ni siquiera cuando suena el himno nacional. Dice que superó la costumbre indígena de mirar al suelo cuando los “blancos” le hablan. En Ecuador comienza a hablarse del economista Tituaña como un potencial candidato presidencial

Tanto Tituaña como Antonio Vargas, el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas, representan un cambio en el proceso político ecuatoriano. En junio de 1990 la “pueblada” tuvo como objeto reclamar reivindicaciones de tierras. En febrero de 1997 los indígenas se movilizaron exigiendo la salida de Abdalá Bucarán de la presidencia. Marzo y julio de 1999 fueron escenario de nuevos alzamientos, en alianza con el sector de transporte de pasajeros. En enero de 2000, los indígenas en alianza con sectores medios radicalizados de las fuerzas armadas llegaron a Quito provocando la huída del presidente Jamil Mahuad. En enero del 2001 lanzaron una nueva campaña de protestas contra el paquete de ajuste del gobierno de Gustavo Noboa. A Noboa no lo lograron hacer correr, pero han conseguido crear una instancia de negociación donde se debaten temas tales como fortalecimiento de la regionalización o la  reforma fiscal.

El movimiento indígena ecuatoriano es reflejo de un progresivo ingreso de los indígenas a la sociedad ecuatoriana y del reclamo por una mayor presencia política. Sus reclamos han ido modificándose desde los temas de respeto cultural hacia asuntos de definición de política económica. Sectores radicales de izquierda buscan capitalizar los movimientos indígenas. Mientras, la clase política prefiere quedarse en Guayaquil adjetivando contra los dirigentes indígenas, sin ofrecer una respuesta al reto de ampliar el espectro político.

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AL CIERRE: Vale la pena leer: “La dolarización en Ecuador”. Publicado por la Secretaría de la Comunidad Andina. Opiniones a favor y en contra de un proceso que comienza a ser copiado en Centroamérica..