****Clinton analiza la política de Bush hacia Latinoamérica ****Sindicalistas y ecologistas rechazan el ALCA  ****Desafuero al presidente del Senado de Brasil

 Los avances hacia el ALCA están en este momento en manos del congreso estadounidense. El gobierno Bush deberá obtener del congreso de su país una autorización para negociar acuerdos comerciales, conocido ahora como el TPA (“Trade Promotion Authority”) lo que popularmente se llama como “fast track”. De esta decisión depende incluso la posibilidad  de formalizar el acuerdo comercial USA-Chile, que a nivel técnico ya estaría avanzado y cuya aprobación era esperada por el gobierno chileno para finales del presente año.

El expresidente Bill Clinton estuvo el 11JUL01 en Brasil para hablar sobre globalización. En Sao Paulo, ante mil  empresarios, hizo una evaluación de las posibilidades de avances de las negociaciones del ALCA. Clinton, quien durante su gobierno aupó infructuosamente el acuerdo de libre comercio, considera que el gobierno Bush debe procurar una decisión legislativa antes de concluir el presente año. Estima Clinton que Bush podría salir victorioso al contar ahora con los votos favorables de los demócratas que ya apoyaban la iniciativa, a los cuales se sumarían los republicanos que en el pasado obstaculizaron el ALCA por razones oposicionistas. El factor tiempo pareciera esencial, por cuanto el voto favorable de algunos parlamentarios (entre 20 y 30 según Clinton) se perdería el próximo año ante la cercanía de las elecciones para renovar el Congreso.

Sectores sindicales, ecologistas, siderúrgicos, productores de frambuesas o de salmón, entre otros, tienen sus reservas o rechazan la posibilidad de un acuerdo comercial que involucre a todo el continente. Además, el freno que muestra la economía estadounidense estaría reforzando los argumentos de sectores proteccionistas tradicionales. Tocará a Bush demostrar su capacidad de maniobra, quizás haciendo concesiones a los sectores sindicales y ecológicos, para obtener su deseado TPA.

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AL CIERRE: El clima político brasileño sigue caldeándose. Es inminente el proceso de desafuero del presidente del Senado, líder del PMDB y aliado de Fernando Henrique Cardoso. La filtración a la prensa de un informe del Banco Central, demostró el desvío de dineros públicos a favor de familiares y empresas del Senador paraense Jader Barbalho. Cardoso habría decidido  que el gobierno y su partido PSDB,  se abstengan de cualquier gesto de respaldo a Barbalho.