El pasado 18 de junio falleció en Caracas un gran diplomático de la etapa democrática venezolana: Isidro Morales Paúl.

Abogado y economista de profesión, le correspondió presidir las comisiones venezolanas que negociaron el tratado de pesca con Trinidad y Tobago de 1977 y las negociaciones delimitadoras con ese país, las cuales son paradigmáticas en la literatura mundial del tema de límites.

Igualmente presidió las negociaciones para la delimitación de áreas marinas y submarinas con los Estados Unidos, los Países Bajos y República Dominicana, suscritos por el para entonces ministro de Relaciones Exteriores Simón Alberto Consalvi.

Estos acuerdos alcanzados por el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, ganaron para el país la extensión de su territorio hacia el Caribe medio y el reconocimiento de mar territorial, zona económica y plataforma continental para todas las islas venezolanas, incluyendo Isla de Aves. En los tratados negociados por Morales Paúl con los Países Bajos y con República Dominicana, la línea limítrofe fue trazada asumiendo como base el Archipiélago de Los Monjes, reconociéndose por terceros países la soberanía venezolana sobre esas islas.

 Morales Paúl actuó hacia el final del primer gobierno de Pérez, como negociador de un fallido proyecto de solución al contencioso de Venezuela con Guyana. El esquema planteado en aquella ocasión incorporaba no sólo los aspectos terrestres sino los marítimos de un eventual finiquito al reclamo venezolano por el territorio al oeste del río Esequibo, el cual hubiese otorgado a Venezuela una salida franca al Atlántico.

Ya en 1989, Morales Paúl formó parte de la armazón diplomática diseñada por Pérez y Virgilio Barco, quienes buscaron y lograron superar las tensiones bilaterales creadas por Crisis de la Corbeta Caldas de 1987. A partir de marzo de 1989 y durante un año de intenso trabajo, Morales junto a otro excepcional venezolano, Rafael Pizani, desarrolló una gran actividad de estudio, consultas y negociaciones sobre los temas pendientes con Colombia. Morales y Pizani, Altos Comisionados Presidenciales, fueron la contraparte venezolana ante los negociadores colombianos Pedro Gómez Barrero y Carlos Holguín Holguín. La misión de estos cuatro hombres fue identificar los temas más delicados pendientes de resolución entre los dos países, y definir de mutuo acuerdo, las rutas para su posterior negociación. El informe preparado por los Altos Comisionados fue acogido por ambos gobiernos y transformado en conocida Acta de San Pedro Alejandrino suscrita por Pérez y Barco en marzo de 1990. Dicha Acta colocó el tema del Golfo de Venezuela en el terreno de la problemática bilateral frenando su internacionalización. Además del asunto delimitador, los negociadores identificaron otros temas altamente sensibles y los modus operandi para atenderlos. Aún hoy, pese a tanta agua corrida, el esquema en cuya definición participó Morales Paúl, norma las relaciones entre Venezuela y Colombia en cuanto a los temas de delimitación territorial y recursos fronterizos.