****El barco del Mercosur hace agua por los costados, mientras Venezuela pareciera ser el único en querer comprar boleto.

 Chile posee una posición especial en el Mercosur, participando parcialmente  dentro del mecanismo, lo que en teoría lo hace inminente nuevo miembro del club.

El 29 de diciembre  Luiz Felipe Lampreia, entonces Canciller brasileño,  anunció la ruptura unilateral de las negociaciones entre Mercosur y Chile para el ingreso pleno de éste al mecanismo. La cancillería brasileña dejaba sentado su desagrado por la conducta del gobierno de Ricardo Lagos ante Estados Unidos.

En noviembre, el presidente Lagos había viajado a los Estados Unidos con dos propósitos: uno, reunirse con las principales empresas de computación buscando inversiones en esa área; y dos, anunciar que su país y Washington apurarían el ingreso de Chile al NAFTA. Que Chile  se declarara potencial desertor del Mercosur hizo saltar de molestia al flemático Lampreia.

Por otra parte, Argentina vive una depresión para la cual el presidente Fernando de la Rua no ha encontrado solución. Con el patrocinio de importantes sectores empresariales gringos, De la Rua  designó como jefe de política económica a Domingo Cavallo, quien ya lo fuera en los primeros años del gobierno Menen. Cavallo ha vuelto y ahora empuña un programa sin miramientos para con Brasil, su principal socio del Mercosur. No sólo Buenos Aires no pareciera buscar alguna fórmula de equilibrio entre sus compromisos con Brasilia y su nuevo plan económico, sino que además el ministro Cavallo está retando a Brasil. La suspensión de un viaje del presidente  Cardoso a Buenos Aires la semana pasada, da señal de cómo están las cosas. Los mecanismos de conciliación económica entre los dos grandes del sur parecieran lesionados en parte por la agresividad del reincidente ministro argentino.

En paralelo, el gobierno uruguayo pareciera querer jugar también la carta chilena, y anunció su propósito de solicitar negociaciones comerciales directas con los Estados Unidos amenazando con abandonar el Mercosur.

Esta no es la primera crisis de este tipo dentro del Mercosur. Pero ahora el doctor Cardoso debe sentir que en las estrategias de Chile y Argentina para dinamizar sus maltrechas economías, se perfilan debilidades, no necesariamente insalvables pero de peso, en la estrategia brasileña de negociación ante el gobierno de Bush con vistas al ALCA.

******

AL CIERRE: La Habana está alegando no tener divisas para pagar el jurel enlatado comprado a Chile y ya consumido. Mientras, Cuba “regala” entrenadores deportivos y servicios médicos a Venezuela. Raro. ¿Verdad?.